sábado, 10 de mayo de 2014

Necesidad del trabajo. Límite del trabajo. Descanso.


Capítulo XVIII
El Libro de los Espíritus
Allan Kardec
Versión castellana: Giuseppe Isgró C.


LEY DE TRABAJO

Necesidad del trabajo. Límite del trabajo. Descanso.

1. La necesidad del trabajo es una ley de la naturaleza?
-“El trabajo es una ley de la naturaleza por constituir una necesidad y la civilización obliga al ser humano a trabajar más para satisfacer sus crecientes necesidades y facilitarle el goce inherente a sus frutos”-.
2. Por trabajo se debe entender únicamente lo relativo a las ocupaciones materiales?
-“No: el Espíritu trabaja al igual que el cuerpo. Trabajo es cualquier ocupación útil”-.
3. Por qué fue impuesto al ser humano el trabajo?
-“Porque es una consecuencia de su naturaleza corpórea: sirve para la depuración, y al mismo tiempo es un medio para perfeccionar su inteligencia. Sin él, el ser humano quedaría en la infancia intelectual: es necesario, por lo tanto, que él provea su nutrición, seguridad y bienestar por su propio trabajo y actividades conexas. A quien es menos fuerte físicamente, Dios le ha otorgado, en compensación, la fuerza del intelecto; pero, también la actividad mental es un trabajo”-.
4. Por qué, entonces, los animales no trabajan, y a sus necesidades provee la naturaleza?
-“Todo trabaja en la naturaleza. Los animales trabajan al igual que vosotros; pero su trabajo, como la inteligencia, se limita a su propia conservación: los niveles de progreso, en cada uno, se rigen por características propias. En el ser humano, el trabajo tiene una doble finalidad: además de la conservación del cuerpo, se lleva a cabo el desarrollo de su pensamiento, que constituye en sí, también, una necesidad. En los animales, su trabajo se limita a su conservación, empero, sin ellos saberlo, mientras proveen a sus necesidades materiales, secundan, también, los designios del Creador, y su trabajo concurre en no menor grado que el vuestro al objetivo final de la naturaleza, si bien, con frecuencia, el resultado precisa su tiempo para que os sea evidente”-.
5.  Está sujeto, el ser humano, a la misma necesidad de trabajo también en los mundos más desarrollados que el nuestro?
-“La calidad del trabajo es relativa a la de las necesidades: en donde éstas son menos materiales, lo es, también, menos material, el trabajo. Pero, no vayáis a creer, por esto, de que el ser humano quede inerte y sin utilidad: el ocio sería un suplicio más que un premio”-.
6. El ser humano que tiene bienes de fortuna suficientes para asegurarse la subsistencia, -se encuentra  exonerado de la ley del trabajo?
-“Podría estarlo por la del trabajo material, pero no de la obligación de rendirse útil según sus propias fuerzas y de perfeccionarse, dando, al mismo tiempo, su aporte al perfeccionamiento de los demás. Esto también es trabajo. Si el ser humano al cual Dios –por la ley cósmica y como salario cósmico- ha permitido el acceso a bienes de fortuna que les sean suficientes para asegurarse la subsistencia, no se encuentra precisado para realizar trabajo físico alguno, está tanto más obligado a emplearse en beneficio de sus semejantes, por cuanto su cómoda posición le proporciona mayor posibilidad de hacer el bien”-.
7. Existen seres humanos cuya ineptitud para cualquier tipo de trabajo le rinda inútil la propia existencia?
-“Dios, en su justicia, no condena sino a quien vegeta en voluntaria inutilidad, por cuanto vive a costo del trabajo ajeno. Pero, Él quiere que cada ser se rinda útil en proporción de las propias fuerzas”-. (Ver Nº 643).
8.  La ley de la naturaleza impone a los hijos la obligación de trabajar por sus padres?
-“De la misma manera como impone a los padres la obligación de trabajar por los hijos. Dios ha hecho que el amor filial y el amor paterno fuesen sentimientos naturales, para que, por el afecto recíproco, los miembros de una misma familia sintiesen el anhelo de ayudarse recíprocamente; empero, esta ley de recíproca ayuda precisa ser atendida con mayor atención por vuestra sociedad”-.
LÍMITES DEL TRABAJO. DESCANSO.
9. El descanso, que es una necesidad después del trabajo, es, también, una ley de la naturaleza?
-“Sin duda alguna: sirve para resarcir las fuerzas del cuerpo, y es, también, necesario a la mente para que tenga el tiempo para instruirse, y, así, poderse elevar por encima de la materia”-.
10.            Cuáles son los límites del trabajo?
-“Los de las propias fuerzas: del resto, Dios deja al ser humano en libertad”-.
11.            Cómo es juzgado quien abusa de su propia autoridad para imponer a sus dependientes un exceso de trabajo?
-“Es una acción indebida. Quienquiera que tenga la autoridad de dirigir, es responsable del exceso de trabajo impuesto a sus cooperadores, por cuanto, este procedimiento transgrede la ley de Dios”-. (Ver Nº 273).
12.            Tiene, el ser humano, derecho al descanso, a una determinada edad?
-“Sí, por cuanto la obligación del trabajo es relativo a las propias fuerzas”-.
A quién corresponde de asistir a la persona de edad avanzada, que requiere trabajar para vivir, pero que no puede hacerlo?
-“El fuerte debe trabajar para el que precisa de fuerzas; la sociedad debe constituir la familia para quien carezca de ella: esta es la ley de la bondad”-.
No es suficiente decir al ser humano que debe trabajar; es necesario que quien se gana su sustento con el propio trabajo encuentre la manera de realizarlo. Cuando el trabajo escasea, en forma generalizada, esta situación se convierte en un flagelo para la sociedad, -propiciando la carencia de bienes y servicios, o el poder adquisitivo para adquirirlos-. La ciencia económica va buscando la solución para crear el equilibrio entre la producción y el consumo; pero este equilibrio, aunque se admita como posible, tendrá siempre determinadas intermitencias, y en los intervalos de estos ciclos económicos –recesión-contracción-recuperación-expansión- el trabajador precisa sustentarse. Existe un elemento que requiere ser tomado más en cuenta en el balance, sin el cual, la ciencia económica no sería más que una simple teoría: la educación; no solamente  la educación intelectual, sino la moral, y no tanto la educación moral teórica, sino aquella que consiste en el arte de formar los caracteres, la que forja las costumbres de los pueblos, por cuanto la educación es el conjunto de los hábitos adquiridos. Cuando se piensa a la masa de individuos que, cada día, se introducen en el torrente de la población, sin principios, sin freno, y abandonados a sus instintos, deben sorprendernos las lamentables consecuencias que se derivan de ello? Cuando este arte sea reconocido, comprendido y practicado, el ser humano adoptará, en la sociedad, costumbres ordenadas y de prudente previsión para sí y para los suyos, así como de respeto para todo lo que es respetable, hábitos que les permitirán superar exitosamente los inevitables días de adversidad. El orden y la previsión son dos virtudes que únicamente la educación bien entendida puede robustecer: este es el punto de partida, el elemento real del bienestar, la garantía de la seguridad general.



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