Capítulo XI
LA REENCARNACIÓN
Preludio de la
Reencarnación. Unión del Espíritu con el Cuerpo. Facultades morales e
intelectuales del Ser Humano. Influencia del Organismo. Idiotez y Locura. Infancia.
Simpatías y Antipatías terrenas. Olvido
del Pasado.
PRELUDIO DE LA
REENCARNACIÓN
1. Conocen los Espíritus la época en que reencarnarán?
“Lo presienten, como el invidente siente el fuego, al cual se
acerca. Saben que deben retomar un cuerpo, al igual que vosotros sabéis que un
día debéis desencarnar, empero sin conocer cuando eso ocurrirá”-.
Entonces, la reencarnación es una necesidad de la vida
espiritual, como lo es la desencarnación de la vida en la dimensión física?
-“Así es”-.
COMENTARIO EXEGÉTICO GIC: Realmente, salvo casos particulares
y hasta determinado nivel evolutivo, en línea general, el Espíritu hasta cierto
momento no puede conocer en forma exacta la fecha en que le tocará efectuar su
siguiente reencarnación, por cuanto, deberá coordinar, con antelación, y con
las personas involucradas, los detalles inherentes, lo cual puede precisar su
tiempo hacerlo.
• Empero, una vez realizada la programación de objetivos para
el siguiente ciclo de vida, bajo el asesoramiento de los propios guías y
protectores espirituales, y de los Regidores cósmicos, del mundo de que se
trate, el Espíritu conoce con antelación la fecha en que deberá reencarnar,
salvo los eventuales ajustes de última hora. Esto es debido a que, el mismo
Espíritu, haciendo uso de su libre albedrío, con las limitantes del propio
karma y las interrelaciones de las personas involucradas, tiene una parte
activa en la elección de las pruebas y de los detalles respectivos.
• Una vez efectuado el plan, el Espíritu, al igual que todos
aquellos que se les interrelacionan, conoce los detalles generales.
• Podría haber casos en que los guías y protectores sugieran
determinados planes los cuales son aceptados por los Espíritus involucrados,
por la confianza que les tienen.
• Aún, en otros casos, los compromisos kármicos son de tal
magnitud que la autonomía queda temporalmente inhibida, sin margen de elección,
salvo que por el correspondiente orden prioritario en que las deudas kármicas
deben ser liberadas.
2. Se ocupan todos los Espíritus de su reencarnación?
-“Existen Algunos que no piensan en ello, mientras otros no la
comprenden: depende de su propia naturaleza espiritual más o menos elevada.
Para algunos esa incertidumbre del propio porvenir constituye un castigo”-.
3. Puede el Espíritu acelerar, o retardar, el momento de su
reencarnación?
-“Puede acelerarlo con el deseo, y puede retardarlo
retrocediendo frente a la prueba que precisa asumir, por cuanto, también entre
los Espíritus los hay viles y cobardes; empero, de esta cobardía y vileza paga
las consecuencias, por cuanto sufre al igual que aquel que rechaza la medicina
que le puede curar”.
4. Si un Espíritu se encontrase desarrollado en determinado
grado medio de progreso, en la dimensión espiritual, y dejare de experimentar
la necesidad de ascender a un nivel más elevado, podría, él, prolongar aquel
estado indefinidamente?
“Indefinidamente no, por cuanto tarde o temprano cada Espíritu
siente la necesidad de elevarse. Todos deben progresar: este es su destino”.
5. La unión de un Espíritu con un cuerpo está predestinada, o
es, en cambio, fortuita?
-“El mismo Espíritu, elegida la prueba que desea asumir,
efectúa la solicitud para encarnarse”.
COMENTARIO EXEGÉTICO G.I.C.: Los Espíritus, en la época previa
a la reencarnación, piden a la Ley de Afinidad, que le presente un balance de
todas sus acreencias y deudas que precisan compensación, y la inminencia
prioritaria de las mismas, en base al cual, organizan el plan del nuevo ciclo
de vida, basado en las prioridades emergentes, en el cual se involucran todos
los seres inherentes, en combinación con la obra colectiva –de estos seres- con
el conjunto de la zona en la cual habrán de reencarnar- y a los planes cósmicos
y a la cuota de obra colectiva del planeta y al pensum de estudio
correspondiente a ese período en el planeta. Los Representantes de la Justicia
Divina, en el Planeta Tierra, son los que aprueban el nuevo ciclo de vida, con
los respectivos ajustes que el plan de vida presentado precise.
6. El Espíritu, tiene la facultad de elegir, también, el
cuerpo en el cual reencarnará, o solamente el género de vida que deberá
servirle de prueba?
-“Lo uno y lo otro, por cuanto las imperfecciones del cuerpo
constituyen medios para progresar, cuando se vencen los obstáculos que se
presentan”.
Podría un Espíritu, en el último momento, renunciar de reencarnar
en el cuerpo ya elegido por él?
-“Sí, empero, habría de sufrir mucho más de otro que no
hubiese tentado prueba alguna. La elección, empero, no depende siempre de él,
si bien le esté permitido solicitarla”.
7. -Podría ocurrir que un feto en condiciones de nacer no
encuentre un Espíritu que quisiese nacer en él?
“El feto, en el cual debe reencarnar, está siempre
predestinado a albergar un Espíritu: nada es creado sin razón”.
COMENTARIO EXEGÉTICO G.I.C.: Es preciso tener en cuenta de que
la unión del Espíritu con el cuerpo ocurre en el mismo instante en que el nuevo
ser es engendrado por el hombre y concebido por la mujer. En la lucha de los
millones de espermatozoides por fecundar al óvulo, el que gana la batalla es
aquel al que el Espíritu une su alma, -periespíritu o hilo de plata-. Es decir,
el acto de la reencarnación se efectúa en el mismo instante de la concepción
del nuevo ser, por lo cual, el Espíritu ya se encuentra encarnado en el feto en
formación, desde el inicio de la gestación.
8. La unión de un Espíritu con un determinado cuerpo puede ser
impuesta por Dios?
-“Sí, al igual que pueden ser impuestas las diversas pruebas,
especialmente cuando el Espíritu todavía no ha desarrollado la aptitud para elegir
con conocimiento de causa. Por expiación, el Espíritu puede ser obligado a un
ciclo de vida cuyas experiencias constituirán a la vez el castigo, la prueba y
el medio de aprendizaje de la lección que precisa”.
9. Si ocurriese que para animar un mismo cuerpo que está por
formarse se presentarán varios Espíritus, quién sería el que reencarnaría entre
ellos?
-“Muchos podrían solicitarlo: en tal caso es Dios quien juzga
al más apto para desempeñar la misión; empero, como ya hemos dicho, el Espíritu
ha sido elegido antes de su unión con el cuerpo”-.
COMENTARIO EXEGÉTICO GIC: Podríamos decir que, si no hubiese
un Espíritu con una existencia previamente programada, para nacer en un
determinado momento, en cuyo acto de ser engendrado por el padre uniese su alma
al espermatozoide que habrá de fecundar al óvulo, tal concepción por la madre
dejaría de realizarse, pese a la realización del acto sexual. Esto se demuestra
por la razón de que, si no hay un Espíritu que anime al cuerpo, y no lo habrá
si éste no une su hilo de plata con el espermatozoide que habrá de fecundar al
óvulo, ese nuevo ser dejará de ser concebido y, por ende, formado.
• Se podría complementar, diciendo: Si por la razón que fuere,
un espermatozoide al cual no estuviese unido un Espíritu por medio de su alma,
o hilo de plata, llegare a fecundar un óvulo, el feto en formación no
alcanzaría a tener vida. Empero, cumpliéndose la premisa de que no se ha
efectuado la mencionada unión del Espíritu por medio de su alma al
espermatozoide, tampoco debería verificarse la concepción del nuevo ser, y si
esta se verifica, es porque, aunque haya sido por breve tiempo, se realizó la
unión antes citada.
• Henry Still, señala, a tales efectos: -“Un óvulo sin
fecundar, al abandonar el ovario está lleno de materiales estructurales y
centenares de enzimas para dirigir la construcción de un nuevo ser humano a
partir de una diminuta burbuja de protoplasma. Sin embargo, las enzimas están
bloqueadas hasta que el óvulo es fecundado. Entonces, y sólo entonces, empiezan
ciertas cientos de reacciones y cada célula empieza a crecer y a dividirse.
Antes de que suceda esto, en el escenario infinitesimal se representa un drama
todavía más antiguo de agresión macho-hembra y de resistencia. El óvulo sin
fertilizar está protegido por una fuerte capa de células unidas entre sí por
medio de una sustancia llamada ácido hialurónico (la dama tiene su puerta
cerrada). Los espermatozoos que lo cortejan ya están debilitados y cansados de
haber nadado a contracorriente en el canal vaginal y en el útero, donde espera
el recatado óvulo. Millones de espermatozoos han suspendido ya la lucha, pero
los más fuertes llegan y la dama no aceptará a otro. Cuando un espermatozoo
llega a la concha cerrada, lleva un arma secreta, la enzima hialuronidasa, específicamente
diseñada para romper la barrera y permitirle la entrada. Pero ahora, la
naturaleza que planeó este juego de la vida como un cuento de hada de un
príncipe y una princesa, pone otro obstáculo en el camino para probar su fuerza
y perseverancia: en la pared el espermatozoo descubre que no tiene suficiente
enzima para atravesar solo, pero quedan otros refuerzos; nuestro príncipe
espermatozoo no se encuentra solo ante la muralla del castillo, otros príncipes
han sobrevivido al cortejo final de la dama; hay quizá miles ante la gruesa
barricada. Entonces, el más fuerte toma enzimas de sus rivales, penetra en la
pared y obtiene en matrimonio la mano de la dama. Es de suponer que viven
felices después, en los millones de millones de células de un nuevo ser. No se
sabe exactamente –aún- como toma las enzimas de sus rivales, pero sirve para
explicar por qué la naturaleza parece desperdiciar millones de espermatozoos
para lograr la fecundación de un solo óvulo. Una escasez de esta enzima quizá
sea la razón de la esterilidad”.
• En la escasez de esa enzima podría residir el secreto de
porqué no existe fecundación del óvulo cuando no hay un Espíritu que una su
alma al espermatozoide que va a complementar el proceso del engendramiento del
nuevo ser. Al no haber un espermatozoide dinamizado con la inteligencia
directriz del Espíritu que oriente el proceso de la fecundación y que utilice
las enzimas de los espermatozoides coadyuvantes, ninguno de ellos, sin la
dirección del Espíritu por encarnar, es capaz, por sí solo, de dirigir el
proceso.
10. La encarnación es acompañada por alguna turbación similar
a la de la desencarnación?
-“Por una mucho mayor y de más larga duración. Con la
desencarnación el Espíritu sale de las pruebas de la dimensión física; con el
nacimiento, vuelve a entrar en ellas”.
11. El instante en el cual se encarna, es solemne para el
Espíritu? Cumple él este acto como algo de gran importancia?
-“Al igual que un viajero que se embarca para una travesía
peligrosa y desconoce los riesgos que va a afrontar”.
El viajero que se embarca, conoce a cuales peligros se expone,
pero ignora si naufragará; de esta manera, el Espíritu: conoce el género de
pruebas a las cuales se enfrentará, pero ignora si las superará en forma total
o parcialmente, o si sucumbirá frente a ellas.
Al igual que para el Espíritu la desencarnación es una especie
de renacimiento, la reencarnación es una especie de desencarnación, o más bien
un exilio. El deja la dimensión espiritual por la física, al igual que el ser
humano deja el mundo corpóreo por el espiritual. El Espíritu sabe que debe
reencarnar, al igual que el ser humano está consciente de que debe desencarnar,
en su oportunidad; empero, paralelamente, sólo en el último momento adquiere
conciencia, es decir, cuando el tiempo preciso llega, En aquel instante supremo
es invadido por una sensación de turbación, al igual que en el acto de la
desencarnación, y esta turbación –o emoción- perdura hasta que la nueva
existencia haya comenzado. El acercamiento de la reencarnación crea en el
Espíritu una especie de aprensión.
COMENTARIO EXEGÉTICO GIC: Sin duda alguna, es un acto solemne,
el de la reencarnación, por cuanto, ha sido elegido por el Espíritu a punto de
iniciar un ciclo de vida y ha sido aprobado por los Regidores de los destinos
del Planeta Tierra, los representantes de la Justicia Divina, por los guías y
protectores del Espíritu que ha de tomar materia, por los de sus padres y por
otros seres afines que les acompañan al igual que se hace con un ser querido o
amigo o amiga que emprende un viaje, para desearle una feliz llegada y exitoso
regreso. La solemnidad del acto está representada por el registro cósmico del
engendramiento del nuevo ser y las respectivas pruebas, compensaciones y
objetivos de aprendizaje que habrá de cumplir durante el ciclo de vida por
iniciar, con carácter de obligación asumida y que constituyen un gravamen
existencial, para ese ciclo de vida, que habrá de liberar, en forma total o en
parte, al final del plazo concedido a tales efectos.
Es un acto importante en la vida del Espíritu y para todos los
seres involucrados, al igual que cuando se emprende la compra de una casa con
un crédito hipotecario, que va acompañado de la emoción de la nueva adquisición
y por la aprehensión del compromiso que adquiere, el cual deberá cumplir
empleándose a fondo y no descansará tranquilo hasta haber satisfecho,
felizmente, la obligación asumida.
Es la emoción frente al reto y la confianza de que lo superará
con éxito. Se puede experimentar, también, la incertidumbre del resultado final
de la acción que emprende en los casos de Espíritus que precisan de alcanzar
mayor nivel evolutivo. Sin duda alguna, ocurre igual que en la vida, cuando se
deben afrontar situaciones pocos fáciles, antes de afrontarlas se ven menos fáciles
de lo que realmente son, hasta que se les afronta cara a cara, instante en que
emergen del interior las fuerzas suficientes para resolverlas y/o superarlas
exitosamente.
12. La incertidumbre del Espíritu sobre el éxito de las
pruebas que habrá de afrontar en la vida, le causa ansiedad antes de
encarnarse?
-“Mucha ansiedad, por cuanto las pruebas de la nueva
existencia acelerarán, o retardarán, el progreso, según las haya superado bien
o no”-.
13. En su reencarnación, el Espíritu es acompañado por Espíritus
amigos, que le asisten en su partida de la dimensión espiritual, al igual que
van a recibirle a su regreso?
-“Esto sucede si el habita en las esferas en las cuales reina
el afecto. Entonces, los Espíritus que le aman, lo acompañan hasta el último momento,
le alientan, y frecuentemente le siguen, también, en la vida”-.
14. Son, quizá, estos Espíritus quienes alguna vez se nos
presentan en el sueño debajo de rostros desconocidos, pero demostrándonos gran
afección?
–“Frecuentemente son aquellos que vienen a encontrarnos al
igual que lo hacéis vosotros en análogas circunstancias.
UNIÓN DEL ESPÍRITU CON EL CUERPO
15. Cuándo ocurre la unión del Espíritu con el cuerpo?
-“Ella comienza en el momento la concepción, pero no es
perfecta sino en el momento del nacimiento. Desde el instante de la concepción,
el Espíritu que habitará en aquel cuerpo es unido por un cordón fluídico, el
cual se va fortaleciendo cada vez más hasta que el niño ve la luz. El grito que
entonces lanza el neonato anuncia que él hace parte, ya, de los vivientes y de
los servidores de Dios”-.
16. La unión del Espíritu con el cuerpo es indisoluble desde
el momento de la concepción? Durante el período de la gestación podría, el
Espíritu, renunciar a encarnarse en aquel cuerpo?
-“La unión es indisoluble en el sentido que ningún otro
Espíritu podría sustituir al designado. Debido, pero, a que los ligámenes de
esta unión son muy débiles, pueden ser fácilmente rotos, también por voluntad
del mismo Espíritu, quien podría retroceder frente a la prueba que ha elegido:
entonces el neonato cesa de vivir”-.
17. “Qué hace el Espíritu, si el cuerpo en que se encarnó cesa
de vivir antes de nacer?
-“Elige otro”-.
Cuál es la utilidad de estas desencarnaciones prematuras?
-“Generalmente, ninguna, por cuanto son determinadas por las
imperfecciones de la materia”-.
18. Qué ventaja puede proporcionar a un Espíritu una
desencarnación a los pocos días de nacido?
19. –“Poca o ninguna, por cuanto, no teniendo él, todavía,
conciencia de la vida, la importancia de la desencarnación es casi nula para
él; mientras, como ya os hemos dicho, ésta es una prueba para los
progenitores”-.
20. Conoce el Espíritu, precedentemente, que el cuerpo que
elige no tiene probabilidad de vida?
-“Alguna vez sí; pero si lo elige por esta razón, quiere decir
que forma parte de la prueba”-.
21. Cuando, por cualquier motivo falla al Espíritu el medio de
encarnarse, él lo resuelve enseguida, eligiendo otro cuerpo en formación?
-“No enseguida, salvo que la reencarnación instantánea se haya
efectuado por efecto de una previsora determinación previa”-.
22. Ocurre, alguna vez, que después de la unión indisoluble
con su nuevo cuerpo, el Espíritu se lamente de la elección que ha hecho?
-“Que, como persona, se lamente de la vida que hace, y la
desee diferente, sí; pero que, como Espíritu, se arrepienta de su elección, no,
por cuanto él, al encarnarse, deja de tener conciencia. Puede, en cambio,
encontrar muy grave el peso de su existencia: y, entonces, creyéndolo suprior a
sus propias fuerzas, el desventurado recurre a la auto-desencarnación”-.
23. En el intervalo que pasa entre la concepción y el
nacimiento, goza el Espíritu de todas sus facultades?
-“Más o menos, según el tiempo, por cuanto él no se encuentra
todavía encarnado, sino solamente unido al cuerpo. En el acto de la concepción,
el Espíritu experimenta un estado de turbación que lo enfrenta con el inicio de
una nueva existencia y esta turbación va creciendo hasta el nacimiento, en cuyo
intervalo el estado del Espíritu es el de un encarnado durante el sueño del
cuerpo. En la medida en que se acerca el momento del nacimiento, experimenta un
estado de circunscripción en las ideas, borrándose la memoria del pasado, del
cual, en cuanto nazca a la vida corpórea, deja de tener conciencia, empero, la
va recuperando poco a poco una vez de regreso a la dimensión espiritual”-.
24. Dado que la unión del Espíritu con el cuerpo no es
realmente cumplida sino después del nacimiento del nuevo ser, el feto debe
considerarse como animado, o no?
-“El Espíritu, que deberá animarlo, existe fuera del cuerpo,
de modo que, en sentido estricto, el Espíritu, aún, no ha tomado el control del
mismo, pero, dado que la reencarnación está por completarse en el acto del
nacimiento, el feto está ya ligado a aquel Espíritu que hará de animarle”-.
COMENTARIO EXEGÉTICO GIC: El Espíritu se encuentra fuera del
cuerpo, emancipado, al igual en que lo hace en desdoblamiento, durante el
sueño, en que los sentidos físicos se encuentran adormecidos. Dado que el feto
se encuentra en un proceso de formación y desarrollo, que estará concluido en
el acto del alumbramiento, el cual no precisa una interacción del Espíritu con
el medio ambiente, por residir en el seno materno, que le protege del mismo, y
los sentidos físicos mantienen un estado latente, pero sensibles a las
percepciones del entorno, en forma integral: físico-espiritual. el Espíritu, si
bien ligado, ya al cuerpo, por la unión del alma al espermatozoide que fecundo
al óvulo, y propició la concepción del nuevo ser, se encuentra en un estado de
emancipación permanente del cuerpo, similar al desdoblamiento, por la
elasticidad del alma. Esa unión del Espíritu con el cuerpo, a los fines de
tomar pleno control del mismo, se producirá en el acto del nacimiento, y los
lazos que les vinculan serán muy flexibles en los primeros cuatro cinco años de
existencia, consolidándose, en forma más estrecha hacia los siete años de edad.
Esta es la razón por la cual los niños tienen percepciones claras de
existencias anteriores, en los primeros años de vida, por la flexibilidad de
los lazos que unen al Espíritu con el cuerpo. Si los niños pudiesen hablar con
claridad durante los primeros dos años de existencias, nos asombrarían
recordando, con claridad, los pormenores de sus anteriores encarnaciones. Pero,
la naturaleza, muy sabiamente, ha interpuesto un velo para proteger ese pasado
y evitar los traumas inherentes que tal conocimiento pudiese ocasionar en las
partes involucradas.
25. Cómo se explica la vida uterina?
-“Como la de la planta, que vegeta. El feto vive la vida
animal. El ser humano tiene en sí la vida animal y la vida vegetativa, las
cuales luego se completan, al nacimiento, con la vida espiritual”-.
26. La ciencia enseña que frecuentemente son concebidos
algunos fetos que ya en el seno de la madre no son vitales: -es verdad? De ser
cierto, -con cual finalidad?
-“Es verdad, y Dios lo permite como prueba tanto para los
padres cuanto para el Espíritu, que tendría que encarnar”-.
27. Entre los niños nacidos sin vida, -existen algunos que no
eran destinados a la encarnación de un Espíritu?
-“Sí, los hay que no estaban destinados a la encarnación del
Espíritu, y en este caso la ausencia de vida es una prueba para los padres”-.
COMENTARIO EXEGÉTICO GIC: Debe partirse de la base que, para
que se forme un feto, debe existir el engendramiento y la concepción del nuevo
ser, en cuyo mismo instante, el Espíritu une su alma: -peri-espíritu o hilo de
plata- al espermatozoide que habrá de fecundar el óvulo. Luego, por las razones
que sean, de índole espirituales o kármicas, el Espíritu vuelve a desligar su
alma del cuerpo, liberando al Espíritu de la unión previamente realizada, es
decir, es un acto de desencarnación a nivel fetal, previo al nacimiento, razón
por la cual, el feto nace sin vida, pero, la tuvo durante “x” período de tiempo
de la gestación.
28. Qué significa el aborto para el Espíritu?
-“Una existencia nula, que debe ser reiniciada”-.
29. El aborto provocado es un delito en cada fase de la
gestación?
-“Siempre, por cuanto viola la ley de Dios que impide que un
Espíritu asuma las pruebas de las cuales el cuerpo debía ser el instrumento”-.
COMENTARIO EXEGÉTICO GIC: La vida humana es el bien jurídico
por excelencia. Su protección está garantizada por la Ley Cósmica, y por la
Legislación Jurídica Universal, desde el nacimiento hasta su tránsito final o
desencarnación del ser humano.
El eminente jurista Francesco Carrara, denomina al aborto como
Feticidio. Constituye la muerte inferida al feto, provocando la desencarnación
del Espíritu, en el nuevo ser en gestación. Se habla de interrupción provocada
y antijurídica del embarazo para tipificar el delito de aborto, el cual puede
ser doloso, culposo o preterintencional.
Se denomina aborto el que acontece cuando el feto, desde el
momento de la concepción hasta el momento del nacimiento, en el parto, se le
interrumpe, por cualquier medio, su proceso vital, -o vida-, antes de haber
sido separado de la madre mediante el corte del cordón umbilical y haber
comenzado a respirar. Si dicha interrupción acontece después de comenzar a
respirar, se habla de infanticidio.
La Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre,
aprobada en la Novena Conferencia Internacional Americana, en Bogotá, Colombia,
el 02 de mayo de 1948, establece, en su artículo 4, párrafo 1, que, el derecho
a la vida: “estará garantizado por la ley, a partir del momento de la
concepción. En el artículo primero establece un concepto de “ser humano”, más
amplio que el de persona, afirmando que “todo ser humano tiene derecho a la
vida”. El precepto de que “la vida se protege desde la concepción”, contempla
las excepciones legítimas como el aborto terapéutico, para salvar la vida de la
madre.
Para que exista el delito de aborto deben concurrir cuatro
requisitos previos: 1) Es preciso que exista un embarazo. 2) Interrupción del
proceso del embarazo, con destrucción del feto o producto de la concepción. 3)
Empleo del medio idóneo para provocar el aborto. Y, 4) Acción dolosa por parte
del agente, es decir, debe existir una intención previa de lograr tal
resultado.
Consecuencias morales del aborto: Son infinitamente superiores
a las que, equivocadamente, el sujeto activo, es decir, la madre embarazada, se
propone evitar con la práctica del aborto.
Ningún efecto, de la índole que sea, justifica el aborto, por
cuanto, es un atentado a la vida del nuevo ser en gestación, el cual está
dotado de vida desde el momento mismo de la concepción.
La vida de un ser humano está por encima de los designios
humanos: obedece a un plan cósmico-existencial, que determina que, en un
momento dado, se conjuguen las condiciones propicias para gestar el nuevo ser
de acuerdo a los planes cósmicos del Creador Universal.
La vida en gestación, además del concurso físico de los
progenitores, que dan su aporte material, tiene un elemento adicional,
espiritual, ente inteligente que, por alguna razón cósmica, debe nacer de tales
padres, a quienes él, -o los designios cósmicos han designados a tales efectos,
bien sea por factores kármicos, compensatorios, afinidad, amor u otra índole,
al frustrar ese intento existencial previsto con el nuevo ser en gestación, se
está impidiendo que el orden universal manifieste la creación de una vida que
está por encima del ser humano. Esta vida, tiene una misión implícita, que,
además, por alguna razón cósmica, los nuevos padres están obligados en traer al
mundo, caso contrario la misma no se habría gestado. Es importante destacar
que, el nuevo ser en gestación, por la ley cósmica, trae su propia provisión en
abundancia y felicidad para los nuevos padres, los cuales, se privarían de
dicho beneficio al interrumpir el proceso del nuevo ser, además de las
responsabilidades inherentes por las cuales tendrían que responder.
El incumplimiento con el deber de dar vida al nuevo ser,
altera el funcionamiento psíquico de los padres incumplidores, quienes
comienzan a experimentar una serie de sentimientos varios, desde el de
culpabilidad, cuyo remordimiento de conciencia jamás volverá a dejarlos
tranquilos hasta que vuelvan a darle vida a dicho ser, en un nuevo embarazo.
Cuando tal cosa acontezca, quedará, a los padres, la sensación
de remordimiento que le hará pensar: -“Cómo sería, ahora, aquél ser de no haber
provocado el aborto?”, y tantas otras inquietudes que se infiltrarán en la
mente, una y otra vez, hasta que las personas involucradas purguen la expiación
de su falta, y aún así, siempre será, de alguna manera, irreparable.
La vida humana requiere respeto, cuido y cumplimiento del
propio deber.
Si la vida ha brindado la oportunidad de gestar, por la vía
que sea, un nuevo ser, por medio de cada uno, es porque aquella vida debía
venir, caso contrario, no habría habido concepción.
Este solo hecho debe ser motivo suficiente para dar fortaleza
para superar cualquier prueba que se deba enfrentar.
Piénsese en lo que puede llegar a ser el nuevo ser, la
felicidad futura que aportará a sus padres, familiares y a la humanidad. El ser
que nace no pertenece a los padres, es un depósito divino que el Creador
Universal consigna para su gestación, cuido, educación, etcétera.
Oportunamente, dará la compensación debida, por cuanto, con la creación de la
nueva vida, se está contribuyendo a perpetuar la especie humana y a pagar la
deuda que se tiene, porque alguien ha gestado la propia vida, la ha cuidado y
contribuido a su desarrollo. Es el pago de la propia vida, dando otras vidas
como canal creador físico, ya que la vida espiritual existe por encima de cada
uno.
Por ningún motivo se debería permitir el aborto, excepto el
terapéutico, para salvar la vida de la madre.
Los padres que inducen a sus hijas a practicar el recurso del
aborto, como medio de evadir la deshonra, adquieren otra de mayor gravedad, por
cuanto, dar vida a un nuevo ser siempre es loable; mientras que, el aborto,
siempre es un crimen, sobre el cual jamás se podrá construir la felicidad
futura de nadie y cuyas consecuencias morales, en el supuesto de que se
lograran evadir las legales, son de tal índole, que, por todos los medios
posibles, se recomienda evitar.
El riesgo del aborto es múltiple:
A) En primer lugar, el legal. Sufrir una penalidad legal por
el delito de aborto, es mucho más grave que la vergüenza que se pudiera pasar
por la supuesta deshonra de un hijo fuera del matrimonio, entre otras cosas de
escasa trascendencia.
B) El riesgo de la mujer que aborta, en cuanto a su salud,
fecundidad futura o peligro de esterilidad; no vale la pena correrlo.
C) Las consecuencias morales, de múltiples y variadas
manifestaciones, crean traumas psicológicos que determinan un elevado handicap
para la felicidad futura, tal como fue expuesto precedentemente.
D) El Derecho Divino cuyo precepto es la conservación de la
vida, nadie lo puede ni debe violar, por cuanto, la sanción divina, -o acción
coactiva de la ley cósmica-, no puede ser burlada. El “ojo que todo lo ve”,
registra el hecho punible, e instantáneamente aplica la sanción
moral-espiritual. Quienes incurren en el delito del aborto, de alguna manera
sufrirán un castigo o penalidad de índole intangible pero de consecuencias
seguras, como por ejemplo: remordimiento de conciencia, arrepentimiento,
angustia, trastornos psico-espirituales, inestabilidad emocional, llorar sin
motivos, sentimiento de reclamo del ente espiritual objeto del aborto, cuya voz
sienten muchas mujeres que lo practicaron, y tantas otras sensaciones que no se
ven pero que se sienten, que bien vale la pena evitar.
E) En fin de cuenta, hay que conservar la vida en gestación,
por cuanto, la única manera de ser feliz es asumiendo la responsabilidad de los
propios actos. Y, abriendo la puerta a la vida, al nuevo ser, se abrirá,
simultáneamente, la puerta de la felicidad para cada uno. La bendición y la
provisión divina que, con cada ser, vienen aparejadas. Por el amor de Dios,
protejamos a los nuevos seres……, que cada día corren el peligro del aborto. Hay
que divulgar el mensaje. Las Legislaciones mundiales protegen, y deben hacerlo
siempre, a los nuevos seres en gestación. Inclusive, la Legislación debe normar
la prohibición de que las mujeres puedan inhabilitar algunos órganos
coadyuvantes a la reproducción, como cortar las trompas, etcétera, que conlleva
al incumplimiento de dar las vidas que se puedan deber, cuyas consecuencias
antes descritas, las experimentarán en igual grado, las personas involucradas.
30. En el caso en el cual la vida de la madre corriese peligro
durante el proceso del parto, es un delito sacrificar el niño para salvar a la
madre?
-“No, es mejor sacrificar el ser “que aún no existe”, al ser
que ya existe”-.
COMENTARIO EXEGÉTICO GIC: Las diversas legislaciones jurídicas
en el mundo sostienen este punto de vista. Estando bien la madre, el ser que
iba a nacer, podrá volver a iniciar el nuevo proceso de encarnación en un
futuro cercano, como en efectos suele ocurrir, tal como se observa en la
practica, al ser frustrado el nacimiento de un niño, por las causas que fueren,
se observa como al poco tiempo, la madre vuelve a quedar embarazada y
oportunamente nace el nuevo ser. Qué razones espirituales han determinado la
frustración del nacimiento anterior, además de las eventuales de orden físico?
Muchas veces, algunas alteraciones en los planes espirituales del Espíritu por
nacer y de aquellos seres que de una u otra manera les son inherentes e
interrelacionados, puede determinar una variación en la fecha del nacimiento, o
un eventual cambio de sexo, por haberse modificado el plan espiritual, y
cualesquiera otras razones válidas según el respectivo caso.
31. Es justo tener, en cada caso, para el feto, las mismas
atenciones que se tienen por el cuerpo de un niño, de cuya vitalidad se está ya
seguros?
-“Inclinaos siempre a los decretos de Dios, y no tratad con
ligereza cosas de tanta gravedad. Por qué no respetaríais las obras de la
creación, aún cuando alguna vez quedan incumplidas por voluntad del Creador?
Esto está en sus designios, que nadie tienen el derecho de juzgar”-.
FACULTADES MORALES E INTELECTIVAS DEL SER HUMANO
32. Cuál es el origen de las cualidades buenas y malas del ser
humano?
-“El Espíritu que anima una determinada persona. Cuanto más el
Espíritu es puro, tanto más el ser humano es conducido al bien”-.
Se deriva de esto que el ser humano de bien es la encarnación
de un Espíritu bueno, y el malvado la de un Espíritu de cualidad opuesta?
-“Sí; debéis entender que se trata de un Espíritu todavía
imperfecto, de otra manera se podría inducir a la creencia de que existen
aquellos Espíritus siempre de condición negativa que el vulgo ignorante
denomina demonios”-.
33. Cuál es el carácter de las personas en las cuales se hayan
encarnados Espíritus ligeros?
-“Frívolo, soberbio y alguna veces malvado”-.
34. Los Espíritus tienen, también, quizá, pasiones extrañas a
la humanidad?
-“No: Si así fuera, os las habrían comunicado”-.
35. -Es un solo y mismo Espíritu el que otorga al ser humano
las cualidades morales y las de la inteligencia?
-“Ciertamente, según el grado al cual ha llegado. -Quisierais,
quizá, que el ser humano tuviese en sí dos Espíritus?
36. Por qué personas de elevada inteligencia, lo que evidencia
en ellas un Espíritu superior, son, algunas veces, profundamente viciosos?
-“Porque el Espíritu encarnado en ellas no es suficientemente
puro, y cede a las sugestiones de otros Espíritus inferiores. El Espíritu se
eleva a pasos imperceptibles, pero su progreso no ocurre contemporáneamente en
todos los sentidos; en algunas etapas progresa en conocimientos, en otras,
moralmente”.
37. Qué debemos pensar de la opinión según la cual las
diversas cualidades intelectuales y morales del ser humano derivarían del hecho
de estar encarnados en él diversos en él varios Espíritus, cada uno de los
cuales tiene una aptitud especial?
-“Reflexionad en ello, y reconoceréis su absurdidad. El
Espíritu debe tener todas las aptitudes, y, para poder progresar, tiene
necesidad de una voluntad única: ahora, si el ser humano fuese una amalgama de
Espíritus diversos, esta única voluntad no existiría, y él no tendría
personalidad, por cuanto a su desencarnación todos estos Espíritus se
dispersarían al igual que una manada de pájaros escapadas de una jaula. Es
extraño ver como el ser humano, quien, además se lamente de no comprender
algunas cosas, multiplique las dificultades, mientras tiene a la vista la
simplísima y la naturalísima explicación. También esto es tomar el efecto por
la causa, con hacer para el ser humano lo que hacían los antiguos con Dios,
creyendo en tantos dioses como fenómenos existen en el universo; aunque también
entre ellos las personas verdaderamente inteligentes no viesen en estos fenómenos
otra cosa que efectos de una sola causa: un único Dios”-.
El mundo físico y el mundo moral nos ofrecen también en esto
muchos puntos de comparación. Hasta tanto se estuvo sujetos a la sola
apariencia de los fenómenos, se creyó a la multiplicidad de la materia; empero,
hoy se comprende que aquellos fenómenos tan variados no son más que tantas
modificaciones de una única materia elemental. Las diversas facultades morales
e intelectuales son manifestaciones de una misma causa, que es el Espíritu, al
igual que los diversos sonidos del órgano son el producto de una misma especie
de aire, y no ya de tantas especies de aires, equivalentes a la cantidad de
sonidos. Si fuera verdad que perder, o adquirir, en el ser humano, alguna
aptitud, o tendencia, se produciría por la salida de un antiguo Espíritu o por
la entrada de otro, esto determinaría, en él, un ser múltiplo sin personalidad,
y por ende, sin responsabilidad: error éste desmentido además que por la
lógica, por miles de ejemplos de manifestaciones con las cuales los Espíritus
prueban la propia identidad individual.
INFLUENCIA DEL ORGANISMO
38. El Espíritu, por cuanto se une al cuerpo, se identifica
con la materia?
-“Así como el vestido es la envoltura del cuerpo, de la misma
manera la materia es la envoltura del Espíritu; empero, también en la unión con
el cuerpo, refleja los atributos de su naturaleza espiritual”-.
39. Las facultades de un Espíritu encarnado, -tienen, siempre,
plena libertad de ejercicio?
-“El ejercicio de las facultades depende de los órganos que
les sirven de instrumento; por lo cual, ellas experimentan el efecto de
densidad de la materia”-.
Entonces, la envoltura material es un obstáculo a la libre
manifestación de las facultades del Espíritu, como lo es un vidrio a la libre paso
de la luz?
-“Sí, es un vidrio muy opaco”-.
La acción de la densidad de la materia del cuerpo sobre el
Espíritu se puede, también, comparar a la de un pantano, donde la densidad de
sus aguas le quita libertad de movimiento al cuerpo en ellas inmerso.
40. El libre ejercicio de las facultades del Espíritu está
subordinado al desarrollo de los órganos?
-“Los órganos son los instrumentos de la manifestación de las
facultades espirituales, cuya manifestación se encuentra subordinada al
desarrollo y al grado de perfección de los mismos, al igual que la excelencia
de un trabajo depende de la bondad de los instrumentos del arte que se
ejerce”-.
41. Se puede deducir, por esto, que exista una relación entre
el desarrollo de los órganos cerebrales y el de las facultades morales e
intelectivas?
-“No confundáis el efecto con la causa. El Espíritu tiene
siempre las facultades que les son inherentes; no son los órganos que le
otorgan las facultades, sino las facultades que favorecen el desarrollo de los
órganos”-.
En consecuencia, la diversidad de aptitudes en el ser humano
depende sólo del estado del Espíritu?
-“No exclusivamente por esto solo. Es preciso explicarnos.
Depende, antes de todo, es verdad, de las cualidades del Espíritu, que puede
ser más o menos progresado; empero, es preciso, también, tener en cuenta de la
influencia de la materia, que le inhibe, siempre, el ejercicio de sus
facultades”-.
El Espíritu, encarnándose, trae consigo, algunas
predisposiciones, y si se afirma que por cada una de ellas existe un órgano
correspondiente en el cerebro, se vendría a afirmar que el desarrollo de estos
órganos es un efecto y no una causa. Si las facultades del Espíritu tuviesen su
principio en los órganos, el ser humano sería una maquina sin libre albedrío y
sin responsabilidad en sus acciones. Sería necesario admitir que los más
grandes genios de las ciencias, de las letras, de las artes, no los son sino
porque la casualidad les ha dotado con órganos especiales: de lo que se
derivaría que, sin estos órganos, ellos no habrían sido genios, y que, en
cambio, un gran imbécil habría podido ser un Newton, un Virgilio, un Rafael, si
hubiese estado dotado adecuadamente. Esta hipótesis resulta, todavía, más
absurda, si se aplica a las cualidades morales, por cuanto, según ella, Vicente
de Paúl, dotado por la naturaleza de órganos diversos, habría podido ser un
malvado y al más grande facineroso solamente le faltaría un órgano para ser un
Vicente de Paúl. Admitid, en cambio, que los órganos especiales, si existen, se
desenvuelven mediante el ejercicio de las facultades, al igual que los músculos
con el movimiento, con lo cual desaparece el absurdo. Para mayor claridad, se
nos permita una comparación trivial. Por ciertos signos de la cara vosotros
reconocéis el hombre debilitado por la ebriedad. Ahora, bien, son, quizá,
aquellos signos que lo transforman en ebrio, o es la ebriedad que produce
aquellos signos? Se puede decir que los órganos reciben la huella de las
facultades.
IDIOTISMO Y LOCURA
42. Es fundada la opinión, según la cual los cretinos y los
idiotas tendrían un Espíritu de naturaleza inferior?
-“No, por cuanto tienen un Espíritu humano, frecuentemente más
inteligente de cuanto no pensáis, el cual sufre por la insuficiencia de sus
medios de comunicación, al igual que el mudo lo hace por no poder hablar”-.
43. -Qué fin tiene la Providencia al crear seres desgraciados,
como los idiotas y los cretinos?
-“El de imponer una expiación a los Espíritus que lo precisen.
Ellos sufren por la imposibilidad en la cual se encuentran de manifestar sus
afectos y sus pensamientos con órganos insuficientes o deteriorados”-.
-Entonces, los órganos tienen influencia sobre las facultades?
-“En ningún momento hemos querido decir que los órganos no
tengan alguna influencia. La tienen y muy grande: pero no sobre las facultades,
sino sobre sus manifestaciones. Tampoco un buen músico puede tocar bien un malo
instrumento; pero, no por esto deja de ser un buen músico”-.
Es necesario distinguir el estado normal del patológico. En el
estado normal, el Espíritu vence el obstáculo que le opone la materia; pero,
existen casos en los cuales la materia le hace tal resistencia que las
manifestaciones quedan inhibidas, o desnaturalizadas, como en el idiotismo y en
la locura. Estos son casos patológicos, y, dado que, en tale estado, el
Espíritu no goza de toda su libertad, la misma ley humana le exime de la
responsabilidad de sus actos.
44. -Cuál mérito puede tener la existencia de seres que, al
igual que los idiotas y los cretinos, siendo incapaces de ejercer el bien y el
mal, no pueden progresar?
-“El de la expiación por el abuso hecho de algunas facultades:
es un tiempo de bloqueo”-.
Es posible que, en el cuerpo de un idiota pueda encontrarse
encarnado un Espíritu que en una existencia precedente haya sido un genio?
-“Sí; el gran ingenio se convierte en causa de expiación, si
ha sido mal empleado”-.
La superioridad moral no siempre es paralela a la intelectual,
y los más grandes ingenios pueden tener mucho que expiar. Es por esto que ellos
son obligados a aceptar una existencia mucho más humilde de la ya transcurrida,
y llena de grandes pruebas. Los obstáculos que el Espíritu encuentra en sus
manifestaciones, son para él como cadenas que impiden los movimientos de un
hombre vigoroso. Puede decirse que el cretino y el idiota son cojos de cerebro,
al igual que otro lo es de las piernas, y el ciego de los ojos.
45. El Espíritu del idiota, en sus momentos de lúcido
intervalo, tiene consciencia de su estado mental como ser humano?
–“Sí, muy frecuentemente, y comprende que los bloqueos que
impiden la actividad, no son otra cosa que pruebas de expiación”-.
46. En que condiciones se encuentra el Espíritu con
alteraciones mentales?
-“El Espíritu, si se encuentra desencarnado, recibe las
impresiones directamente, y directamente ejerce su acción sobre la materia;
pero, encarnado, se encuentra en condición totalmente diferente, precisando
órganos especiales para poder sentir y actuar. Alterados que sean, en parte en
el conjunto estos órganos, sus impresiones, y su acción, en lo que les
concierne, quedan interrumpidas: si pierde los ojos, se convierte en ciego; si
deteriorados los oídos, sordo; y así sucesivamente. Imaginad, ahora, que el
órgano mediante el cual se expresan los efectos de la inteligencia y de la
voluntad se encuentre parcialmente, o en su totalidad, lesionado o modificado,
y os será fácil comprender como, -dado que al Espíritu no le queda sino un
órgano imperfecto o gastado- debe resultar de ello una perturbación, de la
cual, él, en sí mismo, tiene perfecta consciencia, pero su cesación se
encuentra fuera de su alcance”-.
Entonces, también en el perturbado mental el daño se encuentra
siempre en el cuerpo y no en el Espíritu?
-“Sí, pero es preciso recordar que, si el Espíritu actúa sobre
la materia, ésta, a su vez, en cierto grado, lo hace sobre el Espíritu, por lo
cual él puede encontrarse momentáneamente perjudicado por la alteración de los
órganos por medio de los cuales se manifiestan y recibe las impresiones.
Sucede, algunas veces, que a la larga, si la alteración mental dura mucho
tiempo, la repetición de los mismos actos ejerce sobre el Espíritu una
influencia de la cual no alcanza a librarse sino hasta después de su total
separación de la materia”-.
47. Por qué, algunas veces, la alteración mental induce a la
desencarnación voluntaria?
-“El Espíritu sufre por la limitación a la cual está sometido,
y por la impotencia de manifestarse libremente, por lo cual busca en la
desencarnación el medio de romper sus cadenas”-.
48. El Espíritu del mentecato resiente, todavía, después de la
desencarnación, la confusión y el desorden de sus facultades?
-”Puede resentirlo hasta que no se haya librado del todo de la
materia, como un ser que se despierta experimenta durante cierto tiempo la vaga
turbación del sueño”-.
49. En qué modo puede afectar la alteración del cerebro sobre
el Espíritu después de la desencarnación?
-“Dado que él no tuvo conciencia de todo lo que ocurrió
durante su locura, necesita siempre un cierto tiempo para conquistar el dominio
de sí mismo, para lograr lo cual cuanto más largo fue el lapso tanto más
extensamente duran la pena y la angustia después de la muerte. El Espíritu, una
vez separado del cuerpo, experimenta aun por algún tiempo las consecuencias de
los vínculos que lo ligaban a la materia”-.
COMENTARIO EXEGÉTICO GIC: No es tanto por la alteración física
del cerebro por la cual por algún tiempo el Espíritu queda afectado después de
la desencarnación, sino por el estado mental en que la persona encarnada se
encontraba antes del deterioro de su cerebro y las condiciones espirituales
inherentes de su Espíritu las que trascienden el órgano físico en sí, cuyo
estado de alteración mental, las mayoría de las veces se deben al efecto de las
facultades espirituales que precisan un mayor control en sus manifestaciones y
a las pruebas de corte kármico que la persona trae a esa existencia, cuyas
pruebas habrán de aportarle el aprendizaje necesario para impulsar la evolución
de su estado de conciencia a un nivel jerárquico de mayor envergadura. El grado
de logro que el Espíritu haya alcanzado en su prueba terrestre determinará el
de las condiciones espirituales que tendrá una vez efectuada la desencarnación,
Si el Espíritu alcanzó el objetivo total que la prueba arrojaría o los entes
espirituales que constituían la eventual causa de tal trastorno, o la pasión
cuya exaltación provocó el trastorno físico-mental hayan alcanzado un grado de
normalización, el Espíritu se habrá visto, después de la desencarnación,
liberado de ese estado mental-espiritual, o más rápidamente o en mayor grado.
Si la prueba no fue superada totalmente, o, el Espíritu no alcanzó el grado de
armonía y equilibrio espirituales suficientes, en su siguientes encarnación,
por efecto del philia, seguirá arrastrando las consecuencias de tal estado con
manifestaciones tales como fobias, traumas, tendencias, actitudes, aptitudes,
costumbres, idiosincrasias, rasgos físicos o del carácter.
DE LA INFANCIA
50. El Espíritu que anima el cuerpo de un niño, es de un
desarrollo análogo al de un adulto?
-“Puede serlo más, si es más progresado; pero los órganos, por
los efectos de la poca edad del niño, todavía no le permiten manifestarse tal
cual es: actúa en razón del instrumento del cual está obligado a servirse”-.
51. En la edad infantil del cuerpo, el Espíritu, fuera del
obstáculo que su libre manifestación de los órganos, -piensa como un niño o
como un adulto?
-“Es natural que en la infancia los órganos de la
inteligencia, por cuanto se encuentran, todavía, poco desarrollados, no pueden
darle toda la percepción de la cual es capaz un adulto. De hecho, él expresa
una inteligencia limitada, hasta tanto su razón alcance la madurez: la
turbación que acompaña la encarnación, no cesa de repente con el nacimiento del
cuerpo, sino que se disipa, gradualmente, en la medida en que los órganos se
desarrollan”-.
Una observación corrobora tal respuesta, y es que los sueños
de un niño no tienen el carácter de aquellos de los adultos; su objeto es casi
siempre pueril, lo que demuestra la naturaleza de los pensamientos del
Espíritu.
52. Con la desencarnación, el Espíritu de un niño vuelve a
adquirir en forma inmediata su antiguo vigor?
-“No enseguida que haya dejado la envoltura carnal: vuelve a
adquirir su plena lucidez en cuanto la separación se haya cumplido, es decir,
cuando no existe más algún ligamen entre el Espíritu y el cuerpo”-.
53. El Espíritu encarnado, -sufre, en la infancia, por la
limitación de sus órganos imperfectos?
-“No, por cuanto aquel estado es necesario, natural, y según
los designios de la Providencia es un período de reposo para el Espíritu?
54. -Cuál utilidad aporta al Espíritu su paso por el estadio
de la infancia?
-“Por cuanto se encarna con el objetivo de perfeccionarse, en
aquella edad el Espíritu es perceptible a las impresiones que recibe y que
pueden estimular su progreso, y a este progreso deben contribuir quienes están
encargados de su educación”-.
55. -Por qué son de dolor los primeros gritos del niño?
-“Para excitare el interés de la madre y así obtener las
atenciones que les son necesarias. Si en aquellos momentos en los cuales él no
puede todavía expresarse, no tuviese más que gritos de alegría, -nos
preocuparíamos nosotros de sus necesidades? Admirad en todo la sabiduría del
Creador”-.
56. De qué proviene el cambio que se efectúa en el carácter
del ser humano, especialmente al salir de la adolescencia. Es, quizá, el
Espíritu que se modifica?
–“El Espíritu no se modifica, pero retoma su naturaleza y se
muestra tal como es. Vosotros no conocéis el secreto que ocultan los niños en
su inocencia: no sabéis quienes son ni conocéis ni su pasado ni su futuro:
empero, los amáis tiernamente, como si fuesen una parte de vosotros, y el amor
de una madre por sus hijos es considerado como el más grande amor que un ser
puede expresar a otro ser. Ahora, -dónde nace la dulce afición, la tierna
benevolencia que los extraños experimentan por el niño? Lo sabéis vosotros? No.
Entonces, escuchad: Los niños son los seres que Dios envía para desarrollar
nuevas existencias, y para que ellos no les puedan recriminar una severidad muy
grande, Él los protege con la égida de un aspecto de tanta inocencia, que
también en aquellos de índole negativa se disculpan las culpas con el
desconocimiento de los actos. Esta infantil inocencia todavía no los rinde, en
realidad, superiores al estado en el cual se encontraban antes de encarnarse;
pero, es solo la imagen de cómo deberían ser: si tales no son, es suya la
culpa. Empero, no solamente para sí tuvieron de Dios aquellos irresistibles
atractivos, sino, también, y de manera especial, para sus padres, cuyo afecto
es necesario a su debilidad, ya que, dicho afecto se desmotivaría a la vista de
un carácter intratable y poco benevolente, mientras que, creyendo los propios
hijos dóciles y buenos, los colman de amor y les circundan de las curas más
delicadas. Cuando, por otra parte, los hijos no precisan más la protección y de
la asistencia gozada hasta a los quince años o a los veinte años, su carácter
verdadero y personal reaparece en toda su claridad: queda bueno, si en el fondo
era bueno; pero, deja entrever, siempre, a los ojos de un atento observador,
sus instintos y sus verdaderas inclinaciones. Considerad, por otra parte, que
el Espíritu de vuestro niño puede venir de un mundo del cual trae costumbres
bien diversas de las terrestres: y, cómo quisierais que estuviese entre
vosotros aquel nuevo ser con pasiones, tendencias y gustos diferentes a los
vuestros? Cómo quisierais que entrase a formar parte de vuestro grupo de manera
diferente de cómo Dios lo ha establecido, es decir, pasando por la experiencia
de la infancia. En esta sola se confunden y se asimilan todos los pensamientos,
todos los caracteres, toda la variedad de seres que han vivido en la multitud
de mundos, en los cuales crecen y se desarrollan las criaturas. Y, vosotros
mismos, después de la desencarnación, os encontraréis en una situación similar
a la que constituye la infancia sobre la tierra, en medio a nuevos hermanos, y,
en la nueva existencia extraterrena, ignorad las rutinas, las costumbres, las relaciones
de aquel nuevo mundo, y hablad con dificultad una lengua que no os es habitual,
lengua mucho más viva y más rápida de cuanto sea vuestro pensamiento en la
dimensión física (ve nº 319). La infancia, en fin, tiene, también, otra
utilidad: por cuanto los Espíritus entran en la vida corpórea con el objetivo
de perfeccionarse y mejorarse, la debilidad de la primera edad los rinde
dúctiles a los consejos de la experiencia de quienes deben hacerle progresar,
por cuanto es fácil, durante esta edad, reformar el carácter y reprimir las
tendencias negativas. Este es el deber impuesto por Dios a los familiares,
tarea sagrada, de la cual deberán rendir estrictas cuentas. Así la infancia es
útil y necesaria, y es natural de las leyes que Dios ha establecido y que rigen
el Universo”-.
SIMPATÍAS Y ANTIPATÍAS TERRENAS
57. Dos seres que se han conocido y amado en una existencia
corpórea, -pueden reencontrarse y reconocerse en otra?
-“Reconocerse no, pero ser atraído el uno hacia el otro, sí; y
esta es, frecuentemente, la única causa de los íntimos ligámenes fundado sobre
un afecto sincero. Dos seres son conducidos a encontrarse por circunstancias en
apariencia fortuitas, pero que, en realidad, son el resultado de las recíprocas
atracciones de dos Espíritus, quienes se buscan entre la multitud de seres
humanos.
No sería, para ellos, más grato reconocerse?
-“No siempre: el recordar existencias pasadas tendría
inconvenientes más graves de cuanto podéis creer. Después de la reencarnación
ellos se reconocerán, recordándose del tiempo pasado juntos”-. (Ve Nº 392).
58. La simpatía es producida, siempre, por conocerse
previamente?
-“No, dos Espíritus encarnados o desencarnados, cuyos
sentimientos se encuentran en perfecta armonía, se pueden buscar naturalmente,
también sin haberse conocido, jamás, antes”-.
59. Los encuentros, que ocurren entre ciertas personas,
algunas veces, -no serían, en cambio, el efecto de relaciones simpáticas?
-“Entre los seres pensantes existen vínculos que vosotros no
conocéis todavía. El magnetismo es el piloto de esta ciencia, que
comprenderéis, mejor, más adelante”-.
60. De qué proviene la repulsión instintiva, que nosotros
frecuentemente probamos por alguien, muchas veces con tan sólo verle?
-“De la antipatía de los Espíritus, que se adivinan y se
entienden, sin necesidad de hablar”-.
61. La antipatía instintiva es signo de naturaleza perversa?
-“No, porque puede nacer del contraste que existe en su modo
de pensar; pero, a medida que los Espíritus se elevan, los contrastes se
diluyen, y desaparece la antipatía”-.
62. La antipatía entres dos Espíritus nace antes en el menos
bueno o en el mejor?
–“En los dos al mismo tiempo, pero, por causas diversas y con
diferentes efectos. Un Espíritu imperfecto ve con desagrado a cualquiera que
pueda juzgarle o desenmascararlo, y en ese la antipatía se transforma en odio,
que le inspira el deseo de hacer el mal. El Espíritu bueno, al contrario, tiene
repugnancia por el imperfecto, sabiendo de no ser por él comprendido, y
conociendo cuanto sean vulgares sus sentimientos; empero, fuerte en su
superioridad, no le odia: lo evita y lamenta esa circunstancia”-.
OLVIDO DEL PASADO:
63. Por qué el Espíritu, en la encarnación, pierde la memoria
de su pasado?
-“El ser humano no puede, ni debe saber todo: así lo quiere
Dios en su sabiduría. Sin el velo que cubre ciertas cosas, él quedaría
encandilado como quien pasa inmediatamente de la oscuridad a la luz. Por el
olvido del pasado se convierte en más dueño de sí”-.
64. En cuál modo puede el ser humano obligado a responder de
acciones y a expiar fallas de las cuales no conserva la memoria? Se
comprendería que las tribulaciones de la vida le servirían de lección cuando
comprendiese la razón por la cual le fueron infligidas; pero, por cuanto sucede
lo contrario, cada existencia es para él como si fuese la primera, es por lo
tanto un continuo empezar de nuevo. Cómo conciliar tal cosa con la justicia de
Dios?
En cada nueva existencia, el ser humano entiende más, y sabe
distinguir mejor el bien y el mal. -Dónde residiría el mérito si él recordase
todo el pasado? En cuanto el Espíritu vuelve a entrar en la normalidad de su
vida, en la dimensión espiritual, se le desenvuelve delante todo su pasado:
observa las fallas cometidas, las cuales fueron la causa de la ausencia de su
felicidad, y lo que le hubiese evitado de cometerlas; y, entonces, comprende la
justicia de su condición, e indaga en cuál nueva existencia podría reparar a
los males de la precedente. Elegidas, a tal fin las pruebas análogas a las
afrontadas en forma indebida, o las luchas que cree válidas a impulsarlo
adelante en el bien, solicita a Espíritus más progresados que él, de ayudarle
en aquella nueva misión, por cuanto sabe que el Espíritu que le será dado por
guía en su nueva existencia, buscará de hacerle reparar los errores cometidos,
aportándole una especie de *intuición, la cual consiste en la fuerza con la que,
casi instintivamente, se resiste a los pensamientos negativos, a los deseos
ilícitos, que frecuentemente experimenta, fuerza de resistencia que vosotros
ordinariamente atribuís a la educación recibida, mientras es el efecto de la
voz de la conciencia, es decir, recuerdo del pasado, que os advierte de no
recaer en las antiguas fallas. Ahora, el Espíritu, entrado en la nueva
existencia, si soporta las pruebas con coraje, y las supera, se eleva, y emerge
en la jerarquía”-.
Si, en nuestra vida corpórea, no recordamos precisamente lo
que hemos sido, y lo que hemos hecho de bien o de mal en las existencias
anteriores, tenemos, en cambio, la intuición y nuestras tendencias instintivas,
como reminiscencias del pasado, cuya conciencia es la proposición hecha para no
volver a caer más en los mismos errores, advirtiéndonos de resistir.
65. En los mundos más avanzados que este, donde no se tienen
nuestras necesidades materiales y la ausencia de salud, -comprenden los seres
humanos que son más felices que nosotros? En general, la felicidad es relativa,
y no se experimenta sino en virtud de la comparación con otro estado menos
agradable. Quien sabe cuantos de aquellos mundos, si bien mejores que el
nuestro, no se encuentran, todavía, en estado de perfección, y los seres
humanos que los habitan deben tener, también ellos, sus propios motivos de
disgusto. Asimismo, entre nosotros, el rico, aunque no sujeto a las privaciones
de las necesidades materiales como el carente de bienes, no es libre, sin
embargo, de otro tipo de tribulaciones, que les amargan la vida. Ahora, por lo
tanto, los habitantes de aquellos mundos, en su condición, -se creen, quizá,
infelices cuanto nosotros, y se quejan de la propia suerte, por cuanto no
tienen memoria de una existencia peor con la cual comparar su estado presente?
-“Es preciso diferenciar. Entre los mundos de los cuales
habláis, los hay, algunos, cuyos habitantes tienen memoria clara y precisa de
sus existencias pasadas, y estos, como comprendéis, pueden y saben apreciar la
felicidad que tienen como premio de Dios; empero, los hay, también, cuyos
habitantes, aún cuando se encuentran en mejores condiciones que vosotros,
están, todavía sometidos a las contrariedades y a las pruebas, y estos no
aprecian dignamente la propia felicidad, por cuanto no conservan la memoria de
un estado peor”-.
El olvido de las existencias pasadas, especialmente si
dolorosas, es un inestimable beneficio de la sabiduría de Dios. Sólo en los
mundos superiores, cuando el recordarlas no es más que un mal sueño, ellas se
asoman a la memoria, por cuanto en los mundos superiores las actuales
adversidades serían muy agravadas por el recuerdo de todas las ya vividas. Se
deriva, por lo tanto, que está bien hecho todo cuanto ha realizado Dios, y que
no corresponde a nosotros juzgar las obras y enseñarle como habría debido
regular el Universo.
El recuerdo de lo que hemos sido en las existencias anteriores
tendría inconvenientes gravísimos: en algunos casos podría humillarnos mucho,
en otros, en cambio, rendirnos orgullosos, y de esta manera influenciar nuestro
libre albedrío. Dios nos ha dado, para mejorarnos, los dos medios necesarios y
suficientes, que son la voz de la conciencia y las tendencias instintivas;
empero, nos ha quitado lo que podría dañarnos. Se agrega, además que, si
conservásemos la memoria de nuestras acciones precedentes, tendríamos, también,
la de las acciones ajenas, lo cual podría resultar perjudicial a las relaciones
sociales. Esto concuerda perfectamente bien con la doctrina de los Espíritus
sobre los mundos superiores al nuestro. En ellos, por cuanto no reina más que
el bien, el recuerdo del pasado no puede representar perjudicial: esta es la
razón por la cual se recuerdan las precedentes existencias, de la misma manera
en que nosotros recordamos cuanto hemos efectuado el día anterior. El recuerdo
de las vidas anteriores, en los mundos inferiores, no es otra cosa que un mal
sueño.
66. Podemos tener alguna revelación de nuestras existencias
pasadas?
-“Raramente. Todavía, algunos tienen una vaga intuición de lo
que eran, y de lo que han hecho en existencias precedentes”-.
67. Algunos creen tener del propio pasada un vago recuerdo
como una imagen fugitiva de un sueño. Es realidad o ilusión?
-“Alguna vez realidad, pero, frecuentemente, ilusión, de la
cual es preciso cuidarse, por cuanto podría ser el efecto de la imaginación
exaltada”-.
68. Por lo tanto, en las existencias de naturaleza más elevada
que la nuestra, la memoria de las vidas precedentes se vuelve siempre más
lúcida?
-“Sí, en la medida en que el Espíritu prevalezca sobre la
materia. El recuerdo del pasado resulta distinto sólo a quienes habitan en
mundos de orden superior”-.
Por cuanto las tendencias instintivas del ser humano son
reliquias de su pasado, se deriva que por el estudio de las mismas él puede
conocer sus antiguas culpas?
69. –“Sí, pero sólo hasta cierto punto, por cuanto es preciso
recordar el mejoramiento que habrá podido alcanzar en su Espíritu, y las
determinaciones tomadas en la dimensión espiritual: en la existencia actual él puede
encontrarse mucho más adelante que en la anterior”-.
Puede el ser humano cometer en una existencia culpas más
graves de aquellas que haya cometido en otra precedente?
-“Puede cometer nuevas culpas, que denoten su estado
estacionario, pero no culpas mayores, las cuales significarían un camino
retrógrado, por cuanto el Espíritu puede avanzar, o estacionarse, pero no
retroceder”-.
70. Si las vicisitudes de la vida corpórea son al mismo tiempo
expiación de las culpas pasadas y pruebas para el futuro, -no se deriva de ello
que de estas vicisitudes se pueda deducir la índole de la existencia
precedente?
-“Frecuentemente sí, por cuanto la expiación responde siempre
a la falla; empero, todavía es preciso no aceptar esta regla como absoluta. Las
tendencias instintivas son indicios más certeros, por cuanto las pruebas que el
Espíritu experimenta, si valen para el pasado, valen, también, para el
futuro”-.
Llegado el tiempo de dejar la dimensión espiritual por una
encarnación, el Espíritu elige las pruebas a las cuales desea someterse para
acelerar su propio avance evolutivo, es decir, el genero de existencia que
juzga más apto a procurarle los medios, y aquellas pruebas responden siempre a
las culpas que él debe expiar. Si las supera, se eleva; si sucumbe, deberá
recomenzar.
El Espíritu tiene siempre su libre albedrío, en virtud del
cual, si en la dimensión espiritual, elige las pruebas de la vida corpórea, y
si encarnado, delibera entre hacer o dejar de ejecutar, y se ataca al bien o al
mal. Negar al ser humano el libre albedrío sería reducirlo a ser una maquina.
Nacido que haya a la vida corpórea, el Espíritu pierde,
temporalmente, la memoria de las existencias anteriores, como si un velo se las
escondiese. Alguna vez, empero, conserva alguna vaga reminiscencia, y parte de
las mismas pueden, también, en algunos casos, serle reveladas; pero, esto,
solamente por la voluntad de los Espíritus superiores, que lo hacen
espontáneamente, con un fin benéfico, jamás para satisfacer una vana
curiosidad.
Las existencias futuras no se pueden preconocer en ningún
caso, por cuanto dependen del modo en el cual se cumple la presente, y de la
elección ulterior del Espíritu.
El olvido de las culpas pasadas no es obstáculo al
mejoramiento del Espíritu, por cuanto, aunque no se conserva una precisa
memoria, el conocimiento que poseía en la dimensión espiritual, y el propósito
allí efectuado de repararlas, le guían por intuición, y le suscitan la idea de
resistir al mal. Esta idea es la voz de la conciencia, en la cual es secundado
por los Espíritus que le asisten, siempre que él escuche las buenas
inspiraciones.
Si el ser humano no conoce los actos singulares de su
existencia precedente, puede siempre saber cuál genero de culpas ha cometido, y
cuál fue su carácter dominante; basta para esto que él se estudie a sí mismo, y
juzgue lo que fue, observando las propias inclinaciones.
Las vicisitudes de la vida corpórea son, al mismo tiempo,
expiación de las culpas pasadas y pruebas para el futuro: nos purifican, y nos
elevan al nivel de nuestra resignación al aceptarlas y soportarlas.
La naturaleza de los casos y de las pruebas que afrontamos,
nos puede dar, por otra parte, alguna luz sobre lo que hemos sido, y sobre lo
que hemos hecho, al igual que sobre la tierra argumentamos los delitos de un
reo por la pena que le ha sido infligida por la ley: de esta manera, el
orgulloso será humillado con una existencia oscura; el malo rico y el avaro con
la miseria; el despiadado con las durezas y los maltratos; el tirano con la
esclavitud; el mal hijo con la ingratitud de sus descendientes; el perezoso con
la exigencia de un duro trabajo, y así sucesivamente.