COMENTARIO
EXEGÉTICO N° 982,
-EL LIBRO DE
LOS ESPÍRITUS, DE ALLAN KARDEC-
©Giuseppe
Isgró C.
982. Es
necesario profesar el Espiritismo, o creer en sus manifestaciones, para ser
felices en la dimensión espiritual?
-“Si así
fuese, se deduciría que todos aquellos que no crean, o no tuvieron la
posibilidad de convencerse, estarían destinados a la infelicidad, lo que sería
absurdo. Solamente la práctica del bien es la que proporciona la felicidad, y
el bien es siempre bien, sea cual fuere la vía que al mismo conduzca”-. (Ver Nº
165 y 799).
Comentario de
Allan Kardec: La creencia en el Espiritismo ayuda al ser humano a mejorarse,
esclareciéndole las ideas sobre determinados puntos del porvenir y acelera el
progreso de los individuos, de la humanidad, por cuanto les demuestra lo que
serán un día, y es, por lo tanto, un punto de apoyo, una luz que guía. El
Espiritismo enseña a soportar las pruebas con paciencia y resignación, y
contribuye a que sean evitados aquellos eventuales actos que podrían retardar
la felicidad en la dimensión espiritual. De esta manera, contribuye a abreviar
la vía que conduce a la meta; empero, aún sin él se puede llegar. (Allan
Kardec).
COMENTARIO
EXEGÉTICO GIC:
Esta pregunta
denota la profunda agudeza pedagógica del maestro Allan Kardec y su comprensión
de la verdad universal. La respuesta, como todas las de la obra, es lúcida y
certera, y aporta el conocimiento que bien valdría lo asimilaran las personas
de las diversas corrientes de pensamiento, por cuanto es válida para todos.
Ningún camino
es excluyente de los demás; todos conducen al centro, al igual que los rayos de
una rueda de bicicleta, se encuentran conectados al centro, a la fuente, al
núcleo, al UNO, y todos conforman la RUEDA UNIVERSAL, con el signo más
representando la eterna polarización, recorriendo el camino en la espiral
evolutiva de la Creación.
El
Espiritismo, es representativo de la Doctrina Universal, ésta, está conformada
por todas las corrientes de pensamiento, y por todo el bagaje evolutivo
alcanzado por todos los seres, en el planeta tierra, y en todos los mundos del
universo.
Pero, a toda
la Doctrina Universal actual, hay que agregar toda la que, en la eternidad, los
seres, a nivel universal, es decir, en todos los mundos del universo, habrán de
desarrollar sin límites algunos. Por encima de la Doctrina Universal se
encuentra la VERDAD UNIVERSAL, representada por la LEY CÓSMICA, y ésta, a su
vez, está conformada por todas las leyes auxiliares existentes en todos los
ámbitos de la vida universal, en todas las dimensiones, variantes y vertientes,
en los niveles que van del cero grado al infinito, sin límites de ninguna
naturaleza, en el espacio y en el tiempo: en la inmensidad y en la eternidad,
en tiempo presente, siempre.
Cada una de
las leyes cósmicas, se encuentra sustentada por su respectivo valor universal,
que corresponde a cada uno de los atributos divinos del Creador Universal, con
doble polaridad positiva-negativa.
De esta
polaridad, es de donde nace la eterna polarización, es decir, el paso de un
estado evolutivo a otro más avanzado, en un proceso eterno.
Tan pronto se
alcanza un grado, que constituía la polaridad positiva, en relación al
anterior, que era el punto de partida, se transforma en negativa en relación
con la nueva meta que percibe, y que oportunamente, alcanzará.
De manera que,
lo que existe a nivel universal, es la VERDAD UNIVERSAL TOTAL, la representada
por la Doctrina Universal, hasta un momento dado, más la que eternamente
conquistará, sin límites algunos, como fue, ya, dicho. Por lo cual, es
intrascendente la denominación que se le de a la percepción parcial de la
verdad universal: es un grado de la VERDAD UNIVERSAL.
Es preciso
hablar de Doctrina Universal que engloba a todo el conocimiento acumulado. Es
oportuno recordar que los seres en los demás reinos naturales, además del
humano, es decir: animal, vegetal y mineral, contiene un conocimiento que forma
parte de la Doctrina Universal y de la Verdad Universal, que es preciso tener
presente, ya que, cada uno de los Espíritus de los cuatro reinos naturales,
realiza una labor en la gran obra, y todos conforman una UNIDAD, y en cada uno
se encuentra un conocimiento acumulado, y otro por desarrollar, en el eterno
presente.
Todos esos
valores universales, que conforman los atributos divinos del Creador Universal,
soportes de las leyes auxiliares y de la Ley Cósmica, se encuentran impresos en
la CONCIENCIA DEL SER UIVERSAL.
Siendo cada
Espíritu, en los cuatro reinos naturales, una emanación a la CONCIENCIA
INDIVIDUAL, en un momento dado, y conformado de la misma naturaleza espiritual
del Creador, con sus mismos atributos divinos (valores Universales), impresos
en su conciencia, y siendo la conciencia de cada ser, una réplica de la del
Creador, ÉL, en esa perfecta UNIDAD de la RUEDA UNIVERSAL (el Círculo y el
Signo Más), se comunica, con cada ser, por el lenguaje de los sentimientos
equivalentes a los valores universales, dentro de la conciencia, donde inspira
el conocimiento y la FUERZA FUNDAMENTAL.
Cada ser, sin
importar su ubicación en la escala evolutiva, se encuentra conectado con la
fuente, al igual que el rayo de la Rueda con el Centro, formando, cada ser, una
unidad con el CREADOR, -EL CENTRO DE LA RUEDA- y con el Todo, los demás seres
que la conforman, donde, cada quien, es el caminante, (el ser individual), el
camino que conduce a la fuente (el rayo de la rueda, formado por cada ser en
los cuatro reinos), y la FUENTE, conformada por el CENTRO, el SER UNIVERSAL. Es
allí, que el ser individual percibe que él es, también, la fuente: el Creador,
formando una unidad perfecta e indisoluble con Él.