INTERVENCIÓN DE LOS ESPÍRITUS
EN EL MUNDO
CORPORAL
AUTOR:
ALLAN KARDEC
Capítulo
XIII
DE:
EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS
Versión
castellana: Giuseppe Isgró C.
Penetración
de nuestro pensamiento – Influencia oculta sobre nuestro Pensamientos y sobre
nuestras Acciones – Afectos de los Espíritus por los encarnados –Espíritus
protectores o Guías – Espíritus simpáticos Espíritus familiares –
Presentimientos. Influencias de los Espíritus sobre los acontecimientos de la
vida – Acción de los Espíritus sobre los fenómenos de la naturaleza –Los
Espíritus en las batallas –Pactos de maleficio – Poder oculto, Talismanes-
Bendiciones y Maldiciones.
PENETRACIÓN
EN NUESTRO PENSAMIENTO:
1.
-¿Los Espíritus ven todo lo que hacemos?
-“Podrían;
ya qué se encuentran siempre a nuestro lado; pero cada uno de ellos ve
solamente aquellas cosas a las cuales presta atención; de las otras, que les
son indiferentes, no se ocupan”-.
2.
-¿Pueden los Espíritus conocer nuestros pensamientos?
-“Aún
aquellos que vosotros quisierais esconderos a vosotros mismos. Es imposible
esconder alguna cosa a los Espíritus”-.
-¿Es
más fácil, por lo tanto, esconder una cosa a una persona mientras viva, que
escondérsela después de su desencarnación?
-“Ciertamente,
ya qué cuando vosotros creéis de no ser vistos, sois frecuentemente circundados
por una cantidad de Espíritus, que os observan”-.
3.
–“Qué piensan de nosotros los Espíritus que nos circundan y observan?
-“Los
Espíritus ligeros gozan en daros pequeños fastidios, y se ríen de vuestras
impaciencias; los Espíritus serios se conduelen de vuestras peripecias, y
buscan ayudaros”-.
INFLUENCIA
OCULTA SOBRE NUESTROS PENSAMIENTOS Y SOBRE NUESTRAS ACCIONES.
4.
-¿Los Espíritus influyen sobre nuestros pensamientos y acciones?
-“Mucho
más de cuanto vosotros podáis pensar, por cuanto, frecuentemente, son ellos
quienes os dirigen”-.
5.
Esto admitido, -¿tenemos, nosotros, por lo tanto, pensamientos propios y otros
que nos son sugeridos?
-“Vuestro
Espíritu piensa. Pero, vosotros sabéis que frecuentemente alrededor del mismo
argumento os vienen a la mente más ideas, y algunas veces contrastantes: esto
ocurre por cuanto entre los pensamientos que os pasan por la mente los hay que
son vuestros, mientras que otros son nuestros, lo que os pone en la
incertidumbre, por cuanto concebís dos ideas opuestas”-.
6.
¿Cómo distinguir los pensamientos que nos son propios de aquellos que nos son
sugeridos?
-“El
pensamiento sugerido parece casi una voz, que os habla; vuestros, propiamente,
son los pensamientos del primer impulso. Del resto no sirve de nada que os
afanéis para distinguirlos; más bien, es mejor que no lo hagáis, ya qué en tal
modo podéis actuar más libremente, y si os decidid por el bien, tendréis mayor
mérito; si, en cambio, por el mal, aumentaréis vuestra responsabilidad”-.
7.
Los seres humanos de ingenio, y aquellos que se denominan genios, -¿obtienen
sus ideas de la propia mente?
-“Algunas
veces sí; pero, frecuentemente, ellas les son sugeridas por otros Espíritus,
que los juzgan capaces de entenderlas y dignos de transmitirlas. Cuando ellos
no las encuentran en sí mismos, atienden la inspiración, la cual no es otra
cosa que una invocación, que realizan sin tener conciencia de ello”-.
Si
hubiese sido útil distinguir claramente nuestros pensamientos de aquellos que
nos son sugeridos, Dios nos habría dado el medio, al igual que nos da el de
distinguir el día de la noche. Cuando una cosa queda incierta, es signo de que
debe ser así por nuestro bien.
8.
¿Se dice, comúnmente, que el primer impulso es siempre bueno. ¿Es verdad?
-“Puede
ser bueno o malo según la naturaleza del Espíritu encarnado. Es siempre bueno
en quien escucha las buenas inspiraciones”-.
9.
¿Cómo se puede distinguir si un pensamiento sugerido proviene de un Espíritu
bueno o no?
-“Estudiadlo:
los buenos Espíritus aconsejan solamente el bien; os toca a vosotros
distinguirlo”-.
10.
¿Por qué nos empujan al mal los Espíritus imperfectos?
-“Para
haceros sufrir al igual que ellos”-.
-¿Mejora
su condición con ello?
-“No:
lo hacen por envidia de ver a otros más felices que ellos”-.
-¿Qué
clase de sufrimientos quieren producir en otros?
-“Aquellos
que resultan de un estado moral imperfecto y de encontrarse desconectados del
Ser Universal”-.
11.
¿Por qué permite el Ser Universal que los Espíritus imperfectos nos induzcan al
mal?
-“Los
Espíritus imperfectos son los instrumentos destinados a probar la fe y la
constancia en el bien de los seres humanos. Vosotros, por cuanto Espíritus,
debéis progresar en la ciencia del infinito, y pasar a través de las pruebas
del mal para alcanzar el bien. Nuestra misión es la de ayudaros a seguir por la
recta vía. Las malas influencias actúan sobre vosotros cuando las llamáis con
deseos negativos, por cuanto los Espíritus inferiores vienen para ayudaros en
el mal, cuando deseáis cometerlo. Ellos no pueden seduciros en contra de
vuestra voluntad. Quien estuviese inclinado al homicidio encontraría una
multitud de Espíritus que fomentarían en él este pensamiento; sin embargo,
también tendría la asistencia de otros que buscarían de disuadirlo con
exhortaciones al bien: esto establece el equilibrio y os deja libre en la
elección”-.
De
este modo el Ser Universal deja a nuestra conciencia la elección de la vía que
debemos seguir y la libertad de de ceder a una u otra influencia que se ejerce
sobre nosotros.
12.
¿Podemos librarnos de la influencia de los Espíritus que tratan de inducirnos
al mal?
-“Ciertamente,
por cuanto se atacan solamente a quienes que les invitan con el deseo, o les
atraen con el pensamiento”-.
13.
Los Espíritus, cuya influencia negativa nosotros rechazamos con la fuerza de la
voluntad, renuncian a sus tentativos?
-“¿Y
qué queréis que hagan? Cuando no logran su objetivo, abandonan; empero, siempre
están pendientes, al igual que lo hace el gato con el ratón”-.
14.
¡De qué manera se puede neutralizar la influencia de los Espíritus imperfectos?
-“Haciendo
el bien y reponiendo toda vuestra confianza en el Ser Universal, vosotros
rechazaréis la influencia de los Espíritus inferiores, y neutralizaréis el
dominio que ellos quisieran ejercer sobre vosotros. Guardaos de escuchar las
sugestiones de los Espíritus que suscitan pensamientos negativos, siembran la
discordia entre vosotros, excitando cada mala pasión; desconfiad, en especial
modo, de quienes soplan en vuestro orgullo, por cuanto ellos os golpearan en
vuestro punto menos fuerte. Es por esto que Jesús expresaba: Ser Universal, no
nos dejes inducir en tentación; líbranos del mal”-.
15.
Los Espíritus que buscan de inducirnos al mal, poniendo de esta manera a prueba
nuestra firmeza en el bien hacer, obedecen, así a una misión que le fuera
encomendada? Y, si esa es una misión, -¿tienen por ello responsabilidad?
-“Ningún
Espíritu tiene por misión hacer el mal: quien lo comete lo hace por propia
voluntad, asumiendo las respectivas consecuencias. El Ser Universal deja hacer
para poneros en prueba, pero lo lo ordena: toca a vosotros rechazarlo”-.
16.
Cuando experimentamos un sentimiento de inquietud, de ansiedad inexplicable, o
de interna satisfacción, sin conocer el motivo, -¿eso tiene su origen en una
disposición física?
-“Casi
siempre es el resultado de comunicaciones que se tienen, inconscientemente, con
los Espíritus, o que tuvisteis con ellos durante el sueño”-.
17.
Los Espíritus que buscan de inducir al mal, -¿aprovechan las circunstancias en
que la gente se encuentra, o pueden crearlas a voluntad?
-“Aprovechan
las circunstancias, pero, muchas veces las provocan empujándoos, sin vosotros
saberlo, hacia el objeto que deseáis. De esta manera, por ejemplo, una persona
encuentra en su camino una suma de dinero: no creáis ya que sean los Espíritus
que le condujeron en aquel lugar; empero, los imperfectos pueden inducir al
sujeto a dirigirse a aquel lugar y sugerirle la idea de adueñarse del dinero,
mientras los buenos le sugieren la de restituirlo a quien pertenezca. Lo mismo
ocurre en todas las demás tentaciones”-,
OBSESIONADOS
18.
¿Puede un Espíritu revestir momentáneamente la envoltura de una persona viva,
es decir, introducirse en su cuerpo, y actuar en lugar del que se encuentra
encarnado?
-“Un
Espíritu no entra en un cuerpo, como uno de vosotros en una casa; se puede
asimilar con un Espíritu encarnado, que tiene sus mismos defectos y sus mismas
cualidades, para actuar en armonía; pero es siempre el Espíritu encarnado que
actúa como quiere sobre la materia de la que encuentra revestido. Ningún Espíritu
puede sustituir al que se encuentra encarnado, por cuanto en el ser humano
Espíritu y cuerpo están indisolublemente unidos hasta el término de la
existencia material”-.
19.
Entonces, si no existe posesión propiamente dicha, es decir, cohabitación de
dos Espíritus en el mismo cuerpo, puede un Espíritu encontrarse en dependencia
de otro de manera de ser sojuzgado u obsesionado al punto que su voluntad sea
más o menos inhibida?
-“Sí,
este es el verdadero caso de obsesión. Empero, sabed que esta dominación jamás
puede subsistir sin la participación de quien experimenta, bien sea por
debilidad o por consenso. Sin embargo, muchas veces se toman por poseídos
epilépticos o personas enloquecidas, quienes precisaban más un médico que de
exorcismo”-.
El
término obsesión, en su acepción normal, presupone la existencia de Espíritus
imperfectos, es decir, una categoría de seres de naturaleza perversa, y la
cohabitación de uno de estos con un Espíritu encarnado en el mismo cuerpo.
Ahora, por cuanto no existen demonios propiamente dichos, y dos Espíritus no
pueden habitar contemporáneamente en el mismo cuerpo, no existen poseídos,
según el significado atribuido a este vocablo. La palabra obsesión se entiende
como dependencia absoluta, en la cual el ser puede encontrarse, de parte de
Espíritus imperfectos, quele dominan”-.
20.
¿Es posible alejar de sí a los Espíritus malvados, y liberarse de su dominio?
-“Puede
siempre, cada quien, desempeñar un rol, quien tiene la firme intención de
hacerlo”-.
21.
¿Puede suceder que la fascinación ejercitada por un Espíritu imperfecto sea de
tal grado que la persona subyugada no lo perciba? Entonces, ¿puede un tercero
hacer cesar este dominio ejercitado y en tal caso como se procede?
-“Si
este tercero es una persona de bien, su voluntad puede ayudar, solicitando
sobre el caso la asistencia de los buenos Espíritus, por cuanto cuando se trata
de un ser virtuoso, tiene mayor ascendencia sobre los Espíritus imperfectos
para alejarlos, y sobre los buenos para atraerlos; pero sería vano todo
esfuerzo si el subyugado no lo consiente y deja de cooperar. Hay quienes se
complacen de una dependencia que estimula los gustos y los deseos. En cada
caso, quien no tiene un pensamiento puro experimenta en ese mismo grado la
respectiva impotencia: los Espíritus buenos le desprecian y los imperfectos no
le temen”-.
22.
¿Las fórmulas de exorcismo tienen alguna eficacia sobre los Espíritus
imperfectos?
-“No:
cuando estos Espíritus ven que se recurre a tales medios, se ríen, haciendo
cosas peores”-.
23.
¿Existen personas animadas de buenos pensamientos y no obstante se encuentran
poseídas? ¿Cuál es el mejor medio de librarse de los Espíritus dominadores?
-“Agotando
la obstinación, no haciendo caso de sus sugestiones; persuadidles de que
pierden el tiempo. Cuando observan de que es un esfuerzo perdido, se van”-.
24.
¿La oración es un medio eficaz en contra de la obsesión?
La
oración siempre es una ayuda potentísima; pero tomad en cuenta de que no es
suficiente pronunciar palabras. El Ser Universal asiste a quienes actúan y no a
quienes se limitan a preguntar. Es, por lo tanto, necesario que el obsesionado
haga de su parte todo cuanto dependa de él para erradicar de sí la causa que atrae
a los Espíritus imperfectos”-.
25.
¿Qué se debe pensar del ahuyentamiento de los demonios del que habla el Nuevo
Testamento?
-“Es
preciso distinguir en cual acepción se utiliza la palabra demonio. Si se
denomina demonio un Espíritu imperfecto, que subyuga a un encarnado, cuando se
elimine la influencia, él será alejado de verdad. Si atribuís una ausencia de
salud al demonio, reestablecida la salud, podréis decir que le habéis alejado.
Una cosa resulta cierta o falsa según el sentido que se le dé a las palabras.
Las más grandes verdades pueden parecer absurdas, si se observa únicamente la
forma, o se toma la alegoría por la realidad. Entendedlo bien, y fijadlo en la
mente, por cuanto esta es una regla que se precisa frecuentemente aplicar”-.
CONVULSIONARIOS
26.
-¿Los Espíritus participan en los fenómenos que se producen en los individuos
denominados convulsionarios?
-“Sí,
mucha, al igual que, también, el magnetismo, que es la primera causa. Pero,
personas pocos escrupulosas, para explotarlas, frecuentemente los han
exagerado, y de esta manera, ridiculizados”-.
-¿De
cuál naturaleza son, generalmente, los Espíritus, que contribuyen a esta
especie de fenómenos?
-“Pocos
elevados. Creéis vosotros que Espíritus elevados se ocuparían de esto?”
27.
-¿Cómo es que el estado anormal de las convulsiones y las crisis de este genero
pueden desenvolverse, de repente, en una entera población?
Por
efecto de simpático: en determinados casos, las disposiciones morales se
comunican con extrema facilidad. Conocéis en grado suficiente los efectos
magnéticos para comprender este particular, así como la parte que ciertos
Espíritus toman por simpatía”.
Entre
las singulares facultades que se observan en los convulsionarios, es fácil
notar varias, de las cuales el sonambulismo y el magnetismo ofrecen numerosos
ejemplos, como la insensibilidad física, la penetración del pensamiento, la
transmisión simpática de los dolores, y otros similares. Por lo cual, no se
puede dudar que aquellos seres no se encuentran, en estado de vigilia, en una
especie de sonambulismo provocado por influencia recíproca. Son, al mismo
tiempo, magnetizadores y magnetizados, sin saberlo.
28.
-¿Cuál es la causa de la insensibilidad física que se observa en ciertos
convulsionarios y en otros individuos sometidos a las más atroces torturas?
-“En
algunos es exclusivamente la fuerza magnética, que actúa en el sistema nervioso
de la misma manera que ciertas sustancias; en otros, la exaltación del
pensamiento, la cual aturde la sensibilidad de tal manera que la vida parece
que fue retirada del cuerpo para trasladarse en el Espíritu. -¿No sabéis,
acaso, que cuando el Espíritu está centrado en una cosa con intensidad, el
cuerpo no oye, no ve y no siente nada?
La
exaltación fanática y el entusiasmo ofrecen, frecuentemente, en los suplicios,
el ejemplo de una tranquilidad e intrepidez, que no podrían triunfar de un
dolor agudo, si no se admitiese que la sensibilidad es inhibida por una especie
de efecto anestésico. Es notorio que, en el ardor de las batallas, alguno,
frecuentemente, no se percata de una grave herida, mientras que, en condiciones
normales, experimentaría dolor.
Por
cuanto estos fenómenos dependen de una causa física y de la acción de ciertos
Espíritus, se podría anteponer la pregunta sobre cómo ha sido posible que los
magistrados públicos hayan logrado, en algunos casos, a hacerlos cesar. La
respuesta es muy simple. La acción de los Espíritus no es sino secundaria:
ellos aprovechan, únicamente, de una disposición natural. Ahora, los magistrados
no han suprimido esta disposición, sino la causa, que la mantenía, y la
exaltaba, por lo cual, de activa que era la convirtieron en latente. Si no
hubiese sido así, su intervención habría fallado, al igual que lo hace, cada
vez, que la acción de los Espíritus es directa y espontánea.
AFECTOS
DE LOS ESPÍRITUS
POR
DETERMINADAS PERSONAS
29.
-¿Los Espíritus aman algunas personas encarnadas con preferencia de otras?
-“Los
Espíritus buenos tienen simpatía por las personas virtuosas, o que van
mejorando; los Espíritus inferiores por los seres viciosos, o que tienen
tendencia a tales efectos. Esta es la causa del afecto, dado por la semejanza
de los sentimientos”-.
30.
-¿El afecto de los Espíritus por las personas encarnadas es puramente moral?
-“El
afecto verdadero no puede ser diverso; empero, cuando un Espíritu se liga a una
persona no siempre es por afecto, sino que interviene un remanente de pasiones
humanas”-.
31.
-¿Los Espíritus toman parte en nuestras desventuras y en nuestra prosperidad?
-¿Quiénes nos aman, se afligen de nuestros males?
-“Los
buenos hacen todo el bien que les es posible, y se alegran de vuestro
bienestar. Se afligen de vuestros males, cuando no los soportad con
resignación, resultando sus esfuerzos por ayudaros infructuosos, por cuanto vosotros
hacéis como el que rechaza la bebida amarga que habrá de curarle”.-
32.
De los males humanos, -¿de cuales se afligen más los Espíritus, de los físicos
o de los morales?
-“De
vuestro egoísmo y dureza de sentimientos, que constituyen la causa de todos los
demás. No se ocupan de todos aquellos males imaginarios, que nacen del orgullo
y de la ambición; pero si lo hacen de todo aquello que tiene por efecto
abreviar vuestro tiempo de prueba”.-
Los
buenos Espíritus, por cuanto saben como la vida corpórea es transitoria, y las
tribulaciones que las acompañan son medios para alcanzar un estado mejor, se
afligen por nosotros más de las causas morales, que distancian de la meta, que
de los males físicos que son pasajeros. De las adversidades que perjudican, únicamente,
nuestras ideas mundanas, ellos se ocupan al igual que nosotros lo hacemos con
las aflicciones pueriles de los niños”-.
Ellos,
que en las aflicciones de la vida ven un medio para el propio avance, las
consideran como las crisis momentáneas que debe salvar a la persona que anhela
curarse. Se interesan en nuestras adversidades al igual que nosotros lo hacemos
con las de una persona amiga. Empero, juzgando las cosas mejor que nosotros,
las aprecian de manera más precisa. De esta manera, mientras ellos nos exhortan
hacia un buen porvenir, nos Espíritus inferiores lo hacen en sentido contrario.
33.
-Nuestros parientes y amigos, que nos precedieron en la dimensión espiritual,
-¿tienen por nosotros más simpatía que los Espíritus que nos son extraños?
-“Ciertamente,
con frecuencia os protegen con todas sus fuerzas”-.
-¿Son
sensibles al afecto que experimentamos por ellos?
-“Sensibilísimos;
olvidan, únicamente, a quienes lo hacen con ellos”-.
ESPÍRITUS
PROTECTORES O GUÍAS.
ESPÍRITUS
AFINES, ESPÍRITUS FAMILIARES.
34.
-¿Existen Espíritus que protegen a una persona encarnada, en particular?
-“Sí;
cada encarnado tiene un hermano espiritual, es decir, aquel que vosotros,
frecuentemente, denomináis vuestro buen Espíritu o vuestro buen Genio”-.
35.
-¿Qué se debe entender por Espíritu protector?
-“Es
un Espíritu de orden elevado asignado en función protectora”.
36.
-¿Cuál es la misión del Espíritu protector?
-“La
de un Padre hacia sus propios hijos: guiar su protegido en la buena vía y
ayudarle con consejos; consolarlos en las aflicciones, y alentar su coraje en
las pruebas de la vida”.
37.
-¿El Espíritu protector vigila a su protegido desde el nacimiento?
-“Desde
el nacimiento hasta la desencarnación”. Frecuentemente, después, le sigue,
también, en la dimensión espiritual, y, muchas veces, en diversas existencias,
dado que, por la relación existente en la vida del Espíritu, cada una
constituye una breve fase”,
38.
–La misión del Espíritu protector, -¿es voluntaria u obligada?
-“Es
obligada, desde el momento en que el Espíritu aceptó, voluntariamente, aquella
tarea; pero, está en su facultad elegir como protegido el ser que le sea más
simpático. Para unos, constituye un placer; para otros, una misión o un deber”.
-Dedicándose
a un encarnado, -¿el Espíritu renuncia a proteger a otros?
-“No;
pero, lo hace menos exclusivamente”.
39.
-¿El Espíritu protector está unido, fatalmente, al ser a quien protege?
-“Puede
ocurrir que él deba dejar su lugar para cumplir otros encargos, en cuyo caso es
sustituido”.
40.
-¿Ocurre, alguna vez, que el Espíritu protector abandone a su protegido, cuando
éste es rebelde a sus consejos”
-“Se
aleja, cuando ve que su acción protectora no conduce a nada, es decir, cuando
la persona encarnada prefiere seguir la influencia de los Espíritus inferiores:
pero, no le abandona, y se hace siempre sentir, aún cuando habla con alguien
que se reusa oír. Empero, en cuanto es llamado, vuelve a asistirle. La doctrina
de los Espíritus protectores debería convertir, también, a los más incrédulos,
por el encanto de su dulzura. En verdad, -¿cuál idea puede ser más consoladora
de la que sostiene que, cada uno de nosotros, tiene siempre en su defensa un
ser que le es superior, dispuesto, siempre, a socorrerle, a aconsejarle, a sostenerle,
a ayudarle a subir la áspera montaña del bien, amigo más sincero y más devoto
de los más íntimos que se puedan desear sobre esta tierra? Aquel ser os sigue
por orden de Dios, que bajo su cuidado os colocó, y, y con amor, cumple, cerca
de vosotros, una hermosa, pero, exigente misión. Sí, en cualquier parte en que
os encontráis, él estará con vosotros. Nada podrá separaros de aquel ser amigo,
que no podéis ver, pero que, vuestro Espíritu siente sus suaves impulsos y
entiende los prudentes consejos. -¿Por qué no os fundáis mejor sobre esta
excelente verdad? ¡Oh, cuantas veces os reafirmaría en los momentos de crisis!
¡Cuantas veces os salvaría de la influencia de los Espíritus inferiores! Con
frecuencia, en cambio, a vuestro regreso en la dimensión espiritual, aquel
Espíritu protector deberá deciros: -”Yo te aconsejé, pero tú no me prestaste
atención; yo te enseñé a donde te conducía el camino, y tú quisiste seguirlo;
yo te hice sentir en la conciencia la voz de la verdad, pero tú seguiste los
consejos opuestos. Interrogad vuestros Guías, estrechad con ellos aquella
segura intimidad que reina entre los mejores amigos. No busquéis de ocultarles
cosa alguna, por cuanto tienen el ojo de Dios; no podréis engañarle. Pensad al
porvenir; procurad de ascender siempre más en alto en este ciclo de vida;
vuestras pruebas serán más breves; más felices vuestras existencias. Coraje,
por lo tanto, hijos del hombre. ¡Arrojad lejos de vosotros los prejuicios y las
viejas vestiduras; entrad en la nueva vía, que se os abre delante! ¡Caminad!
¡Proceded! Tened amorosos guías, seguidles: la meta no os puede faltar, por
cuanto ella consiste en el mismo Creador Universal. –A quien creyese imposible
que los Espíritus elevados se sometan a una tarea tan laboriosa y obligante, diremos
que nosotros guiamos vuestros Espíritus, aunque nos encontremos millones de
millas distantes de vosotros. Para nosotros el espacio es nada, por lo cual, si
bien vivimos en otro mundo, nuestros Espíritus conservan la sintonía con el
vuestro. Nosotros poseemos facultades que vosotros no podéis comprender, aún;
empero, tened la certeza de que Dios, a nosotros, no nos impone encargo
superior a nuestras fuerzas y no os abandonó, solos, sobre la tierra, sin
amigos y sin sustento. Cada Espíritu protector tiene su protegido, sobre el
cual vigila como un padre sobre su hijo, contento cuando le ve sobre la buena
vía, insatisfecho cuando sus consejos resultan inútiles. No temáis cansarnos
con vuestras preguntas; al contrario, manteneos en constante relación con nosotros:
seréis más fuertes y más felices. Son, por lo tanto, estas comunicaciones de
cada ser con su Espíritu protector que hacen de todos los seres humanos tantos
médiums ignorados hasta hoy, pero, se manifestarán más tarde, y se expandirán
como un océano sin límites para expulsar lejos de la tierra la incredulidad y
la ignorancia. Seres humanos instruidos, instruid; seres humanos de ingenio,
elevad vuestros hermanos. Haciéndolo de esta manera, cumpliréis la obra que
Dios os asigna. Él os ha dado el ingenio y la ciencia, para que compartáis su
fruto con vuestros congéneres, para que les ayudéis a progresar en la vía del
bien y de la eterna felicidad”-.
Luís
- Agustín de Hipona.
La
gran y sublime doctrina de los Espíritus protectores, que vigilan sobre sus
protegidos, no obstante la distancia que separa los globos, no contradice en
modo alguno la razón. -¿No vemos, nosotros, sobre la tierra, a un padre vigilar
sobre el hijo, aunque se encuentre lejos, y ayudarlo con sus consejos por
correspondencia? -¿Cuál contradicción podría haber en que los Espíritus puedan
guiar a los encarnados, que ellos asuman de hacerlo, desde un mundo a otro, ya
que la distancia, que separa los mundos, para ellos es menor que la que, en la
tierra, separa los continentes? ¿No disponen del fluido universal, que
comunica, en conjunto, todos los mundos, haciendo un todo armónico, fluido que
constituye un inmenso vehículo en la comunicación de contenidos mentales, como
el aire es para vosotros en la trasmisión del sonido?
41.
-El Espíritu protector que se aleja de su protegido, al dejarle de
beneficiarle, -¿podría perjudicarle?
-“Los
Espíritus buenos jamás ocasionan mal alguno a nadie; empero, lo dejan hacer a quienes
se le interrelacionan. Entonces, vosotros acusáis al destino de las
adversidades que afrontáis, mientras que la responsabilidad es toda vuestra”-.
42.
-¿Puede el Espíritu protector dejar a su protegido a merced de uno que desea
perjudicarle?
.”Los
Espíritus inferiores realizan sus esfuerzos para contrarrestar la acción de los
buenos; empero, mientras la persona asistida quiera, el protector vencerá. El
Espíritu bueno, mientras tanto, encontrando en otra parte a alguien que precise
cooperación, le ayudará, hasta que, oportunamente, se ocupe, nuevamente, de su
protegido”-.
43.
–Cuando el Espíritu protector deja extraviar a su protegido, -lo hace por su
impotencia para luchar en contra de los Espíritus inferiores?
-“No
se trata, ya, de que no pueda, sino porque ya no quiere: su protegido sale de
las pruebas mejorado y más experto; en ellas él le asiste con sus
inspiraciones, sugiriéndole buenos pensamientos, los cuales, lamentablemente,
no siempre sigue. Recordad que la fuerza de los Espíritus inferiores se
encuentra, únicamente, en la debilidad, en la indiferencia y en el orgullo del
ser humano: si encuentran alguna resistencia en vosotros, quedan
neutralizados”-.
44.
-¿El Espíritu protector es constantemente con su protegido? -¿No se dan casos,
en los cuales, sin abandonarlo, le pierda de vista?
-“Existen
casos en los cuales la asistencia del Espíritu Protector no es necesaria a su
protegido”-.
45.
-¿Llega el momento en el cual el Espíritu no precise más de Guía?
-“Sí,
cuando ha llegado al grado de poder regirse por sí mismo, al igual que llega el
momento en el cual el alumno no requiere más de maestro; empero, esto no ocurre
en vuestro planeta, aún”-.
46.
-¿Por qué pasa inadvertida la acción de los Espíritus en nuestra existencia? Es
decir, -¿Por qué su protección no es visible?
-“En
ese caso, vosotros dependeríais en grado excesivo de su asistencia, inhibiendo,
esta circunstancia, vuestra autonomía; dejando, al mismo tiempo, de estimular
el progreso individual de cada quien. A esta finalidad, es precisa la
experiencia, la cual, la persona encarnada, debe adquirirla por cuenta propia.
Cada individuo debe ejercitar sus fuerzas, única manera en que podrá ser capaz
de caminar por sí mismo, superando la etapa infantil. La acción de los
Espíritus que os aman, es siempre realizada de manera tal que podáis ejercer
vuestro propio libre albedrío. Si vosotros no fueseis responsables de vuestras
acciones, dejaríais de progresar en la vía que ha de conduciros al Creador
Universal. El ser humano, no viendo el apoyo espiritual que se le aporta, hace
uso de sus propias fuerzas: su Guía, empero, le vigila, y le va inspirando la
toma de precauciones esenciales, haciéndole percibir los peligros inherentes,
en cada caso”-.
47.
-El Espíritu protector que logra conducir a su protegido sobre la justa vía,
-¿obtiene algún beneficio para sí?
-“El
mérito del bien realizado, como usufructo, tanto para su avance evolutivo como
para su propia felicidad. Se encuentra contento si ve que sus cuidados lograron
su objetivo, al igual que un preceptor disfruta del buen éxito alcanzado por su
discípulo”-.
-En
caso de que no se haya alcanzado el resultado apetecido, -¿debe responder de
ello?
-“No,
por cuanto ha hecho cuento le era posible”-.
48.
–El Espíritu protector que ve a su protegido seguir por una senda inadecuada a
su progreso, no obstante sus sugerencias inspirativas, -experimenta algún tipo
de sentimiento que afecte su felicidad?
-“Se
entristece por los errores de su protegido, y lo lamenta. Pero, este estado es
incomparable con las inquietudes paternales, en la dimensión física, por cuanto
el Espíritu protector sabe que la situación tiene solución, y que, lo que se ha
dejado de hacer hoy, se hará mañana”-.
49.
-¿Podemos, nosotros, saber el nombre de nuestro Espíritu protector?
-“¿Cómo
queréis conocer nombres que no existen para vosotros? -¿Creéis, vosotros, que
entre los Espíritus solamente pueden existir aquellos que conocéis?
-Y,
entonces, -¿cómo invocarlo?
-“Dadle
el nombre que queráis; aquel (si así os agrada) de un Espíritu superior, por el
cual tenéis simpatía y veneración: vuestro Guía vendrá a la llamada, por cuanto
todos los Espíritus buenos son hermanos, y se asisten recíprocamente”-.
50.
Los Espíritus protectores, que toman nombres conocidos, -¿fueron, siempre, en
la dimensión física, las personas que los llevaron?
-“No;
sino Espíritus a ellos afines, que, frecuentemente, son enviados por ellos. Si
ven que, propiamente, no podéis hacer a menos de su nombre, asumen uno que os
inspira confianza. Cuando vosotros, en la dimensión física, no podéis cumplir
un acto, personalmente, enviáis a un apoderado de confianza que actúa en
vuestro propio nombre”-.
51.
-¿Cuándo hayamos regresado a la dimensión espiritual, reconoceros a nuestro
Espíritu protector?
-“Sí,
y lo más factible es que ya le conocíais antes de encarnaros”-.
52.
-¿Los Guías pertenecen todos a la clase de los Espíritus superiores? -¿Los hay,
también, entre los inferiores? Un padre, por ejemplo, -¿puede convertirse en el
Espíritu protector de un hijo suyo?
-“La
protección precisa, en el protector, determinado grado de elevación, de poder y
de virtud superior al que posee el protegido. El padre, que protege a un hijo
suyo, puede ser asistido, a su vez, por un Espíritu más elevado”-.
53.
–Los Espíritus virtuosos que han dejado la dimensión física, -¿pueden, siempre,
proteger a sus seres queridos, que, aún, permanecen en ella?
-“Su
poder es más o menos limitado, y no siempre la condición en la cual se
encuentran le dejan en plena libertad de actuar”-.
54.
-Los seres humanos que se encuentran en condiciones primitivas de vida, o en
estado de inferioridad moral, -¿tienen, también ellos, sus propios Espíritus
protectores? Si esto fuese así, estos Guías -¿son de orden elevado al igual que
los más adelantados?
-“Cada
ser tiene un Espíritu que vigila sobre él; empero, las misiones son relativas
al respectivo propósito. -A un niño que empieza a leer, -¿le asignáis, acaso, a
un profesor de filosofía? El grado del Espíritu protector es equivalente al del
protegido. Al mismo tiempo que cada uno de vosotros tenéis un Espíritu superior
a vosotros, el cual os asiste, cada uno de vosotros, puede, a su vez, proteger
a un Espíritu que le sea inferior, y los progresos que con su ayuda ha logrado
realizar el protegido, contribuyen a incrementar el vuestro. El Creador
Universal no exige al Espíritu más que lo que permiten su naturaleza y el grado
evolutivo al cual ha llegado”-.
55.
-¿Cuándo el Espíritu de un padre que asiste a un hijo suyo, reencarna, continúa
protegiéndole?
-“Le
resulta menos fácil; empero, él solicita, en un momento en que se encuentra
emancipado, a un Espíritu afín, de ayudarle en su misión. Por otra parte, los
Espíritus asumen, únicamente, misiones que pueden cumplir hasta el final. Los
Espíritus encarnados, especialmente en los mundos en los cuales la vida se
encuentra altamente materializada, se encuentran muy ligados al cuerpo, para
que puedan cumplir el objetivo de asistir a otros personalmente: por esta razón
los Espíritus protectores poco elevados son, ellos mismos, asistidos por otros
Espíritus, que mayor nivel evolutivo. Por lo tanto, si los primeros vienen a
menos en su cometido, son suplidos por los segundos”-.
56.
Como el Espíritu protector que lo guía al bien, -¿tiene, quizá, cada ser
encarnado, también, un Espíritu inferior o maléfico, que le empuja al mal, y le
proporciona las ocasiones de elegir entre una cosa u otra?
-“No.
Los Espíritus inferiores cuando se le presenta la ocasión, intentan, siempre,
de alejar a los seres humanos de la recta vía; pero, cuando uno de ellos se
acerca a un encarnado lo hace por su propia voluntad, por cuanto espera de ser
escuchado: entonces ocurre el accionar entre el Espíritu superior con el
inferior, ganando, entre los dos, aquel a quién la persona objeto de la
influencia, concede el dominio sobre sí”-.
57.
-¿Podemos, los seres humanos, tener, al mismo tiempo, varios Espíritus
protectores?
-“Más
Espíritus protectores no, pero sí varios Espíritus afines de mayor o menor
elevación, que os tienen afecto, y por lo tanto, os brindan asistencia”-.
58.
–¿Los Espíritus afines actúan por misión asignada?
-“En
alguna ocasión podrían hacerlo por una misión temporal; pero, casi siempre, son
atraídos por la afinidad de pensamientos y de sentimientos, tanto en el bien
como en la polaridad opuesta”-.
-¿Se
deduce de esto que los Espíritus afines pueden ser tanto superiores como
inferiores?-.
-“Ciertamente:
el ser humano encuentra siempre Espíritus que simpatizan con él, sea cual fuere
su carácter”-.
59.
-¿Los Espíritus familiares son los mismos afines?
-“Existen
infinitas gradaciones de protección y afinidad: dad a ellas el nombre que
queráis. El Espíritu familiar es, en cierto modo, el amigo de la casa”-.
De
las precedentes explicaciones y de las observaciones efectuadas sobre la
naturaleza de los Espíritus, que tienen vinculación con los seres humanos, se
puede deducir cuanto sigue:
1.
Espíritu protector, Guía o buen Genio, es aquel que tiene la misión de vigilar
sobre la persona encarnada y de ayudarle a progresar. Él es, siempre, de estado
de conciencia superior, relativamente hablando, al del ser que protege.
2.
Espíritus afines son aquellos que son atraídos a nosotros por afectos
particulares y por una serie de semejanzas de gustos y sentimientos tanto en el
bien como en el mal. La duración de sus relaciones depende, casi siempre, de
las circunstancias inherentes.
3.
Espíritus familiares son los que acercan a determinadas personas con ligamen
más o menos durable, con la finalidad de brindarle algunos servicios dentro de
los límites de sus propias fuerzas, generalmente, con cierta restricción. Son
de naturaleza benévola, pero, en línea general, pocos avanzados y,
eventualmente, también, ligeros. Se ocupan de los particulares de la vida
íntima y suelen actuar por orden o con el permiso de los Espíritus protectores.
4.
Genio maléfico es un Espíritu imperfecto o perverso, que se ataca al ser humano
para distraerlo del bien, pero actúa de su espontánea voluntad, y no en virtud
de una misión. Su tenacidad depende de la mayor o menor resistencia que
encuentra. El ser humano es siempre libre de escuchar la voz, o de rechazarla.
60.
–Existen personas encarnadas que se relacionan con otras, bien sea para
perjudicarle, induciéndoles a cometer errores, o para estimularle, guiándoles
por el recto camino. -¿Quién son ellos?
-“Ciertas
personas ejercen sobre otras una especie de fascinación casi irresistible.
Cuando esto ocurre para el mal, se trata de Espíritus imperfectos, de quienes
se valen otros peores para mejor subjugar la victima. Dios puede permitirlo
para probaros”-.
61.
–Nuestro Espíritu protector, o, también, eventualmente, un genio maléfico,
-¿podría encarnarse para acompañarnos en la vida, más directamente?
-“Ocurre
muy rara vez; frecuentemente, ellos dan tal encargo a otros Espíritus
encarnados, que les son afines”-.
62.
-¿Existen Espíritus que se dedican a proteger a toda una familia?
-“Existen
Espíritus que protegen a los miembros de una misma familia, para que vivan
juntos unidos por el afecto; empero, no los hay protectores del orgullo de los
grupos étnicos”-.
63.
–Dado que los Espíritus son atraídos por su afinidad hacia las personas, -¿lo
son, igualmente, hacia grupos de personas, por causas particulares?
-“Los
Espíritus van, preferiblemente, donde encuentran sus afines, por cuanto allí se
encuentran a su gusto y más seguros de ser oídos. Los seres humanos, sean
solos, o en grupos, como una asamblea, una ciudad o una nación, atraen a sí,
siempre, a los Espíritus, en razón de sus tendencias. Existen entes morales,
ciudades y naciones, que son asistidos por Espíritus más o menos elevados,
según el carácter y las pasiones dominantes. Los Espíritus imperfectos se
alejan de quienes les rechazan: de esto resulta que el perfeccionamiento moral
de los cuerpos colectivos, como el de los individuos, tiende a eliminar los
Espíritus imperfectos y a atraer los benéficos, que suscitan y mantienen, en
las masas, el sentimiento del bien”-.
64.
Las uniones individuales, como la sociedad, las ciudades y las naciones,
-¿tienen sus Espíritus protectores especiales?
-“Sí,
por cuanto son individualidades colectivas que persiguen un propósito común.
Precisan de una dirección superior”-.
65.
–Los Espíritus protectores de las masas, -¿son más elevados que aquellos de los
individuos particulares?
-“Según
los casos, es decir, de acuerdo al desarrollo intelectual y moral de la masa,
que ellos protegen, a cuyo grupo es relativa su superioridad”-.
66.
-¿Determinados Espíritus pueden promover el progreso de las artes, protegiendo
a quienes se ocupan de las mismas?
-“Ciertamente,
y asisten a quien le invoca, cuando, empero, es digno de tal cosa, ya que, de
nada serviría asistir a quienes se encuentran preparados insuficientemente para
ejecutar sus inspiraciones”-.
Los
antiguos poseían divinidades especiales: las musas no eran otra cosa que la
alegórica personificación de los Espíritus protectores de las ciencias y de las
artes; denominaban con los nombres de lares y penates, a los Espíritus
protectores y afines de la familia. Entre los modernos, las artes, las industrias,
las ciudades y las naciones, tienen, también, sus respectivos protectores bajo
diversas denominaciones.
Del
hecho de que cada individuo tiene sus Espíritus afines deriva que, en todos los
cuerpos colectivos, la generalidad de los Espíritus afines se encuentra en
relación con la generalidad de los individuos. Los Espíritus extraños son
atraídos por la identificación de los gustos y de los pensamientos. Las masas,
al igual que los individuos, son más o menos circundadas, asistidas, e
inspiradas, según sus pensamientos y sus tendencias.
En
los pueblos las causas de atracción de los Espíritus son las costumbres, los
hábitos, el carácter predominante, y, especialmente, las leyes, por cuanto, en
éstas se refleja el carácter de las naciones. Los seres humanos que han
establecido como regidora de sus pactos sociales la justicia, se encuentran
inmunizados en contra de la influencia de los Espíritus imperfectos. Donde, en
cambio, las leyes sancionan disposiciones injustas, contrarias a la humanidad,
los buenos Espíritus escasean, y la caterva de malvados, que allí fluye,
retarda el progreso de la nación, inhibiendo los influjos positivos parciales,
perdidos en la muchedumbre, como una espiga aislada entre las ortigas.
Estudiando las costumbres de cualquier pueblo o sociedad humana, es fácil
formarse un concepto de las inteligencias invisibles que ejercitan su
influencia sobre los pensamientos y las acciones.
PRESENTIMIENTOS
67.
-¿El presentimiento es siempre un aviso del Espíritu protector?
-“Puede
ser el consejo íntimo y oculto de cualquier Espíritu que os ame; pero, lo más
usual es que sea una percepción intuitiva de las pruebas que habéis querido
asumir: es la voz de la conciencia. El Espíritu, antes de encarnarse, ha
conocido las fases principales de su futura existencia, es decir, el tipo de
pruebas a las cuales estaba a punto de someterse. Ahora, por lo tanto, aquellas
que tienen un carácter más exigente, generan en lo íntimo una especie de
aprehensión, y ésta que es la voz de la propia conciencia, que, despertándose,
cuando el suceso está por ocurrir, se convierte en presentimiento”-.
68.
Los presentimientos y la voz de la conciencia presentan cierta vaguedad. -¿Qué
debe hacerse en los casos de incertidumbre?
-“Invocar
a vuestro Guía, u orar al Creador Universal, para que os asista”-.
69.
-¿Las advertencias de los Espíritus protectores tienen como único objeto la
vida virtuosa, o, también, se refieren a la vida material?
-“A
ambas; por cuanto ellos se ocupan de vuestro mejoramiento integral. Empero,
vosotros, con frecuencia, cerráis los oídos a las buenas advertencias; y os
encontráis insatisfechos por culpa vuestra”-.
Los
Espíritus protectores nos ayudan con sus consejos por medio de la voz de la
conciencia, que hacen hablar en nosotros; pero, dado que no siempre damos a
esta voz la debida importancia, ellos nos otros más directos sirviéndose de las
personas que nos circundan. Cada quien examine los varios casos, generalmente
adversos, de su vida, y verá que, en muchas ocasiones, ha recibido sugerencias
que ha dejado de aprovechar, las cuales, seguidas, le habrían ahorrado el
costoso aprendizaje.
INFLUENCIA
DE LOS ESPÍRITUS SOBRE LOS ACONTECIMIENTOS DE LA VIDA
70.
-¿Ejercen, los Espíritus, alguna influencia sobre los acontecimientos de la
vida?
-“Evidentemente,
ya que os aconsejan”-.
-¿Ejercen,
también, esta influencia de manera diversa, además de los pensamientos que nos
sugieren, o, mejor dicho, tienen ellos una inherencia directa sobre las
circunstancias de nuestra vida?
-“Si,
pero, siempre de acuerdo con las leyes de la naturaleza”-.
Erróneamente,
se suele creer que la acción de los Espíritus debe manifestarse con fenómenos
extraordinarios, y quisiéramos que su ayuda se expresara con hechos
sobrenaturales, y nos los representamos siempre equipados con una varita
mágica. Pero, las cosas no son así; esta es la razón por la cual dejamos de
percibir su intervención, y todo lo que llevamos a cabo con su concurso, nos
parece del todo natural. Ellos, por ejemplo, propician el acercamiento de dos
personas, el cual parece un encuentro casual; inspiran a alguien el pensamiento
de pasar por un determinado lugar, atraen la atención de otro sobre un
determinado aspecto, si ello debe conducir al resultado que se proponen
obtener. De esta manera, la persona cree de seguir el propio impulso, y
conserva su libre albedrío.
71.
Dado que los Espíritus ejercen una acción sobre la materia, -¿pueden, ellos,
producir determinados efectos, para hacer que se cumpla un acontecimiento? Así,
por ejemplo: una persona que debe desencarnar, sube por una escalera, se rompe
la misma y la persona pasa a mejor vida. ¿Son los Espíritus que han hecho
romper la escalera, para que se realice el destino de esta persona?
-“Es
verdad que los Espíritus ejercen acciones sobre la materia; pero, por el cumplimiento
de las leyes naturales, y no para derogarlas produciendo, arbitrariamente,
fenómenos inesperados y contrarias a las mismas. En el ejemplo antepuesto, la
escalera se rompió, por cuanto, estando corroída, no poseía la suficiente
resistencia para soportar el peso de una persona, siendo su desencarnación un
efecto natural, sin necesidad de la ocurrencia de un hecho sobrenatural”-.
72.
–Tomemos otro ejemplo: una persona que debe desencarnar fulminada, se refugia
debajo de un árbol; el rayo le envía a mejor vida. -¿Han tenido alguna
participación los Espíritus tanto en provocar el rayo como en orientarlo en
dirección de la persona en particular?
-“Nos
encontramos en un caso similar al anterior. El rayo se manifestó sobre aquel
árbol y en aquel momento, por cuanto las leyes de la naturaleza así lo
determinaron, y no porque aquella persona se encontraba debajo del árbol.
Empero, la persona fue inspirada a proceder de aquel modo y refugiarse debajo
del árbol sobre el cual debía caer el rayo. El árbol, de todas maneras, habría
estado afectado tanto si la persona se refugiaba como si hubiese dejado de
hacerlo, debajo de él”-.
73.
–Una persona mal intencionada dispara sobre alguien un proyectil, que le roza,
pero no le pega. -¿Pudo haberlo desviado un Espíritu benévolo?
-“Si
aquel ser no debe ser interceptado, el Espíritu benévolo le inspirará el
pensamiento de moverse, o interferirá sobre su enemigo para que falle el tiro;
el proyectil, una vez disparada el arma, seguirá el curso de la trayectoria que
deber recorrer”-.
74.
-¿Y, los proyectiles encantados de ciertas leyendas que le acertaban fatalmente
al objetivo?
-“Fabulas
fantásticas. El ser humano tiende a lo maravilloso; precisa apreciar, en
cambio, las maravillas de la naturaleza”.-
-“Los
Espíritus que dirigen los acontecimientos de la vida, -¿podrían ser
obstaculizados por otros que quisieran lo opuesto?
-“Lo
que el Creador Universal quiere, -por la Ley Cósmica- debe ser; si existe
retardo o impedimento, es por su voluntad”-.
75.
-¿Los Espíritus ligeros y burlones, pueden suscitar leves interferencias que
nos desvíen de nuestros propósitos? En otros términos: Son ellos los autores de
aquellas pequeñas, pero frecuentes contrariedades, que constituyen los diversos
estados de insatisfacción de la vida humana?
-“Ellos
se complacen de aquellas interferencias que a vosotros os sirven para ejercitar
la paciencia: pero se cansan rápido, si se percatan que os domináis. Pero,
sería injusto y carente de verdad, culparle de todas vuestras adversidades, que
vosotros mismos os procuráis, precisando mayor grado de disciplina. Tened
presente que si se os cae la vajilla de las manos y se rompe, la causa se debe
a un acto de desatención y nada más”-.
-Los
Espíritus que se complacen en interferir, -¿lo hacen por animosidad personal, o
se la toman con el primero que encuentran, sin ningún motivo, solamente por
ligera diversión?
-“Por
una u otra cosa. Algunas veces se trata por enemistad de esta u otra
existencia, razón por la cual existe este tipo de ataque. En otras ocasiones,
no hay motivo alguno”-.
76.
La animadversión de los seres que, en un momento dado, nos han ocasionado algún
perjuicio sobre la tierra, -¿cesa con su paso a la dimensión espiritual?
-“Frecuentemente
reconocen su actitud injusta y el perjuicio que han ocasionado; empero, también
como Espíritus os pueden perseguir animosamente, si el Creador Universal, -por
la Ley Cósmica- permite que continúe, para vosotros, aquel tipo de prueba”-.
-¿Se
puede lograr que termine? -¿De qué manera?
-“Sí,
orando por ellos, y devolviéndoles bien por mal, hasta que se percaten de que
deben actuar correctamente. Del resto, tan pronto sepáis rendiros superiores a sus
maquinaciones, le ponen fin para no perder tiempo y esfuerzo”-.
La
experiencia demuestra que ciertos Espíritus persisten en su venganza de una
existencia a otra, y de esta manera, tarde o temprano, se expían las culpas que
se puedan haber tenido hacia alguien.
77.
-¿Tienen, los Espíritus, el poder de eximir de males a sus protegidos y de
propiciarle condiciones de prosperidad?
-“No,
por cuanto los males, -por la Ley Cósmica- forman parte de los decretos de la
Providencia; empero, ellos alivian vuestros estados de adversidad inspirándoos
la paciencia y la asunción de la prueba. Por otra parte, sabed que,
frecuentemente, depende únicamente de vosotros evitar tales condiciones
adversas, o, al menos, atenuarlas. El Creador Universal os dio la inteligencia
para que la uséis, y es, de manera especial, en esto en lo que los Espíritus os
pueden ayudar enormemente, sugiriéndoos buenos pensamientos. Empero, ellos
ayudan a quienes se ayudan. Fue dicho: Buscad y encontraréis; tocad y os será
abierto. Y sabed, por último, que no siempre es un mal el que os parece tal,
por cuanto, frecuentemente, se deriva del mismo un bien inmensamente mayor, el
cual a vosotros, de momento, os pasa desapercibido, por cuanto pensáis,
únicamente, al presente o a vuestra persona”-.
78. -¿Puedes,
los Espíritus, si se le solicita, ayudar en la obtención de bienes de fortuna?
-“Alguna
vez como prueba; pero, en general, ellos no se ocupan de estas cosas, al igual
que un adulto deja de hacerlo con una pregunta inconsiderada de un chaval”-.
-¿Son
los Espíritus buenos, o los inferiores, quienes brindan estos favores?
-“Los
unos o los otros: depende de la intención; empero, son, más frecuentemente,
quienes desean arrastraros fuera del camino de la virtud, por cuanto encuentran
que el camino de las riquezas es el medio más fácil para hacerlo”-.
79.
-Cuando ciertos obstáculos parecieran oponerse, fatalmente, a nuestros
designios, -¿nos vienen ellos de la influencia de algún Espíritu?
-“Alguna
vez sí, pero, frecuentemente, es el resultado de la propia aptitud
insuficientemente desarrollada. La condición personal y el carácter tienen gran
inherencia. -Si os obstináis en una vía que no es la vuestra, -¿qué tienen que
ver los Espíritus en ello? Sois vosotros mismos vuestro propio Genio”-.
80.
De las propias condiciones venturosas de vida, -¿es a nuestro Espíritu
protector a quién debemos expresar gratitud?
-“Agradeced,
primeramente, al Creador Universal, sin cuya voluntad, -por la Ley Cósmica-, no
ocurre nada; después a los buenos Espíritus, quienes han sido los
instrumentos”-.
-¿Qué
ocurriría si dejáramos de expresarles nuestra gratitud?
-“Lo
que les ocurre a los ingratos”-.
-Sin
embargo, -¿existen algunos que aún sin orar ni expresar gratitud, son exitosos
en todo?
-“Sí,
pero hay que esperar hasta el final; toda fortuna obtenida sin méritos, suele
tener un costo inherente; cuanto más se haya recibido, tanto más hay que
pagar”-.
ACCIÓN
DE LOS ESPÍRITUS SOBRE LOS FENÓMENOS DE LA NATURALEZA
81.
–Los grandes fenómenos de la naturaleza, que se consideran como una
perturbación de los elementos, -¿son debidos a causas fortuitas, o tienen,
todos, un fin providencial?
-“Todo
tiene una razón de ser. No ocurre nada sin el permiso del Creador Universal,
-por la Ley Cósmica-“.
-¿Aquellos
fenómenos, tienen siempre, por objeto, el ser humano?
-“No,
por lo menos directamente; frecuentemente, lo único que deben reestablecer es
el equilibrio y la armonía de las fuerzas físicas de la naturaleza”-.
-Comprendemos,
perfectamente, que la voluntad divina sea la causa primera; empero, sabemos que
los Espíritus actúan sobre la materia y son agentes de la voluntad de Dios,
-¿algunos de ellos, no ejercen, quizá, un influjo sobre los elementos para
agitarlos, calmarlos o dirigirlos?
-“La
cosa es evidente, y no podría ser diversa. El Creador Universal no se ocupa de
la acción directa sobre la materia, y tiene sus instrumentos en cada grado de
la escala evolutiva, en los mundos”-.
82.
La mitología de los antiguos se encuentra, enteramente, fundada sobre las ideas
espíritas; ellos consideraban a los Espíritus como Divinidades, y atribuían a
estos Dioses, o Espíritus, funciones especiales. Algunos, según ellos, estaban
a cargo de los vientos, otros, de la vegetación, y así sucesivamente. -¿Con
esta creencia, los antiguos, se acercaban a la verdad?
-“Perfectamente;
pero, estaban, aún, por debajo de la verdad”-.
-Por
la misma razón, entonces, -¿podrían haber Espíritus que habitan en el interior
de la tierra y que presidan los fenómenos geológicos?
-“Todos
estos Espíritus, para cumplir sus propias funciones de presidir o dirigir, no
tienen ninguna necesidad de habitar sobre o dentro de la tierra. Vendrá el día,
en el cual tendréis la explicación de estos fenómenos, y los comprenderéis
mejor”-.
83.
–Los Espíritus que presiden los fenómenos de la naturaleza, -¿forman una clase
especial? -¿Constituyen una categoría especial de seres, o son Espíritus que
estuvieron encarnados como nosotros?
-“Que
fueron y que serán”-.
-¿Pertenecen
a los órdenes superiores o a los inferiores de la jerarquía espírita?
-“Según
que su oficio sea más o menos inteligente. Los unos dirigen, los otros
ejecutan; quien ejecuta las cosas materiales es siempre de orden inferior; así
ocurre entre los Espíritus como entre los seres humanos”-.
84.
–Para la producción de ciertos fenómenos, por ejemplo: las tempestades, -¿actúa
un solo Espíritu o un gran número?
-“Un
número determinado”-.
85.
Los Espíritus que actúan sobre los fenómenos de la naturaleza, -¿lo hacen con
conocimiento de causa o en virtud del libre albedrío, o por un impulso
instintivo mecánico?
-“Los
unos, en aquello; los otros, en esto. Tomemos un ejemplo: Imaginad las miríadas
de pequeñísimos animales que poco a poco hacen salir de las ondas islas y
archipiélagos; -¿creéis vosotros, que esto ocurre sin un fin de la Providencia,
y que, aquella transformación de la superficie del globo no sea necesaria a la
armonía general? Y, todavía, son pequeñísimos seres de ínfimo orden que cumplen
una función tan importante, y al mismo tiempo, provechoso a sus propias
necesidades, sin saber, que son, al mismo tiempo, instrumentos del Creador
Universal. Y bien, de igual manera, son útiles al conjunto los ínfimos
Espíritus; mientras hacen las primeras pruebas de la vida, antes de tener plena
conciencia de los propios actos y de gozar del libre albedrío, actúan sobre
ciertos fenómenos, de los cuales son los agentes sin ellos saberlo.
Primeramente, ejecutan; más tarde, cuando su inteligencia se haya desarrollado,
mandarán, y dirigirán las cosas del mundo material; más tarde, todavía, podrán
dirigir las del mundo moral. De esta manera, todo sirve, todo se encadena en la
naturaleza, del átomo primitivo al Espíritu más elevado, que, también ha
empezado desde el grado del átomo: ley admirable de armonía, que vuestro
Espíritu, aún, está lejos de comprender en su totalidad”-.
LOS
ESPÍRITUS EN LAS BATALLAS
86.
–En una larga batalla, -¿existen Espíritus que asistan, y sostengan, a cada una
de las partes?
-“Sí;
estimulan el coraje”-.
De
esta manera, nos representaban, los antiguos, a los dioses, apoyando a uno o a
otro pueblo. Estos dioses, no eran otra cosa que Espíritus representados en
forma alegórica.
87.
–En una guerra, la justicia no puede estar más que de una sola parte: -¿por qué
existen Espíritus que apoyan a quienes carecen de la misma?
-“Bien
sabéis que hay Espíritus que hacen caso omiso de la armonía y de la acción
creadora, para quienes la guerra es la guerra, y el sentido de la justicia
escapa al móvil de su interés”-.
88.
-¿Algunos Espíritus pueden influir sobre el general, mientras concibe su plan
de campaña?
-“Sin
duda alguna. Los Espíritus pueden influir sobre ésta al igual que sobre todas
las demás ideas”-.
89.
–Entonces, -¿Espíritus inferiores podrían sugerirle ideas incorrectas con el
fin de hacerle perder?
-“Sí,
pero él posee el libre albedrío. Si su criterio es insuficiente para distinguir
una idea justa de otra que no lo es, él asumirá las consecuencias, siéndole más
propicio obedecer que mandar”-.
90.
-¿Puede un general ser guiado por una especie de segunda vista, por una percepción
intuitiva, que le haga preveer el resultado de sus planes?
-“Frecuentemente
es así para el hombre de genio, quien la denomina inspiración, bajo cuya guía
actúa con seguridad. Ella le es proporcionada por los Espíritus que le dirigen,
haciendo uso de sus facultades”-.
91.
-¿Qué hacen los Espíritus de quienes caen en las batallas? Siguen tomando parte
en la batalla después de la desencarnación?
-“Algunos
sí; otros se alejan”-.
A
los caídos en las batallas les ocurre lo mismo que a todos en las desencarnaciones
violentas, estupefacto, y con ausencia de conciencia de la realidad en que se
encuentra, no percibe, aún, que ha desencarnado. Sigue tomando parte en las
acciones; luego, en forma gradual, va discerniendo la realidad.
92.
–Los Espíritus que, mientras vivían en la dimensión física, combatían en campos
diversos, -¿después de la desencarnación se reconocen como enemigos, estando,
todavía, encolerizados los unos contra los otros?
-“En
principio, podría darse el caso; pero, con el clarificarse de las ideas,
perciben que no existe, entre ellos, razón alguna para la animadversión.
Algunos, sin embargo, alimentan, todavía, trazas, más o menos acentuadas, según
el respectivo carácter de cada uno”-.
-¿Perciben,
aún, el ruido de las armas?
-“Perfectamente”-.
93.
–Un Espíritu que asistiese a una batalla como simple espectador, -¿puede
percibir la separación del Espíritu del cuerpo, en los caídos? Y, -¿cómo se le
desenvolvería, bajo su mirada, este fenómeno?
-“Pocas
desencarnaciones ocurren en forma instantánea. En la mayoría de los casos, el
Espíritu, cuyo cuerpo ha sido afectado mortalmente, aún no ha adquirido
conciencia de ello. Tan pronto lo perciba, se acerca al cuerpo, que permanece
inerte, siendo la vida toda del Espíritu, es sólo a él mismo que se habla, y se
dirige”-.
PACTOS
ESPIRITUALES
94.
-¿Qué hay de verdad sobre los denominados pactos con los Espíritus inferiores?
-“No
existen pactos; pero, entre personas de baja condición moral y los Espíritus
inferiores, existe simpatía. Por ejemplo, alguien que desea martirizar a un
vecino suyo, y no sabiendo como hacerlo, invoca la ayuda de Espíritus
inferiores, que, al igual que él, no desean sino lo opuesto del bien, quienes
se valen de él para cumplir su propósito poco loable. Empero, es factible
liberarse de dicha influencia, bien sea por una invocación contraria, a
Espíritus elevados, o por efectos de la propia voluntad. De acuerdo a la
intención de la persona actuante, se sintoniza con Espíritus de análoga
naturaleza y condición mental. Antes solicita ayuda; después, deberá brindar, a
su vez, su propia cooperación”-.
La
dependencia de los Espíritus inferiores, bajo la cual, eventualmente se
encuentra una persona, proviene de su manera de pensar, o de los pensamientos
que les son sugeridos y no de pactos de índole nociva. El pato, en el sentido
que el vulgo le otorga a este término, es una alegoría, que hace referencia a
la simpatía entre seres humanos y Espíritus de análoga naturaleza o condiciones
morales.
95.
-¿Cuál es el significado de las leyendas fantásticas, según las cuales, algunos
han vendido su Espíritu a Satanás para obtener determinados favores?
-“Todas
las fabulas contienen una enseñanza moral: el error consiste en tomarla al pié
de la letra. Aquellas de las que habláis son alegorías, que se pueden explicar
de esta manera: quien llama en su ayuda a los Espíritus para obtener los dones
de la fortuna, u otro favor material, murmura en contra de la Providencia.
Renuncia a su cometido, al cual está obligado, y a las pruebas que debe
afrontar en este ciclo de vida, las cuales, empero, le esperan más adelante, en
otra existencia. Esto no significa que su Espíritu esté siempre sometido a la
adversidad; pero, en vez de emanciparse de la materia, depurándose
espiritualmente, se emerge en los apegos materiales, cuyo disfrute temporal,
les privarán de los goces genuinos en la dimensión espiritual, debidos a la
satisfacción de las pruebas superadas. Se le hará preciso anteponerse nuevas
pruebas, quizá de mayor grado e intensidad. Por su sed de goces materiales, se
ubica bajo la influencia de Espíritus impuros: entre éstos y él se afianza un
tácito contrato, que le aportará consecuencias nocivas. Empero, siempre está a
tiempo de interrumpir con la asistencia de los buenos Espíritus, si se
sintoniza con ellos, en forma constante”-.
PODER
OCULTO. TALISMANES. HECHICEROS.
96.
–Un ser humano de baja condición moral, -¿puede, con la ayuda de un Espíritu
inferior, que le sea devoto, hacer el mal a su prójimo?
-“No,
Dios no lo permite”-.
97.
-¿Es verdad que existen algunas personas con facultades para realizar
prodigios?
-“Algunas
personas son poseedoras de una gran fuerza magnética, de la cual, si se trata
de un Espíritu inferior, podría abusar, en cuyo caso es fácil que sea asistido
por Espíritus inferiores. Pero, no prestéis fe alguna a estos pretendidos
maleficios, los cuales no existen más que en la imaginación de la gente
supersticiosa, ignorante de las leyes naturales. Los hechos que se suelen citar
se encuentran dentro del orden de la naturaleza, los cuales son observados en
forma insuficiente, y comprendidos incorrectamente”-.
98.
-¿Cuál puede ser el efecto de las fórmulas y de las prácticas, en fuerza de las
cuales, algunos pretenden de disponer a voluntad de la cooperación de los Espíritus?
-“El
de rendirles ridículos, si actúan en buena fe, y en caso contrario,
calificarlos de embaucadores matriculados, dignos de severos castigos. Toda
fórmula no es más que charlatanería, por cuanto ninguna palabra sacramental,
signo cabalístico ni talismán, puede tener la mínima fuerza sobre los
Espíritus, quienes son atraídos, únicamente, por los pensamientos, y no por las
cosas materiales”-.
-“Sí:
diversos Espíritus os indican signos y palabras bizarras, u os prescriben
determinados actos, con los cuales hacer lo que el vulgo denomina conjuros;
pero, tened la certeza de que los Espíritus que hacen tal cosa se burlan de
quienes le prestan oído, abusando de su credulidad”-.
99.
–Aquel que, con razón o sin ella, tiene confianza en la virtud de un talismán,
-¿no puede con esta confianza arrastrar un Espíritu? Desde el momento en que la
eficacia se encuentra en el pensamiento, -¿el talismán no podría servir como un
instrumento que ayude a dirigirlo?
-“Ciertamente;
pero la naturaleza del Espíritu atraído depende de la pureza de la intención y
de la elevación de los sentimientos, y es raro que aquel que es tan simple para
creer en la virtud de un talismán, no tenga un fin material, más bien que uno
moral. En todos los casos el hecho demuestra pequeñez y bajeza en las ideas,
que atraen a Espíritus imperfectos y burlones”-.
100.
-¿Qué se debe entender por hechiceros?
-“A
quines en buena fe el vulgo denomina con este término, son personas dotadas de
ciertas facultades especiales como la potencia magnética o la segunda vista; y
entonces, dado que hacen cosas que la gente no comprende, se cree que están
dotados de poderes sobrenaturales. Vuestros sabios, -no han pasado, muchas
veces, por hechiceros a los ojos de personas ignorantes?”-.
El
Espiritismo y el magnetismo nos dan la clave de infinitos fenómenos sobre los
cuales la ignorancia ha tejido un mundo de fábulas, en las cuales los hechos
son exagerados por la imaginación. El estudio razonado de estas ciencias, que,
por así decirlo, forman una sola disciplina, revelando la realidad de las
cosas, y su verdadera causa, es el arma mejor y es el instrumento mejor en
contra de las ideas supersticiosas, por cuanto demuestra lo que es posible, y
lo que resulta imposible, lo que está en las leyes de la naturaleza y lo que no
es más que una creencia ridícula.
101.
-¿Es verdad que algunos tienen el don de curar con solamente tocar a una
persona?
-“La
potencia magnética puede alcanzar hasta ahí, si se encuentra secundada por la
pureza de los sentimientos y por un ardiente deseo de hacer el bien, por
cuanto, entonces, los buenos Espíritus vienen en su ayuda. Empero, es preciso
desconfiar de la manera en que las cosas son contadas por personas muy crédulas,
o excesivamente entusiastas, siempre susceptibles de ver prodigios en las cosas
más simples y naturales. Es preciso, también, tener cautela frente a los
relatos interesados de quienes, aprovechan la credulidad de los incautos en
beneficio propio”-.
BENDICIONES
Y PALABRAS MALDICIENTES
102.
–Las bendiciones y las palabras maldicientes, -¿pueden atraer el bien o el mal
sobre la cabeza de quien es objeto de las mismas?
-“Dios
no escucha las maldiciones, y a sus ojos es culpable quien las pronuncia. Dado
que se poseen las dos tendencias opuestas, es decir, la del bien y la del mal,
puede ser que una de las dos desarrolle una momentánea influencia sobre la
materia; pero, ella no se ejercita sino por la voluntad de Dios, y como una
prueba especial para quien es objeto temporal de la misma. Es cierto que, en
general, son objeto de palabras maldicientes las personas de índole negativa, y
bendecidas las buenas; pero, tened la certeza de que ni las bendiciones ni las
maldiciones pueden jamás interferir con la Providencia en la vía de la
justicia; ellas no afectan al maldecido sino cuando y porque es malvado, y su
protección no acompaña al bendecido, sino cuando y porque lo merece”-.