CREACIÓN
Autor:
Allan Kardec
Versión
castellana y comentarios exegéticos:
Giuseppe
Isgró C.
Capítulo
III de El Libro de Los Espíritus
Formación
de los Mundos. Formación de los seres vivientes. Poblamiento de la Tierra : Adán. Diversidad de
las Grupos Étnicos Pluralidad de los Mundos habitados. Consideraciones y
Concordancias bíblicas en torno a la Creación.
FORMACIÓN
DE LOS MUNDOS
El universo abraza todos los mundos
que vemos, y aquellos infinitos que no vemos; todos los seres animados e
inanimados, todos los astros, que se mueven en el espacio, y todos los fluidos
que lo llenan.
1. El
universo ha sido creado, o existe desde toda la eternidad como Dios?
-“Ciertamente
no ha podido hacerse por sí mismo; y si existiría desde toda la eternidad como
Dios, no podría ser la obra de Dios”-.
La razón nos enseña que el universo no
pudo hacerse por sí mismo, y que no pudiendo ser la obra del acaso, debe ser la
obra de Dios.
2. Cómo
ha creado Dios el universo?
-“Con
su voluntad omnipotente expresada por aquellas sublimes palabras de la Génesis : Dios dijo: Sea hecha la luz, y la luz fue hecha”.
3. Podemos
nosotros conocer el proceso de la formación de los mundos?
-“Todo
lo que se puede decir, y que vosotros podéis comprender, es que los mundos se
forman por la condensación de la materia diseminada en el espacio”-.
COMENTARIO EXEGÉTICO GIC: La respuesta
a esta pregunta contiene la clave esencial para descifrar el misterio de la
creación de los mundos, cuando expresa: -“..los mundos se forman por la
condensación de la materia diseminada en el espacio”. La materia es energía
condensada. Quienes la condensan son los Espíritus elementales de la naturaleza, al vibrar en
determinada frecuencia. Cada uno de los elementos, conocidos y por conocer,
está compuesto de Espíritu, alma y cuerpo. El Espíritu del hierro, por ejemplo,
vibra a la tasa vibratoria del hierro y lo condensa, y así sucesivamente,
ocurre con todos los demás elementos. Luego viene la combinación de los
elementos, por ejemplo, dos moléculas de hidrógenos con una de oxígeno, forman
el agua. Todas las vertientes y variantes en las respectivas combinaciones y
aleaciones, dan diversas formas de materia orgánica e inorgánica. Luego, vienen
las diversas especies de los distintos reinos naturales, además del mineral, ya
mencionado.
Con una perspectiva universal de la
vida, hoy sabemos que nos llega la luz de mundos que existieron hace millones
de años, y que, dada la inmensa distancia que les separaba del planeta tierra
nos sigue llegando su luz, lo cual indica que dichos mundos se formaron, se
desarrollaron y se desintegraron. Al mismo tiempo, existen mundos en formación,
descubiertos por la astronomía, lo cual índica que su creación es un proceso constante, y por lo
tanto, siendo la tierra un mundo más reciente, cuando se formó ya era un
procedimiento desarrollado y puesto en práctica en millones de otros globos.
Quién realiza la Creación
de los mundos? Dios?
Dios, tal como lo hemos expuesto en
anteriores comentarios exegéticos, sin dejar de ser Él, y sin separarse de Él,
encarna en el alma universal como un ser individual, en los cuatro reinos
naturales, tantas veces como fuere necesario, cada vez que se va a crear un
mundo originario. El trabajo de Dios consiste en la emanación a la conciencia
individual de tantos seres como fueren necesarios, y en la aplicación de la ley
cósmica. Pero, el trabajo de la creación del mundo en particular le corresponde
a los Espíritus de los cuatro reinos de la naturaleza bajo la dirección de los
maestros de la Creación ,
que son los Espíritus muy evolucionados. Estos Espíritus avanzados, dada la
eternidad pasada, habrán alcanzado niveles tan elevados de conciencia y
progreso, que les permite que estén una eternidad por delante de quienes recién
empiezan el proceso evolutivo. De acuerdo al nivel de progreso de una
determinada familia espiritual, los maestros de la creación diseñan, con
antelación, el mundo que habrá de ocupar dicha familia después de que termine
el ciclo de vida del que ahora habitan. Será una nueva morada con otros niveles
de estudios universales. Efectuado el plan del nuevo mundo, los Espíritus
maestros de la creación ordenan a los Espíritus elementales de la naturaleza
que condensen la energía cósmica en materia, cada uno de acuerdo con su índole,
y luego, de efectuar las respectivas combinaciones y variantes a que hubiese
lugar, de acuerdo a las leyes de la física, de la química, de la biología,
etcétera. Cada quien, de acuerdo con el arte que domina, presta su concuerdo
tanto en la creación del mundo como en su ulterior desarrollo. Allí vemos los
diversos diseños en las especies vegetales y animales, para adaptarle a las
funciones que les son inherentes. Es un trabajo de equipo, bajo la dirección de
los maestros de la creación, y por la ley cósmica, regidos por el Creador
universal, quien inspira, en la conciencia de cada quien, el conocimiento
necesario y precisado en cada caso, por el lenguaje de los sentimientos de los
valores universales, imprimiendo una fuerza de empuje y otra de bloqueo, para
coordinar el esfuerzo de todo el conjunto, en un perfecto orden y armonía,
regido todo por la ley de afinidad, la de justicia, la de igualdad, la de
compensación y la de amor, como síntesis de la ley cósmica.
4. Serían
los cometas, como se cree hoy, un principio de condensación de la materia
cósmica, y mundos en vía de formación?
-“Sí;
pero guardaos de creer a la absurda influencia que a ellos le atribuye el
vulgo, por cuanto no poseen ninguna otra fuera de la que todos los cuerpos celestes tienen sobre
ciertos fenómenos físicos”-.
5. Un
mundo ya formado puede desaparecer, y la materia que lo compone expandirse de
nuevo en el espacio?
-“Sí;
Dios renueva los mundos como renueva los seres vivientes”-.
6. Podemos,
nosotros, conocer la duración de la formación de los mundos, por ejemplo, de la
tierra?
-“No,
por cuanto es conocida sólo por el Creador, e iluso sería quien pretendiese
saberlo, o de conocer el número de siglos de esta formación”-.
FORMACIÓN
DE LOS SERES VIVIENTES
7. Cuándo
comenzó a ser poblada la tierra?
-”Al
inicio, todo lo envolvía el caos: los elementos eran confusos; pero, poco a
poco cada cosa tomó su lugar, y entonces aparecieron los seres vivientes
apropiados al estado del globo”-.
8. De
dónde provienen los seres vivientes de la tierra?
-“La
tierra contenía los gérmenes, que esperaban el momento oportuno para
desenvolverse. Los principios orgánicos se reunieron adecuadamente, tan pronto
cesó la fuerza que los tenía segregados, y formaron los gérmenes de todos los
seres vivientes. Los gérmenes quedaron en estado latente e inerte, como la
crisálida y las semillas de las plantas, hasta el momento favorable al
nacimiento de cada especie: entonces los seres de cada especie se conjugaron y
se multiplicaron”-.
9. Dónde
se encontraban los elementos orgánicos antes de que se formase la tierra?
-“Se
encontraban, por decirlo así, en estado de fluido en el espacio, en medio a los
Espíritus, o en otros planetas, esperando la creación de la tierra para
comenzar una existencia nueva sobre un globo nuevo”-.
-La química nos muestra como las
moléculas de los cuerpos orgánicos se unen para formar cristales de constante
regularidad, según la especie, hasta encontrarse en las condiciones precisadas.
Pero, por poco que falten estas condiciones, no es más posible la unión de los
elementos, o por lo menos su disposición regular, que constituye el cristal. Y,
por qué no sería lo mismo de los elementos orgánico? Nosotros conservamos,
también por años, algunas semillas de plantas y de animales, que se desarrollan
sólo a una determinada temperatura y en un ambiente propicio. Se han visto
granos de trigo germinar después de varios siglos. Por lo cual, en estas
semillas existe un principio latente de vitalidad, el cual para desenvolverse
no espera más que una circunstancia favorable. Ahora, lo que sucede cada día
bajo nuestra propia mirada, no pudo, quizá, suceder desde el origen del
planeta? Tal formación de los seres vivientes, que salen del caos por la fuerza
misma de la naturaleza, -disminuye, quizá, la grandeza de Dios? No, más bien
responde mejor a la idea de su potencia, que se ejercita sobre infinitos mundos
con leyes internas e inmutables. Esta teoría no resuelve, es verdad, la
cuestión del origen de los elementos vitales; pero Dios tiene sus misterios, y
ha puesto ciertos límites a nuestras investigaciones.
COMENTARIO
EXEGÉTICO DE GIC: -Es verdad que Dios ha puesto ciertos límites a
nuestras investigaciones?
De ser cierto, -cuáles son?
En primer lugar, potencialmente
hablando, Dios no ha puesto límites de ninguna naturaleza, para nadie, excepto
el de la evolución personal y los estados de conciencias inherentes, que por propio
mérito se van desarrollando, en la espiral evolutiva, en el eterno presente.
Ese y solamente ese es el único
límite; es decir, podemos llegar hasta donde alcanzan nuestras propias fuerzas;
empero, ellas son factibles de ser incrementadas por el propio desarrollo
evolutivo, en forma gradual y constante.
En la medida en que se va alcanzando una visión más amplia de la
realidad que nos circunda, podemos emprender investigaciones y tareas de
mayores envergaduras.
Evidentemente, existe un orden
universal que es preciso seguir, siendo imposible saltar determinados grados,
pero, lejos de ser un límite, implica una guía del orden que debe orientar
nuestros trabajos.
La actitud correcta debe ser, siempre, la de rechazar cualquier
imposición de límites de quien quiera que sea.
Si el Ser Universal ha dispuesto que, en el eterno presente,
encontremos siempre un más allá de progreso, sin límites algunos, -por qué
razón deberíamos aceptar ese tipo de imposiciones de quienes, en un momento
dado, pudiesen tener motivos para inhibir una tendencia natural de los seres,
aún en los cuatro reinos naturales, es decir, hacia el avance constante hasta
donde alcance la infinita imaginación, que es la visión del espíritu.
De encontrar una barrera, es preciso, también, descubrir la manera de
superarla, sin importar el tiempo que se pueda requerir ni el esfuerzo o
trabajos necesarios a tales efectos.
Todo es posible de lograr si
tenemos la idea clara de lo que queremos y, paralelamente, se emprende la
acción suficiente y sostenida en el tiempo, hasta alcanzar el grado de
conocimiento o logro anhelado.
A través del progreso, el hombre ha encontrado la manera de ver más
lejos inventando el telescopio. Con el microscopio, descubrió un mundo
inmensamente pequeño, que escapa a simple vista. Se la ha ingeniado para idear
aparatos que le permiten volar y desplazarse a lejanos lugares, a gran
velocidad, que solamente unos pocos siglos antes eran apenas sueños en mentes
prodigiosas como la de Leonardo Da Vinci. Se puede uno sentar frente a un
ordenador y comunicarse en pocos segundos con un sinnúmero de personas,
simultáneamente. Se podría enumerar una gran cantidad de otros instrumentos que
han extendido en forma prodigiosa la inmensa capacidad de crear del ser humano,
y nos asombraríamos todavía más si pudiésemos percibir lo que realizan cada uno
de los entes respectivos en los cuatro reinos naturales, incluyendo el mineral.
Aprenderemos a viajar, también, en proyección espiritual, a la
velocidad del pensamiento, por el inmenso universo, y percatarnos de lo que
existe allí? Muchas pruebas al respecto demuestran que en un día no muy lejano,
en cuanto el factor moral alcance el nivel de madurez óptimo, eso será una
realidad al alcance de todos, sin excepción.
El ser humano ha descubierto, también, que cuando su capacidad de
razonamiento, utilizando la lógica inductiva y deductiva, alcanza al límite de
sus posibilidades, se activan las facultades de la intuición y de la
inspiración, entrando con una fuente de sabiduría que le permiten percibir lo
que apenas unos minutos antes le era desconocido. Dónde se encontraba ese
conocimiento?
El ser humano, también, ha observado que, interiorizándose, entra en conexión divina con el Ser
Universal, en una práctica de espiritualidad directa, sin intermediarios, y se
transforma en un instrumento activo de su voluntad, fluyendo en su conciencia
la sabiduría expresada mediante el lenguaje de los sentimientos de los valores
universales, guía infalible en la práctica de todas las virtudes.
De igual manera, ha efectuado un asombroso descubrimiento: el de que
posee un poder potencialmente infinito que se expresa en el mismo grado en que
va afrontando situaciones para resolver u objetivos por realizar.
Sin importar cuan elevada pueda ser la dificultad encerrada en la
situación por resolver o el objetivo por lograr, en cualquier orden, desde una
minúscula bagatela familiar hasta un viaje espacial, el ser humano va
expresando el poder creador suficiente para alcanzar el respectivo logro,
oportunamente.
El ser humano ha efectuado, ya, otro de los grandes descubrimientos
trascendentales, como es el de que posee un espíritu eterno e inmortal, que
vivirá en una infinidad de ciclos de vidas, en éste y en incontables mundos del
universo, en el eterno presente, donde siempre encontrará un más allá de
progreso, de sabiduría y de poder creador.
Finalmente, en la medida en que profundiza en el potencialmente
infinito poder creador del cual dispone y en el conocimiento más íntimo de sí
mismo, percibe que él es el caminante y el camino que conduce a la fuente, en
una espiral evolutiva infinita, y a un determinado momento, descubre también,
que él es la fuente, formando una unidad perfecta e indisoluble con el SER
UNIVERSAL, del cual ha emanado –en el instante preciso- a la conciencia del Ser
Individual. Si los hijos de los gatos, son también gatos, los seres humanos,
como emanación de la
DIVINIDAD , -qué son? Y, el espíritu del gato, -no es,
también, una emanación de la
Divinidad ?
No deja de ser asombroso que tantos seres que forman una UNIDAD
perfecta e indisoluble con la
DIVINIDAD y las bondades inherentes que eso implica,
mantengan el interruptor de la luz de la conciencia apagado, cuando con un
simple toque transformarían la noche oscura en un dorado amanecer. Es preciso
VIVIR EN CONEXIÓN ESPIRITUAL CON EL SER UNIVERSAL, sin intermediarios,
transformándose en un activo instrumento de su voluntad divina.
A Kabir le resultaba inconcebible que en el mar los peces tuvieran sed.
En un universo lleno de abundancia para todos, pensado en grande por el
SER UNIVERSAL, con un plan divino de vida para cada quien, -por qué no abrir
los ojos y así descubrir las inmensas riquezas al alcance de las propias manos,
mediante el SERVICIO, asumiendo la respectiva cuota en la realización de la
gran obra?
Escuchar la voz de la conciencia permite descubrir la propia identidad,
por cuanto ella es una réplica de la del Creador, y en ella se expresa ÉL
mediante el lenguaje de los sentimientos de los valores universales. Allí
reside la sabiduría y el poder potencialmente infinito, que permiten el
usufructo de la riqueza integral que espera por cada quien, aquí y ahora, en el
eterno presente.
10. Existen,
todavía, seres que nacen espontáneamente?
-“Sí,
pero el embrión primitivo existía ya en estado latente. Vosotros sois, todos
los días, testigos de éste fenómeno. Los tejidos orgánicos de los seres humanos
y de los animales no encierran, quizá, los gérmenes de una multitud de gusanos
que esperan para manifestarse la fermentación putrefacta necesaria a su
existencia? Es un pequeño mundo que dormita y que se crea.
11. La
especie humana se encontraba ya entre los elementos orgánicos contenidos en
globo terrestre?
-“Sí,
y emergió a su tiempo, lo cual ha hecho decir que el ser humano había sido
formado con el barro de la tierra”-.
12. Podemos
conocer la época de la aparición del ser humano y la de los demás seres
vivientes sobre la tierra?
-“No;
todos vuestros cálculos son quimeras”-.
13. Si el
embrión de la especie humana se encuentra entre los elementos orgánicos del
globo, -por qué no se forman, también ahora, espontáneamente, seres humanos
como en su origen?
-“El
principio de las cosas se encuentra en los secretos de Dios; todavía se puede
suponer que los seres humanos, dispersos que fueron sobre la tierra, hayan
absorbido en sí mismos los elementos necesarios a su formación, para
transmitirlos según las leyes de la reproducción. Y asimismo puede decirse de
las demás especies de seres vivientes”-.
POBLAMIENTO
DE LA TIERRA. ADÁN.
14. La
especie humana tuvo principio con un solo ser?
-“No.
Aquel que vosotros llamáis Adán, no fue ni el primero ni el único ser que pobló
la tierra”-.
15. En que
época vivió Adán?
-“A un
día de aquella que le asignáis: alrededor de 4.000 años antes de nuestra era”-.
El hombre, de quien bajo el nombre de
Adán se ha conservado la tradición, fue uno de aquellos que en un país
sobrevivió a alguno de los grandes cataclismos que en diversas épocas han
afectado la superficie del globo, y se ha convertido el prototipo de un grupo
étnico que hoy puebla el planeta. Las leyes de la naturaleza no nos permiten
creer que los progresos de la humanidad ocurridos mucho antes de nuestra era,
hayan podido realizarse en pocos siglos, si el hombre no estuviese sobre la
tierra sino desde la época asignada a la existencia de Adán. Algunos, y con
mayor razón, consideran a Adán como un mito o alegoría que personifica la
primera edad del mundo.
DIVERSIDAD
DE LOS GRUPOS ÉTNICOS
16. De dónde se originan las diferencias físicas y
morales que distinguen los variados grupos étnicos sobre la tierra?
-“Del
clima, del género de vida y de las costumbres. Igualmente ocurre con dos hijos
de la misma madre, los cuales, educados lejos uno del otro y en modo diferente,
no se asemejan para nada en el carácter moral”-.
17. Los
seres humanos aparecieron contemporáneamente sobre diversos lugares del globo
terráqueo?
-“Sí,
y en épocas diversas, de lo cual proviene, también, la variedad de los grupos
étnicos. Más tarde, dispersándose debajo de diferentes climas, y mezclándose
los grupos étnicos unos con otros, han
formado nuevos tipos”-.
Estas
variantes constituyen especies distintas?
-“No,
por cuanto todas son de la misma familia: las tantas variedades de un mismo
fruto, le impiden, acaso, de pertenecer a la misma especie?”-.
18. Si la
especie humana no procede de un solo origen, deben los seres humanos continuar
a considerarse como hermanos?
-“Todos
los seres humanos son hermanos en Dios, por cuanto están animados por el Espíritu
y tienden al mismo fin. Vosotros queréis tomar, siempre, las palabras
literalmente”-.
PLURALIDAD
DE MUNDOS HABITADOS
19. Los
globos, que se mueven en el espacio, están todos habitados?
-“Sí,
y el ser humano de la tierra está lejos de ser, como cree, el primero en
inteligencia, en bondad y en perfección. Nada menos, existen personas que se
creen grandes, y piensan que sólo este pequeñísimo globo tiene el privilegio de
albergar seres con uso de razón. Orgullo y vanidad! Estiman que Dios ha creado
el universo únicamente para ellos”-.
Dios ha poblado los mundos de seres
vivientes, los cuales concurren todos al intento final de la Providencia. El
creer los seres vivientes limitados al solo punto que habitamos nosotros en el
universo, sería poner en duda la sabiduría de Dios, quien no ha hecho nada
inútil, y por ende ha debido asignar a los mundos una función más grande que el
recrearnos la vista. Por otra parte nada, no en la posición, no en el volumen,
no en la constitución física de la tierra, puede razonablemente hacer creer que
ella sola tenga el privilegio de ser habitada, a exclusión de miles de mundos similares.
20. La
constitución de los diferentes globos es la misma en todos?
-“No:
en cada uno es diferente”-.
21. Por
cuanto la constitución física de los mundos no es idéntica para todos, los
seres, que los habitan, -tienen una organización diferente?
-“Sin
duda, igual que en vuestro escenario los peces viven en el agua y los pájaros
en el aire”-.
22. Los
mundos más lejanos del sol, -están, quizás, privados de luz y de calor, por
cuanto el gran astro no tiene para ellos sino la apariencia de una estrella?
-“Creéis,
vosotros, que no existen otras fuentes de luz y de calor fuera del sol? No
contáis para nada la electricidad que en ciertos mundos tiene una función miles
de veces más importante que sobre la tierra? Del resto, quién os dice que todos
los seres sean de vuestra misma forma y con órganos conformados como los
vuestros?”-.
Las condiciones de existencia de los
seres que habitan los variados mundos, deben ser apropiados al medio, en el
cual son llamados a vivir. Si no hubiésemos jamás visto peces, no podríamos comprender
que existan seres capaces de vivir en el agua. Lo mismo ocurre en los otros
mundos, los cuales sin duda tienen elementos que nos son ignotos. No vemos,
nosotros, sobre la tierra las largas noches de los polos iluminadas por la
electricidad de las auroras polares? Cuál es la imposibilidad de que, en
algunos mundos, la electricidad sea más abundante que en la tierra, y tenga una
acción general cuyos efectos aún nos sean incomprensibles? En consecuencia,
aquellos mundos pueden llevar en sí mismos las fuentes de calor y de luz
necesarias a sus habitantes.
CONSIDERACIONES
Y CONCORDANCIAS BÍBLICAS EN TORNO A LA CREACIÓN
23. Los
pueblos se han formado ideas contradictorias en torno a la creación, según el
grado de su instrucción. La razón, con la ayuda de la ciencia, ha reconocido la
inverosimilitud de muchas teorías. La que han dado los Espíritus confirma la
opinión por largo tiempo aceptada por los seres más ilustrados.
La objeción,
que puede hacerse a esta teoría, es que contradice el texto de los libros sagrados; empero, un ponderado
examen demuestra como esta contradicción sea más aparente que real, resultando
de la interpretación literal de frases que tienen a lo sumo un significado
alegórico.
La cuestión
sobre el origen de la humanidad, que, según la Biblia , se hace resalir a
Adán, como a una única fuente, no es la sola entre las creencias
religiosas, a la cual la ciencia nos ha obligado a renunciar. También el
movimiento de la tierra pareció en otros tiempos tan contrario al texto
bíblico, siendo objeto de grandes persecuciones los doctos que lo afirmaban. Empero,
la verdad termina, siempre, por triunfar; la tierra gira a despecho de las
excomuniones, y hoy nadie podría poner en duda este movimiento, sin ofender la
razón.
Se afirma,
también, en la Biblia ,
que el mundo fue creado en seis días, y se establece la época alrededor de
4.000 años antes de nuestra era. Anteriormente, la tierra no existía: el texto
afirma claramente que ella fue creada de la nada; empero, la ciencia positiva,
la ciencia de las inexorables deducciones, ha probado lo contrario. La
formación del planeta tierra está escrita con caracteres imborrables en el
mundo fósil, y está probado que los seis días de la Creación son otros tantos
períodos, cada uno de los cuales con la duración de centenares de miles de
años. Y esto no es ya un sistema, una
doctrina, una opinión aislada; sino un hecho innegable como aquel del
movimiento de la tierra, que la teología no puede dejar de admitir. Estos
ejemplos son suficientes para demostrar
en cuantos errores es fácil caer cuando se toman a la letra las
expresiones de un lenguaje con frecuencia figurado. Es preciso, quizá, deducir
que la Biblia
enseña lo falso? No; más bien las personas se han engañado al interpretarla.
La ciencia,
escudriñando en las vísceras de la tierra, ha reconocido el orden en el cual
los variados seres vivientes han aparecido sobre su superficie, y este orden
concuerda con el indicado en la
Génesis , con la sola diferencia de que la obra, en vez de
haber salido milagrosamente de las manos de Dios en pocas horas, se cumplió,
siempre por efecto de su voluntad, pero según la ley de las fuerzas de la
naturaleza, en muchos millones de años. Sería por esto, Dios, menos grande y
poderoso? Su obra es menos sublime, por cuanto no tiene el mérito de la
instantaneidad? No ciertamente: tendría de la Divinidad una idea muy
mezquina quien no reconociese la omnipotencia de Dios en sus leyes eternas que
Él ha establecido para gobernar los mundos. La ciencia, lejos de empequeñecer
la obra de Dios, nos la muestra debajo de un aspecto más grandioso y más conforme a nuestras nociones de su
potencia y de su majestad, por cuanto esta obra se ha cumplido sin derogar las
leyes de la naturaleza.
La ciencia, de
acuerdo con esto con Moisés, reconoce el ser humano como el último en ser
creado en la escala de los seres vivientes: empero Moisés pone el diluvio en el
año del mundo 1654, mientras la geología nos enseña que el gran cataclismo fue
anterior a la aparición del hombre, por cuanto, hasta hoy, no se ha podido
descubrir, en los estratos primitivos, algún vestigio de la presencia ni de él,
ni de animales de su misma categoría del lado físico. Esto, empero, no prueba
la imposibilidad de la cosa, en cambio varios descubrimientos lo han puesto ya
en duda. Es posible, que de un momento a otro se obtenga la certeza material de
esta anterioridad de la raza humana y entonces se deberá reconocer, que también
sobre esto, como sobre otros puntos, el texto bíblico es figurado. El meollo de
la cuestión está en saber si el cataclismo geológico es el mismo del de Noé.
Ahora, la duración necesaria a la formación de los estratos fósiles no permite
confundirlos, y, encontrar que si hubiese restos de la existencia del hombre
antes de la gran catástrofe, quedará demostrado, o que Adán no fue el primer
hombre, o que la creación de él se pierde en la noche de los tiempos. En contra
de la evidencia no valen razonamientos, y será necesario aceptar este hecho, al
igual que el movimiento de la tierra y los seis períodos de la Creación.
La existencia
del hombre antes del diluvio geológico es cosa todavía hipotética; empero
hipótesis no es cuanto sigue: Admitiendo que el hombre haya aparecido por
primera vez sobre la tierra 4000 años antes de nuestra era, si 1654 años
después, toda la raza humana ha sido destruida, excepto una sola familia,
resulta que el doblamiento de la tierra no data sino de Noé, vale decir desde
hace 2.346 antes de nuestra era. Empero, cuando los hebreos emigraron a Egipto
en el siglo XVIII -antes de nuestra era-, encontraron este pueblo muy poblado,
y ya antes de su civilización. La historia, por otra parte, demuestra que en
aquella época las India y otros países eran igualmente florecientes, al
silencio de la cronología de algunos pueblos que remontan a épocas de mucho más
remotas. Sería, por lo tanto, necesario que del siglo XXIV al XVII, es decir, en el espacio de
6.000 años, no solamente la posteridad de un solo hombre hubiese poblado las
inmensas regiones entonces conocidas, aún admitiendo que las otras no hubiesen
existido, sino que en el breve intervalo de tiempo, la humanidad se hubiese
elevado de la ignorancia absoluta del estado primitivo al más elevado grado del
desarrollo intelectual, lo cual es contrario a todas las leyes de la
antropología.
Si se agrega
que, a confirmar esta opinión concurre válidamente la diversidad de los grupos
étnicos. El clima y las costumbres producen, ciertamente, modificaciones en el
carácter físico; pero sabemos hasta donde puede alcanzar la fuerza de estas
causas, y el examen fisiológico prueba
que en algunos grupos étnicos existen diferencias constitucionales mucho
más profundas de las que puede producir el clima. El cruce de los grupos
étnicos produce los tipos intermedios, y
tiende a cancelar, más que resaltar, los caracteres extremos: crea solamente
algunas variedades. Empero, en cada caso, por cuanto fuese posible el cruce de
los grupos étnicos, era necesario que existiesen grupos étnicos diferentes, y,
-cómo explicar la existencia, si se le da un origen común, especialmente poco
antiguo? Cómo admitir que en un dado número de cientos de años algunos
descendientes de Noé se hayan transformado al punto de producir, por ejemplo,
la raza etiópica? Una tal transformación es tanto inadmisible cuanto la
hipótesis de un origen común entre un lobo y un cordero, entre el elefante y la
pulga, entre el pájaro y el pez. Es preciso decirlo: nada puede prevalecer en
contra de la evidencia de los hechos. Todo, en cambio, se explica, admitiendo
la existencia del hombre antes de la época que comúnmente se le asigna,
reconociendo la diversidad de los orígenes; aceptando a Adán, que habría
existido hace 6.000 años, cual poblador de una región todavía deshabitada;
viendo el diluvio de Noé como una catástrofe parcial confundida con el
cataclismo geológico; teniendo en cuenta, en fin, la forma alegórica propia del
estilo oriental, y que se encuentra en los libros sagrados de todos los
pueblos. Está claro, por lo tanto, que es poco prudente el juzgar con ligereza,
y así señalar como falsas algunas doctrinas, las cuales, como tantas otras,
pueden dar, antes o después, un desmentido solemne a quienes las combaten. Las
ideas espirituales, antes que perder, conquistan fuerzas y grandeza caminando
paralelamente con la ciencia. Es éste el único medio para no mostrar al
escepticismo el lado vulnerable.