Capítulo VIII
PLURALIDAD DE EXISTENCIAS
DE: EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS
Autor: Allan Kardec
Versión castellana y comentarios exegéticos:
Giuseppe Isgró C.
De la Reencarnación. Justicia de la Reencarnación. Encarnación
en los diversos Mundos. Transmigración progresiva. Suerte de los niños después
de la desencarnación. Sexos entre los Espíritus. Parentela, Filiación.
Semejanzas físicas y morales. Ideas innatas.
DE LA REENCARNACIÓN
1. En cual modo el Espíritu, que no ha conseguido la
perfección durante la vida corpórea, puede terminar de purificarse?
-“Asumiendo nuevas existencias”-.
Cómo cumple el Espíritu estas nuevas existencias? Quizá
trasformándose, pero quedando siempre en el estado de Espíritu?
-”El Espíritu, purificándose, es susceptible, sin duda, de
transformación; empero, para purificarse, precisa las pruebas de la vida
corpórea”-.
Entonces, el Espíritu tiene más existencias corpórea?
-“Sí: nosotros todos hemos tenido muchas existencias. Quienes
dicen lo contrario, quieren manteneros en la ignorancia, en la cual se
encuentran ellos mismos”-.
De este principio parece resultar que el Espíritu, después de
haber abandonado un cuerpo, tome otro: lo cual quiere decir que él se reencarna
en otro cuerpo. Es así que debe entenderse?
-“Precisamente”-.
2. Cuál es la finalidad de la reencarnación?
-“La expiación y el mejoramiento progresivo de la humanidad;
sin lo cual, dónde estaría la justicia?”
3. El número de las existencias corpóreas es limitado, o, en
cambio, el Espíritu se reencarna perpetuamente?
–“En cada nueva existencia el Espíritu hace un paso adelante
en la vía del progreso; cuando después se ha despojado de todas sus
imperfecciones, no tiene más necesidad de las pruebas de la vida corpórea”-.
COMENTARIO EXEGÉTICO GIC: Este debe entenderse como que, a un
cierto momento, el Espíritu se ha desarrollado en determinado grado y,
habiéndose liberado de sus deudas kármicas, que le sujetaban a ciertas pruebas y
vinculaciones existenciales, ahora se transforma en dueño de su destino,
quedando libre para elegir sus propios objetivos de progreso, según su
vocación, puntos fuertes o menos fuertes. Y de acuerdo al programa evolutivo
del planeta tierra o de aquel en el cual el Espíritu se encarne, en un momento
dado. Esto en ningún momento debe entenderse de que el Espíritu llegará a una
etapa en que no precise más reencarnar por haber alcanzado un tope en el
progreso. Ese tope no existe en el eterno presente. La reencarnación continuará
ad infinitum, en este o en otros mundos más avanzados, alcanzando, siempre,
niveles más elevados de conciencia.
4. El número de las encarnaciones es igual para todos los
Espíritus?
-“No: quien progresa más rápidamente, se ahorra nuevas
pruebas. De todos modos, estas encarnaciones sucesivas son siempre en gran
número, ya que el progreso es virtualmente infinito”.
5. En que se convierte el Espíritu después de su última
encarnación?
-“En Espíritu sabio, por su pureza”-.
COMENTARIO EXEGÉTICO GIC: Ratificamos que, no existe una
última reencarnación para el Espíritu. Debe entenderse como la última
encarnación de un determinado ciclo evolutivo, después del cual dará inicio a
otro de mayor nivel.
JUSTICIA DE LA REENCARNACIÓN
6. Sobre qué se apoya el principio de la reencarnación?
-“Sobre la justicia de Dios y sobre la revelación, por cuanto
nosotros os lo repetimos continuamente: Un buen padre deja siempre abierta, a
sus hijos, la posibilidad al arrepentimiento. No os dice, quizá, la razón, que
sería injusto privar para siempre de la eterna felicidad a todos quienes no
tuvieron la posibilidad de mejorarse? Acaso no son hijos de Dios todos los
seres? Sólo entre los egoístas reina la iniquidad, los odios implacables y las
penas sin remisión”-.
Todos los Espíritus tienden a la perfección, y Dios le tiende
a ellos el medio con las pruebas de la vida corpórea; pero, su justicia quiere
que ellos puedan cumplir, en nuevas existencias, todo lo que no pudieron hacer
o terminar en una primera prueba.
No sería ni según justicia, ni según la bondad de Dios el
condenar en eterno a quienes han podido encontrar obstáculos al propio
mejoramiento, en contra de su voluntad, y por causa del ambiente mismo, en el
cual se encuentran ubicados. Si la suerte del ser humano fuese irrevocablemente
establecida después de la desencarnación, Dios no habría pesado las acciones de
todos los seres en la misma balanza, y no les habría tratado con imparcialidad.
La doctrina de la reencarnación, es decir, aquella que
consiste en el admitir para el ser humano más existencias sucesivas, es la
única que responde a nuestro concepto de la justicia de Dios en relación a los
seres humanos de condiciones morales inferiores; la única que pueda explicarnos
el porvenir, y afirmar nuestras esperanzas, por cuanto nos ofrece el medio de
expiar nuestros errores con nuevas pruebas. La razón nos lo demuestra y los
Espíritus nos lo enseñan.
El ser humano que tiene la conciencia de su inferioridad,
deriva de la doctrina de la reencarnación los más consoladores presagios. Si
cree en la justicia de Dios, no puede esperar de devenir de repente y por la
eternidad igual a quienes han actuado mejor que él; empero, el pensamiento de
que esta inferioridad no le privará siempre del disfrute supremo y que podrá
conquistarlo mediante nuevos esfuerzos, le sostiene en las pruebas y reanima su
coraje. Quién es aquel que, al término de su peregrinaje terreno, no se lamenta
de haber adquirido muy tarde una experiencia, de la cual no puede extraer
provecho? Ahora bien, esta tardía experiencia no está perdida, por cuanto se
aprovechará de ella en una nueva existencia.
ENCARNACIONES EN LOS DIVERSOS MUNDOS
7. Las diversas existencias corporales se efectúan todas sobre
la tierra?
-“No, sino en los diversos mundos: la de aquí no es ni la
primera ni la última, sino una de las más materiales y lejanas de la
perfección”-.
8. El Espíritu pasa de un mundo al otro a cada nueva
existencia corpórea, o puede tener varias en el mismo globo?
-“Puede vivir muchas veces sobre el mismo globo, si no ha
progresado en grado suficiente, hasta que merezca encarnarse en uno superior”-.
Por lo cual, podemos comparecer más veces sobre la tierra?
-“Ciertamente”-.
Podemos regresar después de haber vivido en otros mundos?
-“Sí: vosotros pudisteis haber vivido ya en otros mundos y
sobre la tierra”-.
9. Es, en verdad, necesario volver a vivir en la tierra?
-“No; empero, si no progresáis, podéis ir a otro mundo, que no
es, ciertamente, mejor, sino que puede ser, también, peor”
10. Tiene alguna ventaja quien regresa a vivir en la tierra?
-“Ninguna ventaja en particular, a menos que regrese con una
misión”-.
No habría mayor felicidad en permanecer en el estado de
Espíritu?
-“No, no! Se quedaría en estancamiento, mientras que es
necesario progresar hacia Dios”-.
11. Los Espíritus, después de haber vivido en otros mundos,
pueden encarnarse en éste, sin haberlo hecho jamás, antes?
-“Sí: de la misma manera vosotros podéis encarnaros en otras
partes. Todos los mundos son solidarios: lo que no se realiza en uno puede
efectuarse en otro”-.
Existen, por lo tanto, seres humanos quienes han venido por
primera vez sobre la tierra?
-“Muchos, y de diversos grados”-.
Se puede reconocer, por algún signo, si un Espíritu hace su
primera aparición sobre la tierra?
-“No, por cuanto no serviría de nada”-.
12. Para alcanzar a la perfección y felicidad suprema, último
fin de todos los seres, debe el Espíritu pasar por todos los mundos que existen
en el universo?
-“No; por cuanto hay muchos mundos del mismo grado, en los
cuales el Espíritu no aprendería nada de nuevo”-.
Y, entonces, cómo explicar la pluralidad de sus existencias en
el mismo planeta?
-“Con la reflexión de que él, cada vez se puede encontrar en
condiciones diferentes, las cuales constituyen para él tantas ocasiones para
adquirir conocimientos”-.
13. Pueden los Espíritus reencarnados en un planeta
relativamente inferior a aquel sobre el cual han ya vivido?
-“Sí, cuando han de cumplir una misión para contribuir al
progreso de la humanidad que lo habita; en cuyo caso aceptan con entusiasmo las
tribulaciones de aquella existencia, por cuanto le aportan el medio para
progresar”-.
No sucede, de igual manera, también por expiación, pudiendo
Dios enviar Espíritus rebeldes a mundos inferiores?
-“Los Espíritus pueden quedar estacionados, pero no
retroceder: su castigo consiste en no progresar y en repetir las existencias
mal empleadas en el medio más afín a su propia naturaleza”-.
Cuáles Espíritus deben repetir la misma existencia?
-“Aquellos que incumplen sus objetivos y las pruebas que les
son inherentes”-.
14. Los seres que habitan en cada mundo, han alcanzado todos
el mismo grado de perfección?
-“No, ocurre lo mismo que en la tierra: los hay de mayor y de
menor progreso”-.
15. Al pasar de nuestro mundo a otro, el Espíritu conserva la
inteligencia que tenía en éste?
–“Sin duda; pero es posible que él no tenga más los mismos
medios para manifestarla: lo cual depende de su nivel evolutivo y del estado
del cuerpo que estará por tomar en la nueva reencarnación”-. (Ver “Influencia
del organismo”).
16. Los seres que viven en los diversos mundos, tienen cuerpo
como nosotros?
-“Naturalmente, por cuanto es necesario que, para actuar sobre
la materia, el Espíritu sea revestido de materia; pero, esta envoltura es más o
menos denso según el grado de pureza del Espíritu, lo cual constituye,
precisamente, la diversidad de mundos que debemos recorrer, ya que, existen
muchas moradas en la casa del Creador, y por lo tanto, muchos grados. Algunos
lo saben, y por cuanto se encuentran en la tierra, tienen conciencia de ello;
otros no”-.
17. Podemos, nosotros, conocer el estado físico y moral de los
diversos mundos?
-“Nosotros, Espíritus, solamente os podemos transmitir
conocimientos de acuerdo al grado de vuestra comprensión, lo cual quiere decir
que no debemos revelar estas cosas a todos, por cuanto no todos se encuentran
en el nivel adecuado para entender rectamente, lo cual les turbaría”-.
A medida que el Espíritu se va purificando, el cuerpo, que él
anima, se acerca a la naturaleza espiritual. La materia es menos densa; él deja
de arrastrarse penosamente en el suelo; las necesidades físicas se depuran, y
los seres vivientes dejan de tener la necesidades de destruirse para
alimentarse. El Espíritu es más libre, y tiene para las cosas lejanas
determinadas facultades sensoriales que nos son ignotas. Él ve con los ojos del
cuerpo aquello que nosotros vemos con el pensamiento.
La purificación de los Espíritus se efectúa en sus
encarnaciones con el perfeccionamiento moral, que depura las pasiones y los
instintos animales, y determina, sí, que el egoísmo ceda el puesto al
sentimiento fraternal. Por lo cual, en los mundos superiores al nuestro no se
conocen las guerras, reinando el amor y la concordia, y todos piensan en hacer
el bien a sus semejantes. La intuición que tienen de su porvenir y la seguridad
que derivan de una conciencia libre de remordimientos, hacen, sí, que la
desencarnación no sea para ello causa de aprehensión alguna: la ven realizarse
con confianza y como una simple transformación.
La duración de la vida en los diversos mundos es en proporción
al grado de su excelencia física y moral; lo cual es perfectamente lógico,
Cuanto el cuerpo sea más depurado, tanto más se encuentra libre de vicisitudes;
cuanto más sea el Espíritu puro, tanto más se encuentra libre de pasiones,
gozando de serenidad e imperturbabilidad. Y esto es, todavía, un beneficio de
la Providencia, que rinde más breves las ausencias de bienestar.
18. El ser debe pasar por la infancia en cada encarnación,
también en los demás mundos?
-“La infancia es una etapa transitoria en todas partes,
empero, no en todas partes es inconsciente como entre vosotros”-.
19. La elección del mundo en el cual reencarnarse, es una
facultad del Espíritu?
-“No siempre; empero, puede pedirla y obtenerla, si lo merece,
por cuanto los varios mundos son asequibles a los Espíritus de acuerdo a su
grado de elevación evolutiva”-.
Si el Espíritu no solicita nada, quien determina el mundo en
que deberá reencarnarse?
-“Precisamente, el grado de elevación”-.
20. El estado físico y moral de los seres vivientes es siempre
el mismo en cada planeta?
-“No, ya que, también, los mundos obedecen a la ley del
progreso. Todos, aún los más esplendidos, han tenido principio, como la tierra,
en un estado inferior. La tierra pasará, a su vez, por tal transformación, y se
convertirá en un paraíso terrestre, cuando sus habitantes sean todos buenos”-.
De esta manera, los grupos étnicos que pueblan la tierra,
serán sustituidos por otros siempre más perfectos, los cuales sucederán a los
presentes, tal como ellos lo hicieron con otros todavía más rudimentarios.
21. Existen mundos en los cuales el Espíritu cesa de vestir un
cuerpo material y no tiene más envoltura que el periespíritu –“o alma”?
-“Sí; y esto mismo en los Espíritus puros deviene en tal grato
etéreo que es para vosotros como si no existiese”-.
No hay, por lo tanto, límites precisos entre el estado de las
últimas encarnaciones y aquel de Espíritu puro?
-“En efectos, estos límites no existen: la diferencia se va
disipando poco a poco insensiblemente, al igual que la noche, que se desvanece
delante a los primeros albores del día”-.
22. La sustancia del periespíritu –alma- -es la misma en todos
los mundos?
-“No; ella es más o menos etérea. En el pasar sobre los varios
mundos, el Espíritu se reviste de la materia adecuada de cada uno de ellos, lo
cual ocurre con la velocidad del relámpago”-.
23. Los Espíritus puros habitan en mundos especiales, o se
encuentran en el espacio universal sin estar ligados más a un mundo que a otro?
-“Los Espíritus puros habitan determinados mundos; empero, no
se encuentran confinados como los seres humanos en la tierra. Ellos pueden,
mejor que los otros, encontrarse, por así decirlo, en todas partes”-. (*)
(*) Según los Espíritus, entre todos los planetas que componen
nuestro sistema planetario, la Tierra sería uno de aquellos cuyos habitantes se
encuentran menos adelantados tanto en lo moral como en el físico. Marte le
sería, todavía, inferior y Júpiter muy por encima en todos los aspectos. El Sol
no sería un mundo habitado por seres corpóreos, sino un lugar de reunión de
Espíritus elevados, quienes, desde allí, irradian con el pensamiento hacia los
demás mundos, que ellos dirigen mediante Espíritus subordinados, con los cuales
comunican por intermedio del fluido universal. En cuanto a la constitución
física, nuestro Sol, como todos los demás, podría ser que sea un foco de
electricidad.
El volumen y la lejanía del Sol no tendría ninguna relación
necesaria con el grado de progreso de los mundos, por cuanto Venus sería más
progresada que la Tierra, y Saturno menos Júpiter.
Muchos Espíritus de personas que han vivido sobre la tierra
han dicho de haber reencarnado en Júpiter, uno de los mundos más progresado de
nuestro sistema; y esto causó maravilla, por cuanto sobre la tierra no eran
estimados en ese grado. Empero, esta sorpresa, causa estupor, cuando se
considera, en primer lugar, que, algunos Espíritus, quienes habitaban en aquel
planeta, han podido ser enviados sobre la tierra para cumplir una misión, la
cual, a nuestros ojos, no se percibía la totalidad de su valor; en segundo
lugar, que entre su existencia terrestre y la de Júpiter, han podido tener
otras intermedias, en las cuales mejorarse desde todos los puntos de vista; y
de último, que en aquel mundo, como en el nuestro, habrán diversos grados de
desarrollo y entre estos grados puede haber la distancia que, entre nosotros
separa el salvaje del hombre civilizado. Por lo cual, vivir en Júpiter no
significa que alguien se encuentre en el nivel de los seres más avanzados que
allí viven, como otros no se encuentran a nivel de un docto Instituto, solo
porque vive en París.
También las condiciones de longevidad no son en todas partes
las mismas que en la tierra, y la edad no tiene término de comparación. El
Espíritu de una persona desencarnada desde hace tiempo, respondiendo a una
evocación, dijo de haber reencarnado seis meses antes en un mundo para nosotros
desconocido. Preguntado sobre la edad que tenía allí, replicó: -“No puedo
valuarla, por cuanto aquí no medimos el tiempo como vosotros. El modo de
existir no es más lo mismo, y el desarrollo es mucho más rápido. Tanto es
cierto que, aunque yo no esté allí sino desde hace seis de vuestros meses,
puedo decir de haber alcanzado una inteligencia equivalente a la que poseía a
los treinta años sobre la tierra”.
Muchas respuestas análogas se han obtenido de otros Espíritus;
encontramos en ellas inverosimilitud. No vemos, nosotros, sobre la tierra gran
número de animales alcanzar normalmente su desarrollo en pocos meses? Por qué
no podría ser, de la misma manera, con el ser humano, en otras esferas? Es
preciso observar que el desarrollo que alcanza el ser humano a la edad de
treinta años, no es, quizá, una especie de infancia, en comparación con aquel
que él debe alcanzar? No es lógico creer de ser en todo los prototipos de la
creación, y es un rebajar a Dios el creer que Él no pueda hacer obra de mayor
envergadura de la criatura humana.
TRANSMIGRACIÓN PROGRESIVA
24. Goza el Espíritu de la plenitud de sus facultades desde su
principio?
-“No, por cuanto, también él, como el ser humano, tiene su
infancia. Los Espíritus, en su origen, tienen una existencia instintiva, y poca
conciencia de sí y de sus propios actos. Sólo poco a poco se desarrolla en
ellos la inteligencia”-.
25. Cuál es el estado del Espíritu en su primera encarnación?
-“Aquello que es la infancia para la vida corpórea: la
inteligencia empieza a despertarse, y se prueba a vivir”-.
26. Los de los pueblos en condiciones primitivas de vida son
Espíritus en su estado de infancia?
-“De infancia relativa; empero, están ya desarrollados, por
cuanto poseen pasiones”-.
Es decir, las pasiones son signos de desarrollo?
-“De desarrollo sí, pero no de perfección: son signos de
actividad de la conciencia del yo, mientras que en el Espíritu primitivo la
inteligencia y la vida se encuentran en el estado de germen”-.
La vida del Espíritu, en su conjunto, recorre las mismas fases
que las del cuerpo; él pasa, gradualmente, desde el estado de embrión al de
infancia, y alcanza, después, por una sucesión de períodos, al de adulto, es
decir, la perfección, con tales diferencias, que la vida espiritual no tiene
vejez ni decrepitud; que él tuvo un principio, pero no tendrá jamás un fin; que
precisa un tiempo inmenso para pasar de la infancia al desarrollo completo, y
que su progreso se cumple no solamente sobre una esfera, sino sobre muchas. De
esta manera, la vida del Espíritu se compone de una serie de existencias
corpóreas, cada una de las cuales representa una oportunidad de progreso, como
cada existencia corpórea se compone de una serie de días, en cada uno de los
cuales el ser humano da un paso adelante en experiencia y en instrucción.
Empero, al igual que en la vida de la persona pasan días sin fruto, en la del
Espíritu pasan existencias corpóreas sin resultado, por cuanto ella no supo
aprovecharlas.
27. Se puede, con una conducta impecable en esta vida terrena,
alcanzar la cima de la escala y devenir un Espíritu puro sin pasar por los
grados intermedios?
-“No, por cuanto todo lo que el ser humano, aquí, cree
perfecto, se encuentra muy lejos de la perfección: existen cualidades que él no
conoce, y no podría comprender. Él no podría ser más perfecto de cuanto permite
su naturaleza terrestre; empero, de esta perfección a la cual él debe llegar
existe una gran diferencia. El niño, por cuanto se desarrolle muy precozmente,
debe pasar por la juventud antes de alcanzar la edad madura; la persona cuya
salud está ausente, por prodigiosos que sean sus progresos en la curación,
precisa pasar por la convalecencia antes de recuperarla perfectamente. Además,
el Espíritu debe progresar tanto en ciencia como en moralidad, y, si no ha
progresado sino en una de estas dos áreas, precisa, para alcanzar al vértice de
la escala, que progrese también en la otra; todavía, cuanto más el ser humano
progrese en esta vida, tanto más breves y más felices serán las pruebas
futuras”-.
Puede el ser humano, por lo menos en esta vida, asegurarse una
existencia futura con un menor grado de insatisfacción y de tribulaciones?
-“Ciertamente; puede disminuir el tiempo y las dificultades
del camino. Sólo el *infractor se encuentra siempre en el mismo punto”-.
28. Puede el ser humano, en sus nuevas existencias descender
más debajo de que era?
-“Como ser humano, por “condición social”, sí; como Espíritu,
no”-.
29. Puede el Espíritu, que fuera previamente una persona de
bien, in una sucesiva encarnación animar el cuerpo de un *perverso?
-“No, por cuanto no puede cambiar”
Puede el Espíritu de un perverso convertirse en el de una
persona de bien?
-“Sí, si él se arrepiente, por cuanto esto sería una
recompensa”-.
El camino de los Espíritus es progresivo, jamás retrógrado;
ellos se elevan gradualmente en la jerarquía, empero, no descienden del grado
que han alcanzado. En las diversas existencias corpóreas pueden descender hacia
abajo como seres humanos, pero no como Espíritus. Es por esto que el Espíritu
de un poderoso de la tierra podrá, en un momento dado, animar el más humilde
artesano, o viceversa, por cuanto las condiciones sociales entre los seres
humanos son, frecuentemente, en razón inversa de la elevación de los
sentimientos morales. Herodes era monarca; Jesús, carpintero.
30. La posibilidad de mejorarse en otra existencia, no podría
inducir a alguien a perseverar en la vía inadecuada, pensando que, siempre,
podrá corregirse más tarde?
-“Quien piensa de esta manera, no cree a nada, tomando en
cuenta que la amenaza de un castigo eterno no le frena mayormente, por cuanto
su razón se rebela, y esta idea le conduce a la plena incredulidad. Si para
guiar a los seres humanos se hubiesen, empleado, siempre, medios racionales, no
existirían, ahora, tantos escépticos. Un Espíritu imperfecto podría pensar
cosas absurdas durante su vida corpórea; empero, liberado de la materia, cambia
de idea, por cuanto advierte, enseguida, que se había engañado, y trae, en una
nueva existencia, sólidos sentimientos contrarios. De tal manera se cumple el
progreso; y es aquí la razón por la cual veis sobre la tierra una parte de los
seres humanos más progresada de la otra; aquellos tienen ya una experiencia,
que éstos todavía no tienen, pero que, ciertamente, conquistarán poco a poco.
De vosotros, solamente, depende acelerar vuestro progreso, o el retardarlo
indefinidamente”-.
El ser humano que se encuentra en condición poco favorable,
desea, naturalmente, salir de ella lo más rápidamente posible, Quien esté
firmemente persuadido de que las tribulaciones de esta vida son las
consecuencias de sus defectos, buscará de asegurarse una nueva existencia menos
penosa, y esta convicción lo apartará de la vía del mal más fácilmente que
aquella del fuego eterno, a la cual no cree.
31. Por cuánto los Espíritus no pueden mejorar sin las
tribulaciones de la vida corpórea, resultaría ésta una especie de proceso
depurativo o de purgatorio, por el cual deben pasar los seres del mundo
espiritual con la finalidad de alcanzar la perfección?
-“Exactamente; es así. Ellos mejoran por medio de las pruebas,
evitando el mal y practicando el bien; solamente después de muchas
encarnaciones y depuraciones sucesivas alcanzan, en un tiempo más o menos
largo, según sus propios esfuerzos, el objetivo al cual se centran”-.
Es, el cuerpo que, para mejorarlo, actúa sobre el Espíritu, o
es el Espíritu, que, para mejorarse, actúa sobre el cuerpo?
-“El Espíritu es todo; el cuerpo es un vestido, que se
transforma, nuevamente, a su estado de energía”-.
Símbolo material de los diversos grados de purificación del
Espíritu es el zumo de la vid. El contiene el licor del espíritu o alcohol;
pero éste, conteniendo grandes cantidades de materias extrañas que le alteran
la esencia, no alcanza la pureza absoluta sino después de numerosas
destilaciones en cada una de las cuales se despoja de alguna impureza. El
alambique es el cuerpo, en el cual debe entrar para purificarse; las materias
extrañeza son como el periespíritu, que se purifica también él a medida que el
Espíritu se acerca a la perfección.
SUERTE DE LOS NIÑOS DESPUÉS DE LA TRANSICIÓN
32. El Espíritu de un niño desencarnado en temprana edad,
tiene el mismo valor que el de un adulto?
-“Tal vez mucho más, por cuanto podría haber vivido mucho más
largo tiempo, por lo cual tendría mayor experiencia, especialmente si ha
progresado”-.
Es decir, el Espíritu de un niño puede ser de mayor progreso
que el de su padre?
-“Frecuentemente: no lo veis continuamente sobre la tierra?
33. El Espíritu de un niño que desencarne en tierna edad, no
habiendo podido cometer el mal, pertenece, a los grados superiores?
-“Si no ha cometido el mal, tampoco ha hecho el bien, y Dios
no lo exime de las pruebas por las cuales debe pasar. Si, realmente, fuese
superior, no lo sería ya porque entre vosotros era un niño, sino en virtud de
que había progresado mucho ante de reencarnarse”-.
34. Por qué vemos, tan frecuentemente, truncada la vida en la
infancia?
-“La poca duración de la vida de un niño puede ser para el Espíritu
encarnado en él el cumplimiento de una anterior existencia interrumpida antes
del término establecido, y su desencarnación es, frecuentemente, una prueba o
una expiación para los progenitores”-.
Cuál suerte le toca al Espíritu de un niño desencarnado en
tierna edad?
-“Si desencarnó por haber venido a menos en el objetivo
emprendido, él recomienza una nueva existencia”-.
Si el ser humano no tuviese más que una sola existencia
corpórea, y si, después de esta, su futuro destino fuese establecido eternamente,
cuál sería el mérito de la mitad de la especie humana, que desencarna en la
infancia, para gozar de una felicidad sin fin? Y, con cuál derecho estaría
exento de las condiciones frecuentemente duras impuestas a la otra mitad? Un
tal orden de cosas contrastaría con la justicia de Dios. Con la reencarnación,
en cambio, se establece la igualdad; el porvenir, sin excepción, y sin favor
para alguien, pertenece a todos: quien llega último no puede inculpar más que a
sí mismo. El ser humano debe tener el mérito de sus obras, por cuanto responde
por ellas.
Y, por otra parte, no es nada lógico el considerar la infancia
como un estado normal de inocencia. No vemos, quizá, los instintos más malvados
dominar, tal vez, en los niños en una edad, en la cual la educación no ha
podido ejercitar influencia alguna? No observamos a aquellos que traen en su
naturaleza la astucia, la doblez, la perfidia, e inclusive, la tendencia al
robo y a los hechos de sangre, que perduran no obstante el buen ejemplo que
reciben? La ley civil los absuelve de sus hechos reñidos con la justicia,
disculpándoles aseverando que han actuado sin discernimiento, y a buena razón,
por cuanto actúan más instintivamente que de propósito deliberado. Empero, de
dónde pueden provenir entre niños de la misma edad, frecuentemente educados en
las mismas condiciones, y sujetos a las mismas influencias? De dónde tal precoz
perversidad si no de la bajeza del Espíritu, ya que la educación no tiene
inherencia? Los niños viciosos son tales, porque su Espíritu ha progresado
menos, y deriva de ello las consecuencias, no por las obras del niño, sino por
las de sus existencias anteriores. De esta manera, la ley es igual para todos y
la justicia de Dios alcanza a todos.
SEXO ENTRE LOS ESPÍRITUS
35. Existe entre los Espíritus diversidad de sexos?
-“No, en el modo que entendéis vosotros, por cuanto los sexos
dependen de los organismos. También entre los Espíritus reinan amor y simpatía,
pero fundados en la semejanza de los sentimientos”-.
36. Entonces, el Espíritu que animó el cuerpo de un hombre,
puede en una nueva existencia animar el de una mujer y viceversa?
-“Sin duda, el mismo Espíritu puede animar ahora el cuerpo de
un hombre, o bien el de una mujer”-.
37. El Espíritu errante prefiere encarnarse en el cuerpo de un
hombre o de una mujer?
-“Tal cosa poco importa al Espíritu: eso depende de la prueba
por la cual debe pasar”-.
PARENTESCO E FILIACIÓN
38. Los progenitores, trasmiten a los hijos una parte de su
Espíritu, o les dan, solamente, la vida física, a la cual, más tarde le es
agregada la vida moral?
-“Los progenitores otorgan a los hijos únicamente la vida
física, por cuanto el Espíritu es indivisible. Un padre poco dotado puede tener
hijos de ingenio y viceversa”-.
39. Por cuanto hemos tenido muchas existencias, el parentesco
debe remontarse más allá de la actual?
-“No puede ser de manera diversa. La sucesión de las
existencias corpóreas establecen, en cada una, lazos que resalen a las
anteriores: de lo cual, frecuentemente, se derivan las causas de las simpatías
que os ligan con personas que vosotros creéis que s son extrañas”-.
40. A algunos puede parecer que la doctrina de la
reencarnación destruya los lazos de familia al hacerlos remontar más allá de la
existencia actual.
-“Los extiende, pero no los destruye. Por cuanto el parentesco
está fundado sobre afectos anteriores, los vínculos que unen a los miembros de
una misma familia, son, más bien, más fuertes. Refuerza y multiplica los
deberes de la fraternidad, por cuanto vuestro vecino o quien os sirve en
funciones domésticas, puede haber sido un Espíritu con quien os unieran
vínculos de parentesco sanguíneo”-.
Ese, todavía, disminuye la importancia que, algunos, admiten a
la propia descendencia, por cuanto, uno puede haber tenido por padre un
Espíritu, quien pudo pertenecer a otra familia, o vivido en toda otra condición
que la suya.
-“Es verdad: pero esta importancia se apoya, únicamente, en el
orgullo. Lo que, en gran parte, los seres humanos honran en sus sentimientos,
son los títulos, los grados, la fortuna. Muchos se avergonzarían de haber
tenido por familiar a un honesto zapatero, mientras que, en cambio, se glorían
de descender de un gentilhombre disoluto. Empero, a pesar de lo que digan o
hagan, no impedirán, a las cosas, de ser lo que son, por cuanto Dios no ha
regulado las leyes de la naturaleza sobre su vanidad”-.
41. Al no haber filiación entre los Espíritus de los
descendientes de una misma familia, significa que el culto de los antepasados
sea algo vano y ridículo?
-“No, por cuanto es natural se honre de pertenecer a una
familia, en la cual se han encarnado Espíritus superiores. Si bien los
Espíritus no proceden los unos de los otros, no por esto sienten menor afecto
hacia quienes les liga el parentesco sanguíneo, cuya raíz reside en la simpatía
o en vínculos anteriores. Recordad, empero, que los Espíritus de vuestros
progenitores no se tienen por honrados por el culto que rendid a ellos con
motivo de orgullo. Su mérito no se refleja sobre vosotros salvo que os empleáis
en seguir su ejemplo; en este único caso vuestro recuerdo puede resultarle no
solamente grato, sino proficuo.
SEMEJANZAS FÍSICAS Y MORALES
42. Los progenitores transmite, frecuentemente, a sus hijos,
un parecido físico. Transmite, ellos, también una semejanza moral?
-“No, por cuanto tienen Espíritus diferentes. El cuerpo
procede del cuerpo, pero el Espíritu no procede del Espíritu. Entre los
descendientes de las singulares grupos étnicos no existe más que
consanguinidad”-.
De dónde provienen las semejanzas morales, que, algunas veces,
existen entre progenitores e hijos?
-“En el hecho de ser Espíritus afines atraídos los unos a los
otros por la similitud de tendencias”-.
43. El Espíritus de los progenitores tiene influencia sobre el
de los hijos después de su nacimiento?
-“Sí, es enorme. Como ya hemos dicho, los Espíritus deben,
recíprocamente, ayudarse a progresar. O, más bien: los Espíritus de los
progenitores tienen por misión la de desarrollar el de sus hijos por medio de
la educación: quien falta a este propósito se rinde culpable de las
consecuencias”-.
44. Por qué, algunas veces, progenitores buenos y virtuosos
dan la vida a hijos de naturaleza perversa? En otros términos: Por qué, las
buenas cualidades de los progenitores no atraen, siempre, por simpatía, buenos
Espíritus para encarnarse como sus hijos?
-“Un Espíritu malo puede solicitar de encarnarse cerca de
progenitores buenos con la esperanza que sus consejos lo separen de la vía
inconveniente; frecuentemente, Dios lo concede”-.
45. Pueden los progenitores, por la fuerza de la voluntad y de
la oración, atraer en el cuerpo del hijo por nacer, un Espíritu bueno en vez de
uno malo?
-“No, pero pueden mejorar el Espíritu del hijo que han hecho
nacer y que les es confiado. Es para ellos un deber. Hijos malos constituyen
pruebas para los padres”-.
46. De donde proviene la semejanza de carácter que,
frecuentemente, existe entre hermanos, especialmente entre gemelos?
–“Del hecho de ser Espíritus afines; por el grado de semejanza
de sus sentimientos, son felices de encontrarse juntos”-.
47. En los gemelos, cuyos cuerpos se encuentran unidos,
quienes tienen órganos comunes, como es el caso de los siameses, existen dos
Espíritus?
-“Sí; pero por sus semejanzas, parecieran que son uno solo a
vuestros ojos”-.
48. Por cuanto los Espíritus se encarnan en los gemelos por
afinidad, de dónde proviene la aversión que algunas veces predomina entre
ellos?
-“No es regla absoluta que en los gemelos hayan siempre
Espíritus afines. Espíritus malos pueden querer luchar juntos en el teatro de
la vida”-.
49. Qué se debe pensar de las historias de niños que se baten
ya en el seno de la madre?
-“Constituyen expresiones empleadas para expresar que su odio
es de tal magnitud que resale más allá de su nacimiento. Cuándo os habituaréis
a tener en cuenta las figuras poéticas?”
50. De donde proviene el carácter especial que distingue un
pueblo de otro?
-“Los Espíritus forman familias determinadas por la similitud
de las tendencias más o menos puras, según su elevación. Ahora, cada pueblo es
una gran familia en la cual se reúnen Espíritus afines, y la propensión a
unirse de los miembros de estas familias constituye el carácter distintivo.
Creed vosotros que Espíritus buenos y humanos prefieren encarnarse entre un
pueblo bárbaro y feroz? No: los Espíritus simpatizan con las masas, como
simpatizan con los individuos. En ese caso, ellos se encuentran en el ambiente
que les es propio”-.
51. Manifiesta, el ser humano, expresiones del carácter moral
de sus existencias anteriores?
-“Si, puede suceder; empero, él, mejorando, cambia. También la
diversidad de condiciones sociales tiene sobre esto una gran influencia: si de
condición social relevante se pasa a otra humilde, sus gustos cambiarán del
todo, y costará reconocerlo. Es cierto, pero, que, siendo el Espíritu siempre
el mismo en las diversas encarnaciones, sus manifestaciones, al pasar de una a
la otra, pueden tener ciertas analogías, modificadas solamente por las
costumbres de su nueva condición; pero, llega el día en el cual un notable
mejoramiento le cambia del todo el carácter, por cuanto de orgulloso y malvado,
si se arrepintió, puede transformarse en humilde e humano”-.
52. El ser humano, en sus diversas encarnaciones, manifiesta
los rasgos físicos de sus existencias anteriores?
-“El nuevo cuerpo no tiene con el de una existencia anterior
ningún rapport. Empero, el Espíritu se refleja en el cuerpo, y, si bien éste no
sea más que materia, es modelado, por otra parte, sobre las capacidades del
Espíritu, que les imprime un cierto carácter, especialmente en la cara. Se
dice, generalmente, que los ojos son el espejo del Espíritu, es decir, que el
Espíritu se expresa más particularmente sobre la cara, lo cual es cierto, por
cuanto, una persona, aunque físicamente de poca belleza, tiene en sí algo que
gusta, cuando posee un Espíritu bueno, sabio, gentil, mientras que existen
caras bellísimas, que no poseen atractivo alguno, más bien inspiran aversión. A
primera vista, parecería que solamente los cuerpos hermosos deberían ser los
vehículos de los Espíritus mejores; empero, en realidad, cada día se encuentran
seres humanos de bien bajo aspectos de menor belleza física. En conclusión: la
paridad de gustos y tendencias puede dar a los cuerpos, no una semejanza
pronunciada, sino lo que se dice, normalmente, un aire de familia”-.
Por cuanto el cuerpo, que reviste el Espíritu en una nueva
encarnación, no tiene relación con el de la existencia precedente, sería
absurdo deducir una sucesión de existencias de una semejanza fortuita. Todavía,
las cualidades del Espíritu modifican, frecuentemente, los órganos, que sirven
a sus manifestaciones, e imprimen, en el rostro, y en el conjunto de los modos,
un carácter particular. Por lo cual, debajo de los más humildes rasgos físicos
se puede encontrar la expresión de la grandeza y de la dignidad; mientras que,
debajo del vestido del gran señor se observa, alguna vez, la de la bajeza y la
de la ignominia. Ciertas personas, en el ambiente de su nueva existencia, toman
las costumbres y las maneras de la nueva sociedad con tanta naturalidad, que
parece como si se encontraran en su elemento; otras, en su polaridad opuesta,
no obstante su nacimiento y condición, se encuentran siempre como peces fuera
del agua. Cómo explicar estos hechos, sino como manifestaciones de lo que ha
sido el Espíritu en anteriores existencias?
IDEAS INNATAS
53. El Espíritu encarnado conserva, quizá, alguna huella de
las sensaciones tenidas y de las nociones conquistadas en existencias
anteriores?
-“Le queda una vaga remembranza, es decir, lo que suele
denominarse ideas innatas”-.
Entonces, la teoría de las ideas innatas no es una quimera?
-“No. Las cogniciones adquiridas en cada una de las
existencias no se pierden. El Espíritu, separado de la materia, las recuerda
siempre. Durante la encarnación puede olvidarlas en parte; pero, la intuición
que le queda, ayuda su avance evolutivo, sin el cual debería recomenzar siempre
del inicio. A cada nueva encarnación, el Espíritu toma su punto de partida
desde aquel en el cual quedara en la precedente”-.
Por lo cual, entre dos vidas, existe una gran conexión?
-“No siempre así de grande como podréis creer, por cuanto,
como fue observado, las condiciones son, frecuentemente, muy diferentes, y, en
el intervalo el Espíritu ha podido progresar”-. (ver nº 216).
54. Cuál es el origen de las facultades extraordinarias de
quienes, que, sin precedente estudio, parece que tienen la intuición de algunas
partes del saber, como las lenguas, del cálculo y similares?
–“La remembranza del pasado, el progreso antecedente del
Espíritu, del cual ellos mismos no tienen conciencia. De dónde quisierais que
provengan? El cuerpo cambia, pero el Espíritu no, si bien muda el involucro
exterior”-.
55. En el cambiar del cuerpo, se puede perder alguna facultad
intelectual? No tener más, por ejemplo, el gusto artístico?
–“Sí; si el Espíritu ha desvirtuado esta facultad haciendo mal
uso. Empero, por otra parte, una facultad puede permanecer dormida durante una
existencia, por cuanto el Espíritu quiere ejercitar otra con la cual no tiene
relación alguna; en tal caso aquella queda en el estado latente para reaparecer
más tarde”-.
56. Es, quizá, a un recuerdo retrospectivo que el ser humano
debe, aún en el estado primitivo, la noción instintiva de la existencia de Dios
y l presentimiento de la vida futura?
-“Sí: a la remembranza de lo que ya sabía como Espíritu antes
de haber encarnado; pero el orgullo frecuentemente sofoca este sentimiento”-.
Son debidas a este mismo recuerdo algunas creencias relativas
a la doctrina espirita que reencontramos en todos los pueblos?
-“La doctrina espirita es antigua cuanto el mundo, y se
reencuentra en todas partes: prueba ésta de su verdad. El Espíritu encarnado,
manifestando la intuición de su estado de Espíritu, tiene la conciencia
instintiva del mundo invisible; empero, frecuentemente, la falsean los
prejuicios, y la ignorancia le agrega la superstición”-.
Publicado por Giuseppe Isgró Cattafi en 6:31 No hay
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Etiquetas: DE LA REENCARNACIÓN
sábado, 18 de junio de 2011
PLURALIDAD DE EXISTENCIAS
4. PLURALIDAD DE EXISTENCIAS
DE: EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS
Autor: Allan Kardec
Versión castellana: Giuseppe Isgró C.
De la Reencarnación – Justicia de la Reencarnación –
Encarnación en los diversos Mundos – Trasmigración progresiva – Suerte de los
niños después de la desencarnación – Sexos entre los Espíritus –Parentela,
Filiación – Semejanzas físicas y morales – Ideas innatas.
DE LA REENCARNACIÓN
1. -En cual modo el Espíritu, que no ha conseguido la
perfección durante la vida corpórea, puede terminar de purificarse?
-“Asumiendo nuevas existencias”-.
-Cómo cumple el Espíritu estas nuevas existencias? Quizá
trasformándose, pero quedando siempre en el estado de Espíritu?
-”El Espíritu, purificándose, es susceptible, sin duda, de
transformación; empero, para purificarse, precisa las pruebas de la vida
corpórea”-.
-Entonces, el Espíritu tiene más existencias corpórea?
-“Sí: nosotros todos hemos tenido muchas existencias. Quienes
dicen lo contrario, quieren manteneros en la ignorancia, en la cual se
encuentran ellos mismos”-.
-De este principio parece resultar que el Espíritu, después de
haber abandonado un cuerpo, tome otro: lo cual quiere decir que él se reencarna
en otro cuerpo. Es así que debe entenderse?
-“Precisamente”-.
2. -Cuál es la finalidad de la reencarnación?
-“La expiación y el mejoramiento progresivo de la humanidad;
sin lo cual, dónde estaría la justicia?”
3. -El número de las existencias corpóreas es limitado , o, en
cambio, el Espíritu se reencarna perpetuamente?
–“En cada nueva existencia el Espíritu hace un paso adelante
en la vía del progreso; cuando después se ha despojado de todas sus
imperfecciones, no tiene más necesidad de las pruebas de la vida corpórea”-.
COMENTARIO EXEGÉTICO GIC: Este debe entenderse que, a un
cierto momento, el Espíritu se ha desarrollado en determinado grado y,
habiéndose liberado de sus deudas kármicas, que le sujetaban a ciertas pruebas
y vinculaciones existenciales, ahora se transforma en dueño de su destino,
quedando libre para elegir sus propios objetivos de progreso, según su
vocación, puntos fuertes o menos fuertes. Y de acuerdo al programa evolutivo
del planeta tierra o de aquel en el cual el Espíritu se encarne, en un momento
dado. Esto en ningún momento debe entenderse de que el Espíritu llegará a una
etapa en que no precise más reencarnar por haber alcanzado un tope en el
progreso. Ese tope no existe en el eterno presente. La reencarnación continuará
ad infinitum, en este o en otros mundos más avanzados, alcanzando, siempre,
niveles más elevados de conciencia.
4. -El número de las encarnaciones es igual para todos los
Espíritus?
-“No: quien progresa más rápidamente, se ahorra nuevas
pruebas. De todos modos, estas encarnaciones sucesivas son siempre en gran
número, ya que el progreso es virtualmente infinito”.
5. -En que se convierte el Espíritu después de su última
encarnación?
-“En Espíritu sabio, por su pureza”-.
COMENTARIO EXEGÉTICO GIC: Ratificamos que, no existe una
última reencarnación para el Espíritu. Debe entenderse como la última
encarnación de un determinado ciclo evolutivo, después del cual dará inicio a
otro de mayor nivel.
JUSTICIA DE LA REENCARNACIÓN
6. -Sobre qué se apoya el principio de la reencarnación?
-“Sobre la justicia de Dios y sobre la revelación, por cuanto
nosotros os lo repetimos continuamente: Un buen padre deja siempre abierta, a
sus hijos, la posibilidad al arrepentimiento. No os dice, quizá, la razón, que
sería injusto privar para siempre de la eterna felicidad a todos quienes no
tuvieron la posibilidad de mejorarse? Acaso no son hijos de Dios todos los
seres? Sólo entre los egoístas reina la iniquidad, los odios implacables y las
penas sin remisión”-.
Todos los Espíritus tienden a la perfección, y Dios le tiende
a ellos el medio con las pruebas de la vida corpórea; pero, su justicia quiere
que ellos puedan cumplir, en nuevas existencias, todo lo que no pudieron hacer
o terminar en una primera prueba.
No sería ni según justicia, ni según la bondad de Dios el
condenar en eterno a quienes han podido encontrar obstáculos al propio
mejoramiento, en contra de su voluntad, y por causa del ambiente mismo, en el
cual se encuentran ubicados. Si la suerte del ser humano fuese irrevocablemente
establecida después de la desencarnación, Dios no habría pesado las acciones de
todos los seres en la misma balanza, y no les habría tratado con imparcialidad.
La doctrina de la reencarnación, es decir, aquella que
consiste en el admitir para el ser humano más existencias sucesivas, es la
única que responde a nuestro concepto de la justicia de Dios en relación a los
seres humanos de condiciones morales inferiores; la única que pueda explicarnos
el porvenir, y afirmar nuestras esperanzas, por cuanto nos ofrece el medio de
expiar nuestros errores con nuevas pruebas. La razón nos lo demuestra y los
Espíritus nos lo enseñan.
El ser humano que tiene la conciencia de su inferioridad,
deriva de la doctrina de la reencarnación los más consoladores presagios. Si
cree en la justicia de Dios, no puede esperar de devenir de repente y por la
eternidad igual a quienes han actuado mejor que él; empero, el pensamiento de
que esta inferioridad no le privará siempre del disfrute supremo y que podrá
conquistarlo mediante nuevos esfuerzos, le sostiene en las pruebas y reanima su
coraje. Quién es aquel que, al término de su peregrinaje terreno, no se lamenta
de haber adquirido muy tarde una experiencia, de la cual no puede extraer
provecho? Ahora bien, esta tardía experiencia no está perdida, por cuanto se
aprovechará de ella en una nueva existencia.
ENCARNACIONES EN LOS DIVERSOS MUNDOS
7. -Las diversas existencias corporales se efectúan todas
sobre la tierra?
-“No, sino en los diversos mundos: la de aquí no es ni la
primera ni la última, sino una de las más materiales y lejanas de la
perfección”-.
8. -El Espíritu pasa de un mundo al otro a cada nueva
existencia corpórea, o puede tener varias en el mismo globo?
-“Puede vivir muchas veces sobre el mismo globo, si no ha
progresado en grado suficiente, hasta que merezca encarnarse en uno superior”-.
-Por lo cual, podemos comparecer más veces sobre la tierra?
-“Ciertamente”-.
-Podemos regresar después de haber vivido en otros mundos?
-“Sí: vosotros pudisteis haber vivido ya en otros mundos y
sobre la tierra”-.
9. -Es, en verdad, necesario volver a vivir en la tierra?
-“No; empero, si no progresáis, podéis ir a otro mundo, que no
es, ciertamente, mejor, sino que puede ser, también, peor”
10. -Tiene alguna ventaja quien regresa a vivir en la tierra?
-“Ninguna ventaja en particular, a menos que regrese con una
misión”-.
-No habría mayor felicidad en permanecer en el estado de
Espíritu?
-“No, no! Se quedaría en estancamiento, mientras que es
necesario progresar hacia Dios”-.
11. -Los Espíritus, después de haber vivido en otros mundos,
pueden encarnarse en éste, sin haberlo hecho jamás, antes?
-“Sí: de la misma manera vosotros podéis encarnaros en otras
partes. Todos los mundos son solidarios: lo que no se realiza en uno puede
efectuarse en otro”-.
-Existen, por lo tanto, seres humanos quienes han venido por
primera vez sobre la tierra?
-“Muchos, y de diversos grados”-.
-Se puede reconocer, por algún signo, si un Espíritu hace su
primera aparición sobre la tierra?
-“No, por cuanto no serviría de nada”-.
12. -Para alcanzar a la perfección y felicidad suprema, último
fin de todos los seres, debe el Espíritu pasar por todos los mundos que existen
en el universo?
-“No; por cuanto hay muchos mundos del mismo grado, en los
cuales el Espíritu no aprendería nada de nuevo”-.
-Y, entonces, -cómo explicar la pluralidad de sus existencias
en el mismo planeta?
-“Con la reflexión de que él, cada vez se puede encontrar en
condiciones diferentes, las cuales constituyen para él tantas ocasiones para
adquirir conocimientos”-.
13. Pueden los Espíritus reencarnados en un planeta
relativamente inferior a aquel sobre el cual han ya vivido?
-“Sí, cuando han de cumplir una misión para contribuir al
progreso de la humanidad que lo habita; en cuyo caso aceptan con entusiasmo las
tribulaciones de aquella existencia, por cuanto le aportan el medio para
progresar”-.
-No sucede, de igual manera, también por expiación, pudiendo
Dios enviar Espíritus rebeldes a mundos inferiores?
-“Los Espíritus pueden quedar estacionados, pero no
retroceder: su castigo consiste en no progresar y en repetir las existencias
mal empleadas en el medio más afín a su propia naturaleza”-.
-Cuáles Espíritus deben repetir la misma existencia?
-“Aquellos que incumplen sus objetivos y las pruebas que les
son inherentes”-.
14. Los seres que habitan en cada mundo, -han alcanzado todos
el mismo grado de perfección?
-“No, ocurre lo mismo que en la tierra: los hay de mayor y de
menor progreso”-.
15. Al pasar de nuestro mundo a otro, -el Espíritu conserva la
inteligencia que tenía en éste?
–“Sin duda; pero es posible que él no tenga más los mismos
medios para manifestarla: lo cual depende de su nivel evolutivo y del estado
del cuerpo que estará por tomar en la nueva reencarnación”-. (Ver “Influencia
del organismo”).
16. Los seres que viven en los diversos mundos, -tienen cuerpo
como nosotros?
-“Naturalmente, por cuanto es necesario que, para actuar sobre
la materia, el Espíritu sea revestido de materia; pero, esta envoltura es más o
menos denso según el grado de pureza del Espíritu, lo cual constituye,
precisamente, la diversidad de mundos que debemos recorrer, ya que, existen
muchas moradas en la casa del Creador, y por lo tanto, muchos grados. Algunos
lo saben, y por cuanto se encuentran en la tierra, tienen conciencia de ello;
otros no”-.
17. Podemos, nosotros, conocer el estado físico y moral de los
diversos mundos?
-“Nosotros, Espíritus, solamente os podemos transmitir
conocimientos de acuerdo al grado de vuestra comprensión, lo cual quiere decir
que no debemos revelar estas cosas a todos, por cuanto no todos se encuentran
en el nivel adecuado para entender rectamente, lo cual les turbaría”-.
A medida que el Espíritu se va purificando, el cuerpo, que él
anima, se acerca a la naturaleza espiritual. La materia es menos densa; él deja
de arrastrarse penosamente en el suelo; las necesidades físicas se depuran, y
los seres vivientes dejan de tener la necesidades de destruirse para
alimentarse. El Espíritu es más libre, y tiene para las cosas lejanas
determinadas facultades sensoriales que nos son ignotas. Él ve con los ojos del
cuerpo aquello que nosotros vemos con el pensamiento.
La purificación de los Espíritus se efectúa en sus
encarnaciones con el perfeccionamiento moral, que depura las pasiones y los
instintos animales, y determina, sí, que el egoísmo ceda el puesto al
sentimiento fraternal. Por lo cual, en los mundos superiores al nuestro no se
conocen las guerras, reinando el amor y la concordia, y todos piensan en hacer
el bien a sus semejantes. La intuición que tienen de su porvenir y la seguridad
que derivan de una conciencia libre de remordimientos, hacen, sí, que la
desencarnación no sea para ello causa de aprehensión alguna: la ven realizarse
con confianza y como una simple transformación.
La duración de la vida en los diversos mundos es en proporción
al grado de su excelencia física y moral; lo cual es perfectamente lógico,
Cuanto el cuerpo sea más depurado, tanto más se encuentra libre de vicisitudes;
cuanto más sea el Espíritu puro, tanto más se encuentra libre de pasiones,
gozando de serenidad e imperturbabilidad. Y esto es, todavía, un beneficio de
la Providencia, que rinde más breves las ausencias de bienestar.
18. El ser debe pasar por la infancia en cada encarnación,
también en los demás mundos?
-“La infancia es una etapa transitoria en todas partes,
empero, no en todas partes es inconsciente como entre vosotros”-.
19. La elección del mundo en el cual reencarnarse, es una
facultad del Espíritu?
-“No siempre; empero, puede pedirla y obtenerla, si lo merece,
por cuanto los varios mundos son asequibles a los Espíritus de acuerdo a su
grado de elevación evolutiva”-.
-Si el Espíritu no solicita nada, -quien determina el mundo en
que deberá reencarnarse?
-“Precisamente, el grado de elevación”-.
20. El estado físico y moral de los seres vivientes es siempre
el mismo en cada planeta?
-“No, ya que, también, los mundos obedecen a la ley del
progreso. Todos, aún los más esplendidos, han tenido principio, como la tierra,
en un estado inferior. La tierra pasará, a su vez, por tal transformación, y se
convertirá en un paraíso terrestre, cuando sus habitantes sean todos buenos”-.
De esta manera, los grupos étnicos que pueblan la tierra,
serán sustituidos por otros siempre más perfectos, los cuales sucederán a los
presentes, tal como ellos lo hicieron con otros todavía más rudimentarios.
21. Existen mundos en los cuales el Espíritu cesa de vestir un
cuerpo material y no tiene más envoltura que el periespíritu –“o alma”?
-“Sí; y esto mismo en los Espíritus puros deviene en tal grato
etéreo que es para vosotros como si no existiese”-.
-No hay, por lo tanto, límites precisos entre el estado de las
últimas encarnaciones y aquel de Espíritu puro?
-“En efectos, estos límites no existen: la diferencia se va
disipando poco a poco insensiblemente, al igual que la noche, que se desvanece
delante a los primeros albores del día”-.
22. La sustancia del periespíritu –alma- -es la misma en todos
los mundos?
-“No; ella es más o menos etérea. En el pasar sobre los varios
mundos, el Espíritu se reviste de la materia adecuada de cada uno de ellos, lo
cual ocurre con la velocidad del relámpago”-.
23. Los Espíritus puros habitan en mundos especiales, o se
encuentran en el espacio universal sin estar ligados más a un mundo que a otro?
-“Los Espíritus puros habitan determinados mundos; empero, no
se encuentran confinados como los seres humanos en la tierra. Ellos pueden,
mejor que los otros, encontrarse, por así decirlo, en todas partes”-. (*)
(*) Según los Espíritus, entre todos los planetas que componen
nuestro sistema planetario, la Tierra sería uno de aquellos cuyos habitantes se
encuentran menos adelantados tanto en lo moral como en el físico. Marte le
sería, todavía, inferior y Júpiter muy por encima en todos los aspectos. El Sol
no sería un mundo habitado por seres corpóreos, sino un lugar de reunión de
Espíritus elevados, quienes, desde allí, irradian con el pensamiento hacia los
demás mundos, que ellos dirigen mediante Espíritus subordinados, con los cuales
comunican por intermedio del fluido universal. En cuanto a la constitución
física, nuestro Sol, como todos los demás, podría ser que sea un foco de
electricidad.
El volumen y la lejanía del Sol no tendría ninguna relación
necesaria con el grado de progreso de los mundos, por cuanto Venus sería más
progresada que la Tierra, y Saturno menos Júpiter.
Muchos Espíritus de personas que han vivido sobre la tierra
han dicho de haber reencarnado en Júpiter, uno de los mundos más progresado de
nuestro sistema; y esto causó maravilla, por cuanto sobre la tierra no eran
estimados en ese grado. Empero, esta sorpresa, causa estupor, cuando se considera,
en primer lugar, que, algunos Espíritus, quienes habitaban en aquel planeta,
han podido ser enviados sobre la tierra para cumplir una misión, la cual, a
nuestros ojos, no se percibía la totalidad de su valor; en segundo lugar, que
entre su existencia terrestre y la de Júpiter, han podido tener otras
intermedias, en las cuales mejorarse desde todos los puntos de vista; y de
último, que en aquel mundo, como en el nuestro, habrán diversos grados de
desarrollo y entre estos grados puede haber la distancia que, entre nosotros
separa el salvaje del hombre civilizado. Por lo cual, vivir en Júpiter no
significa que alguien se encuentre en el nivel de los seres más avanzados que
allí viven, como otros no se encuentran a nivel de un docto Instituto, solo
porque vive en París.
También las condiciones de longevidad no son en todas partes
las mismas que en la tierra, y la edad no tiene término de comparación. El
Espíritu de una persona desencarnada desde hace tiempo, respondiendo a una
evocación, dijo de haber reencarnado seis meses antes en un mundo para nosotros
desconocido. Preguntado sobre la edad que tenía allí, replicó: -“No puedo
valuarla, por cuanto aquí no medimos el tiempo como vosotros. El modo de
existir no es más lo mismo, y el desarrollo es mucho más rápido. Tanto es
cierto que, aunque yo no esté allí sino desde hace seis de vuestros meses,
puedo decir de haber alcanzado una inteligencia equivalente a la que poseía a
los treinta años sobre la tierra”.
Muchas respuestas análogas se han obtenido de otros Espíritus;
encontramos en ellas inverosimilitud. No vemos, nosotros, sobre la tierra gran
número de animales alcanzar normalmente su desarrollo en pocos meses? Por qué
no podría ser, de la misma manera, con el ser humano, en otras esferas? Es
preciso observar que el desarrollo que alcanza el ser humano a la edad de
treinta años, -no es, quizá, una especie de infancia, en comparación con aquel
que él debe alcanzar? No es lógico creer de ser en todo los prototipos de la
creación, y es un rebajar a Dios el creer que Él no pueda hacer obra de mayor
envergadura de la criatura humana.
TRANSMIGRACIÓN PROGRESIVA
24. Goza el Espíritu de la plenitud de sus facultades desde su
principio?
-“No, por cuanto, también él, como el ser humano, tiene su
infancia. Los Espíritus, en su origen, tienen una existencia instintiva, y poca
conciencia de sí y de sus propios actos. Sólo poco a poco se desarrolla en
ellos la inteligencia”-.
25. Cuál es el estado del Espíritu en su primera encarnación?
-“Aquello que es la infancia para la vida corpórea: la
inteligencia empieza a despertarse, y se prueba a vivir”-.
26. Los de los pueblos en condiciones primitivas de vida son
Espíritus en su estado de infancia?
-“De infancia relativa; empero, están ya desarrollados, por
cuanto poseen pasiones”-.
-Es decir, -las pasiones son signos de desarrollo?
-“De desarrollo sí, pero no de perfección: son signos de
actividad de la conciencia del yo, mientras que en el Espíritu primitivo la
inteligencia y la vida se encuentran en el estado de germen”-.
La vida del Espíritu, en su conjunto, recorre las mismas fases
que las del cuerpo; él pasa, gradualmente, desde el estado de embrión al de
infancia, y alcanza, después, por una sucesión de períodos, al de adulto, es
decir, la perfección, con tales diferencias, que la vida espiritual no tiene
vejez ni decrepitud; que él tuvo un principio, pero no tendrá jamás un fin; que
precisa un tiempo inmenso para pasar de la infancia al desarrollo completo, y
que su progreso se cumple no solamente sobre una esfera, sino sobre muchas. De
esta manera, la vida del Espíritu se compone de una serie de existencias
corpóreas, cada una de las cuales representa una oportunidad de progreso, como
cada existencia corpórea se compone de una serie de días, en cada uno de los
cuales el ser humano da un paso adelante en experiencia y en instrucción.
Empero, al igual que en la vida de la persona pasan días sin fruto, en la del
Espíritu pasan existencias corpóreas sin resultado, por cuanto ella no supo
aprovecharlas.
27. Se puede, con una conducta impecable en esta vida terrena,
alcanzar la cima de la escala y devenir un Espíritu puro sin pasar por los
grados intermedios?
-“No, por cuanto todo lo que el ser humano, aquí, cree
perfecto, se encuentra muy lejos de la perfección: existen cualidades que él no
conoce, y no podría comprender. Él no podría ser más perfecto de cuanto permite
su naturaleza terrestre; empero, de esta perfección a la cual él debe llegar
existe una gran diferencia. El niño, por cuanto se desarrolle muy precozmente,
debe pasar por la juventud antes de alcanzar la edad madura; la persona cuya
salud está ausente, por prodigiosos que sean sus progresos en la curación,
precisa pasar por la convalecencia antes de recuperarla perfectamente. Además,
el Espíritu debe progresar tanto en ciencia como en moralidad, y, si no ha
progresado sino en una de estas dos áreas, precisa, para alcanzar al vértice de
la escala, que progrese también en la otra; todavía, cuanto más el ser humano
progrese en esta vida, tanto más breves y más felices serán las pruebas
futuras”-.
-Puede el ser humano, por lo menos en esta vida, asegurarse
una existencia futura con un menor grado de insatisfacción y de tribulaciones?
-“Ciertamente; puede disminuir el tiempo y las dificultades
del camino. Sólo el *infractor se encuentra siempre en el mismo punto”-.
28. Puede el ser humano, en sus nuevas existencias descender
más debajo de que era?
-“Como ser humano, por “condición social”, sí; como Espíritu,
no”-.
29. Puede el Espíritu, que fuera previamente una persona de
bien, in una sucesiva encarnación animar el cuerpo de un *perverso?
-“No, por cuanto no puede cambiar”
-Puede el Espíritu de un perverso convertirse en el de una
persona de bien?
-“Sí, si él se arrepiente, por cuanto esto sería una
recompensa”-.
El camino de los Espíritus es progresivo, jamás retrógrado;
ellos se elevan gradualmente en la jerarquía, empero, no descienden del grado
que han alcanzado. En las diversas existencias corpóreas pueden descender hacia
abajo como seres humanos, pero no como Espíritus. Es por esto que el Espíritu
de un poderoso de la tierra podrá, en un momento dado, animar el más humilde
artesano, o viceversa, por cuanto las condiciones sociales entre los seres
humanos son, frecuentemente, en razón inversa de la elevación de los
sentimientos morales. Herodes era monarca; Jesús, carpintero.
30. La posibilidad de mejorarse en otra existencia, -no podría
inducir a alguien a perseverar en la vía inadecuada, pensando que, siempre,
podrá corregirse más tarde?
-“Quien piensa de esta manera, no cree a nada, tomando en
cuenta que la amenaza de un castigo eterno no le frena mayormente, por cuanto
su razón se rebela, y esta idea le conduce a la plena incredulidad. Si para
guiar a los seres humanos se hubiesen, empleado, siempre, medios racionales, no
existirían, ahora, tantos escépticos. Un Espíritu imperfecto podría pensar
cosas absurdas durante su vida corpórea; empero, liberado de la materia, cambia
de idea, por cuanto advierte, enseguida, que se había engañado, y trae, en una
nueva existencia, sólidos sentimientos contrarios. De tal manera se cumple el
progreso; y es aquí la razón por la cual veis sobre la tierra una parte de los
seres humanos más progresada de la otra; aquellos tienen ya una experiencia,
que éstos todavía no tienen, pero que, ciertamente, conquistarán poco a poco.
De vosotros, solamente, depende acelerar vuestro progreso, o el retardarlo
indefinidamente”-.
El ser humano que se encuentra en condición poco favorable,
desea, naturalmente, salir de ella lo más rápidamente posible, Quien esté
firmemente persuadido de que las tribulaciones de esta vida son las
consecuencias de sus defectos, buscará de asegurarse una nueva existencia menos
penosa, y esta convicción lo apartará de la vía del mal más fácilmente que
aquella del fuego eterno, a la cual no cree.
31. Por cuánto los Espíritus no pueden mejorar sin las
tribulaciones de la vida corpórea, -resultaría ésta una especie de proceso
depurativo o de purgatorio, por el cual deben pasar los seres del mundo
espiritual con la finalidad de alcanzar la perfección?
-“Exactamente; es así. Ellos mejoran por medio de las pruebas,
evitando el mal y practicando el bien; solamente después de muchas
encarnaciones y depuraciones sucesivas alcanzan, en un tiempo más o menos
largo, según sus propios esfuerzos, el objetivo al cual se centran”-.
-Es, el cuerpo que, para mejorarlo, actúa sobre el Espíritu, o
es el Espíritu, que, para mejorarse, actúa sobre el cuerpo?
-“El Espíritu es todo; el cuerpo es un vestido, que se
transforma, nuevamente, a su estado de energía”-.
Símbolo material de los diversos grados de purificación del
Espíritu es el zumo de la vid. El contiene el licor del espíritu o alcohol;
pero éste, conteniendo grandes cantidades de materias extrañas que le alteran
la esencia, no alcanza la pureza absoluta sino después de numerosas
destilaciones en cada una de las cuales se despoja de alguna impureza. El
alambique es el cuerpo, en el cual debe entrar para purificarse; las materias
extrañeza son como el periespíritu, que se purifica también él a medida que el
Espíritu se acerca a la perfección.
SUERTE DE LOS NIÑOS DESPUÉS DE LA TRANSICIÓN
32. El Espíritu de un niño desencarnado en temprana edad,
-tiene el mismo valor que el de un adulto?
-“Tal vez mucho más, por cuanto podría haber vivido mucho más
largo tiempo, por lo cual tendría mayor experiencia, especialmente si ha
progresado”-.
-Es decir, el Espíritu de un niño puede ser de mayor progreso
que el de su padre?
-“Frecuentemente: -no lo veis continuamente sobre la tierra?
33. El Espíritu de un niño que desencarne en tierna edad, no
habiendo podido cometer el mal, pertenece, a los grados superiores?
-“Si no ha cometido el mal, tampoco ha hecho el bien, y Dios
no lo exime de las pruebas por las cuales debe pasar. Si, realmente, fuese superior,
no lo sería ya porque entre vosotros era un niño, sino en virtud de que había
progresado mucho ante de reencarnarse”-.
34. Por qué vemos, tan frecuentemente, truncada la vida en la
infancia?
-“La poca duración de la vida de un niño puede ser para el
Espíritu encarnado en él el cumplimiento de una anterior existencia
interrumpida antes del término establecido, y su desencarnación es,
frecuentemente, una prueba o una expiación para los progenitores”-.
Cuál suerte le toca al Espíritu de un niño desencarnado en
tierna edad?
-“Si desencarnó por haber venido a menos en el objetivo
emprendido, él recomienza una nueva existencia”-.
Si el ser humano no tuviese más que una sola existencia
corpórea, y si, después de esta, su futuro destino fuese establecido eternamente,
-cuál sería el mérito de la mitad de la especie humana, que desencarna en la
infancia, para gozar de una felicidad sin fin? Y, -con cuál derecho estaría
exento de las condiciones frecuentemente duras impuestas a la otra mitad? Un
tal orden de cosas contrastaría con la justicia de Dios. Con la reencarnación,
en cambio, se establece la igualdad; el porvenir, sin excepción, y sin favor
para alguien, pertenece a todos: quien llega último no puede inculpar más que a
sí mismo. El ser humano debe tener el mérito de sus obras, por cuanto responde
por ellas.
Y, por otra parte, no es nada lógico el considerar la infancia
como un estado normal de inocencia. No vemos, quizá, los instintos más malvados
dominar, tal vez, en los niños en una edad, en la cual la educación no ha
podido ejercitar influencia alguna? No observamos a aquellos que traen en su
naturaleza la astucia, la doblez, la perfidia, e inclusive, la tendencia al
robo y a los hechos de sangre, que perduran no obstante el buen ejemplo que
reciben? La ley civil los absuelve de sus hechos reñidos con la justicia,
disculpándoles aseverando que han actuado sin discernimiento, y a buena razón,
por cuanto actúan más instintivamente que de propósito deliberado. Empero, -de
dónde pueden provenir entre niños de la misma edad, frecuentemente educados en
las mismas condiciones, y sujetos a las mismas influencias? De dónde tal precoz
perversidad si no de la bajeza del Espíritu, ya que la educación no tiene
inherencia? Los niños viciosos son tales, porque su Espíritu ha progresado
menos, y deriva de ello las consecuencias, no por las obras del niño, sino por
las de sus existencias anteriores. De esta manera, la ley es igual para todos y
la justicia de Dios alcanza a todos.
SEXO ENTRE LOS ESPÍRITUS
35. Existe entre los Espíritus diversidad de sexos?
-“No, en el modo que entendéis vosotros, por cuanto los sexos
dependen de los organismos. También entre los Espíritus reinan amor y simpatía,
pero fundados en la semejanza de los sentimientos”-.
36. Entonces, el Espíritu que animó el cuerpo de un hombre,
-puede en una nueva existencia animar el de una mujer y viceversa?
-“Sin duda, el mismo Espíritu puede animar ahora el cuerpo de
un hombre, o bien el de una mujer”-.
37. El Espíritu errante prefiere encarnarse en el cuerpo de un
hombre o de una mujer?
-“Tal cosa poco importa al Espíritu: eso depende de la prueba
por la cual debe pasar”-.
PARENTESCO E FILIACIÓN
38. Los progenitores, -trasmiten a los hijos una parte de su
Espíritu, o les dan, solamente, la vida física, a la cual, más tarde le es
agregada la vida moral?
-“Los progenitores otorgan a los hijos únicamente la vida
física, por cuanto el Espíritu es indivisible. Un padre poco dotado puede tener
hijos de ingenio y viceversa”-.
39. Por cuanto hemos tenido muchas existencias, -el parentesco
debe remontarse más allá de la actual?
-“No puede ser de manera diversa. La sucesión de las
existencias corpóreas establecen, en cada una, lazos que resalen a las
anteriores: de lo cual, frecuentemente, se derivan las causas de las simpatías
que os ligan con personas que vosotros creéis que s son extrañas”-.
40. A algunos puede parecer que la doctrina de la
reencarnación destruya los lazos de familia al hacerlos remontar más allá de la
existencia actual.
-“Los extiende, pero no los destruye. Por cuanto el parentesco
está fundado sobre afectos anteriores, los vínculos que unen a los miembros de
una misma familia, son, más bien, más fuertes. Refuerza y multiplica los
deberes de la fraternidad, por cuanto vuestro vecino o quien os sirve en
funciones domésticas, puede haber sido un Espíritu con quien os unieran
vínculos de parentesco sanguíneo”-.
-Ese, todavía, disminuye la importancia que, algunos, admiten
a la propia descendencia, por cuanto, uno puede haber tenido por padre un
Espíritu, quien pudo pertenecer a otra familia, o vivido en toda otra condición
que la suya.
-“Es verdad: pero esta importancia se apoya, únicamente, en el
orgullo. Lo que, en gran parte, los seres humanos honran en sus sentimientos,
son los títulos, los grados, la fortuna. Muchos se avergonzarían de haber
tenido por familiar a un honesto zapatero, mientras que, en cambio, se glorían
de descender de un gentilhombre disoluto. Empero, a pesar de lo que digan o
hagan, no impedirán, a las cosas, de ser lo que son, por cuanto Dios no ha
regulado las leyes de la naturaleza sobre su vanidad”-.
41. Al no haber filiación entre los Espíritus de los
descendientes de una misma familia, -significa que el culto de los antepasados
sea algo vano y ridículo?
-“No, por cuanto es natural se honre de pertenecer a una
familia, en la cual se han encarnado Espíritus superiores. Si bien los
Espíritus no proceden los unos de los otros, no por esto sienten menor afecto
hacia quienes les liga el parentesco sanguíneo, cuya raíz reside en la simpatía
o en vínculos anteriores. Recordad, empero, que los Espíritus de vuestros
progenitores no se tienen por honrados por el culto que rendid a ellos con
motivo de orgullo. Su mérito no se refleja sobre vosotros salvo que os empleáis
en seguir su ejemplo; en este único caso vuestro recuerdo puede resultarle no
solamente grato, sino proficuo.
SEMEJANZAS FÍSICAS Y MORALES
42. Los progenitores transmite, frecuentemente, a sus hijos,
un parecido físico. Transmite, ellos, también una semejanza moral?
-“No, por cuanto tienen Espíritus diferentes. El cuerpo
procede del cuerpo, pero el Espíritu no procede del Espíritu. Entre los
descendientes de las singulares grupos étnicos no existe más que
consanguinidad”-.
-De dónde provienen las semejanzas morales, que, algunas
veces, existen entre progenitores e hijos?
-“En el hecho de ser Espíritus afines atraídos los unos a los
otros por la similitud de tendencias”-.
43. El Espíritus de los progenitores tiene influencia sobre el
de los hijos después de su nacimiento?
-“Sí, es enorme. Como ya hemos dicho, los Espíritus deben,
recíprocamente, ayudarse a progresar. O, más bien: los Espíritus de los
progenitores tienen por misión la de desarrollar el de sus hijos por medio de
la educación: quien falta a este propósito se rinde culpable de las
consecuencias”-.
44. Por qué, algunas veces, progenitores buenos y virtuosos
dan la vida a hijos de naturaleza perversa? En otros términos: -Por qué, las
buenas cualidades de los progenitores no atraen, siempre, por simpatía, buenos
Espíritus para encarnarse como sus hijos?
-“Un Espíritu malo puede solicitar de encarnarse cerca de
progenitores buenos con la esperanza que sus consejos lo separen de la vía
inconveniente; frecuentemente, Dios lo concede”-.
45. Pueden los progenitores, por la fuerza de la voluntad y de
la oración, atraer en el cuerpo del hijo por nacer, un Espíritu bueno en vez de
uno malo?
-“No, pero pueden mejorar el Espíritu del hijo que han hecho
nacer y que les es confiado. Es para ellos un deber. Hijos malos constituyen
pruebas para los padres”-.
46. De donde proviene la semejanza de carácter que,
frecuentemente, existe entre hermanos, especialmente entre gemelos?
–“Del hecho de ser Espíritus afines; por el grado de semejanza
de sus sentimientos, son felices de encontrarse juntos”-.
47. En los gemelos, cuyos cuerpos se encuentran unidos,
quienes tienen órganos comunes, -como es el caso de los siameses-, -existen dos
Espíritus?
-“Sí; pero por sus semejanzas, parecieran que son uno solo a
vuestros ojos”-.
48. Por cuanto los Espíritus se encarnan en los gemelos por
afinidad, -de dónde proviene la aversión que algunas veces predomina entre
ellos?
-“No es regla absoluta que en los gemelos hayan siempre
Espíritus afines. Espíritus malos pueden querer luchar juntos en el teatro de
la vida”-.
49. Qué se debe pensar de las historias de niños que se baten
ya en el seno de la madre?
-“Constituyen expresiones empleadas para expresar que su odio
es de tal magnitud que resale más allá de su nacimiento. Cuándo os habituaréis
a tener en cuenta las figuras poéticas?”
50. De donde proviene el carácter especial que distingue un
pueblo de otro?
-“Los Espíritus forman familias determinadas por la similitud
de las tendencias más o menos puras, según su elevación. Ahora, cada pueblo es
una gran familia en la cual se reúnen Espíritus afines, y la propensión a
unirse de los miembros de estas familias constituye el carácter distintivo.
-Creed vosotros que Espíritus buenos y humanos prefieren encarnarse entre un
pueblo bárbaro y feroz? No: los Espíritus simpatizan con las masas, como
simpatizan con los individuos. En ese caso, ellos se encuentran en el ambiente
que les es propio”-.
51. Manifiesta, el ser humano, expresiones del carácter moral
de sus existencias anteriores?
-“Si, puede suceder; empero, él, mejorando, cambia. También la
diversidad de condiciones sociales tiene sobre esto una gran influencia: si de
condición social relevante se pasa a otra humilde, sus gustos cambiarán del
todo, y costará reconocerlo. Es cierto, pero, que, siendo el Espíritu siempre
el mismo en las diversas encarnaciones, sus manifestaciones, al pasar de una a
la otra, pueden tener ciertas analogías, modificadas solamente por las
costumbres de su nueva condición; pero, llega el día en el cual un notable
mejoramiento le cambia del todo el carácter, por cuanto de orgulloso y malvado,
si se arrepintió, puede transformarse en humilde e humano”-.
52. El ser humano, en sus diversas encarnaciones, manifiesta
los rasgos físicos de sus existencias anteriores?
-“El nuevo cuerpo no tiene con el de una existencia anterior
ningún rapport. Empero, el Espíritu se refleja en el cuerpo, y, si bien éste no
sea más que materia, es modelado, por otra parte, sobre las capacidades del
Espíritu, que les imprime un cierto carácter, especialmente en la cara. Se
dice, generalmente, que los ojos son el espejo del Espíritu, es decir, que el
Espíritu se expresa más particularmente sobre la cara, lo cual es cierto, por
cuanto, una persona, aunque físicamente de poca belleza, tiene en sí algo que
gusta, cuando posee un Espíritu bueno, sabio, gentil, mientras que existen
caras bellísimas, que no poseen atractivo alguno, más bien inspiran aversión. A
primera vista, parecería que solamente los cuerpos hermosos deberían ser los
vehículos de los Espíritus mejores; empero, en realidad, cada día se encuentran
seres humanos de bien bajo aspectos de menor belleza física. En conclusión: la
paridad de gustos y tendencias puede dar a los cuerpos, no una semejanza
pronunciada, sino lo que se dice, normalmente, un aire de familia”-.
Por cuanto el cuerpo, que reviste el Espíritu en una nueva
encarnación, no tiene relación con el de la existencia precedente, sería
absurdo deducir una sucesión de existencias de una semejanza fortuita. Todavía,
las cualidades del Espíritu modifican, frecuentemente, los órganos, que sirven
a sus manifestaciones, e imprimen, en el rostro, y en el conjunto de los modos,
un carácter particular. Por lo cual, debajo de los más humildes rasgos físicos
se puede encontrar la expresión de la grandeza y de la dignidad; mientras que,
debajo del vestido del gran señor se observa, alguna vez, la de la bajeza y la
de la ignominia. Ciertas personas, en el ambiente de su nueva existencia, toman
las costumbres y las maneras de la nueva sociedad con tanta naturalidad, que
parece como si se encontraran en su elemento; otras, en su polaridad opuesta,
no obstante su nacimiento y condición, se encuentran siempre como peces fuera
del agua. Cómo explicar estos hechos, sino como manifestaciones de lo que ha
sido el Espíritu en anteriores existencias?
IDEAS INNATAS
53. El Espíritu encarnado conserva, quizá, alguna huella de
las sensaciones tenidas y de las nociones conquistadas en existencias
anteriores?
-“Le queda una vaga remembranza, es decir, lo que suele
denominarse ideas innatas”-.
-Entonces, -la teoría de las ideas innatas no es una quimera?
-“No. Las cogniciones adquiridas en cada una de las
existencias no se pierden. El Espíritu, separado de la materia, las recuerda
siempre. Durante la encarnación puede olvidarlas en parte; pero, la intuición
que le queda, ayuda su avance evolutivo, sin el cual debería recomenzar siempre
del inicio. A cada nueva encarnación, el Espíritu toma su punto de partida
desde aquel en el cual quedara en la precedente”-.
-Por lo cual, entre dos vidas, -existe una gran conexión?
-“No siempre así de grande como podréis creer, por cuanto,
como fue observado, las condiciones son, frecuentemente, muy diferentes, y, en
el intervalo el Espíritu ha podido progresar”-. (ver nº 216).
54. Cuál es el origen de las facultades extraordinarias de
quienes, que, sin precedente estudio, parece que tienen la intuición de algunas
partes del saber, como las lenguas, del cálculo y similares?
–“La remembranza del pasado, el progreso antecedente del
Espíritu, del cual ellos mismos no tienen conciencia. De dónde quisierais que
provengan? El cuerpo cambia, pero el Espíritu no, si bien muda el involucro
exterior”-.
55. En el cambiar del cuerpo, -se puede perder alguna facultad
intelectual? -No tener más, por ejemplo, el gusto artístico?
–“Sí; si el Espíritu ha desvirtuado esta facultad haciendo mal
uso. Empero, por otra parte, una facultad puede permanecer dormida durante una
existencia, por cuanto el Espíritu quiere ejercitar otra con la cual no tiene relación
alguna; en tal caso aquella queda en el estado latente para reaparecer más
tarde”-.
56. Es, quizá, a un recuerdo retrospectivo que el ser humano
debe, aún en el estado primitivo, la noción instintiva de la existencia de Dios
y l presentimiento de la vida futura?
-“Sí: a la remembranza de lo que ya sabía como Espíritu antes
de haber encarnado; pero el orgullo frecuentemente sofoca este sentimiento”-.
-Son debidas a este mismo recuerdo algunas creencias relativas
a la doctrina espírita que reencontramos en todos los pueblos?
-“La doctrina espírita es antigua cuanto el mundo, y se
reencuentra en todas partes: prueba ésta de su verdad. El Espíritu encarnado,
manifestando la intuición de su estado de Espíritu, tiene la conciencia
instintiva del mundo invisible; empero, frecuentemente, la falsean los
prejuicios, y la ignorancia le agrega la superstición”-.