ENSAYOS DE JUVENTUD 14
SABIDURÍA Y PODER:
EL ESPIRITISMO
EL ESPIRITISMO
COMO CIENCIA INTEGRAL DEL HOMBRE
©Giuseppe Isgró C.
-Escrito en 1975-
-“La vida no es fácil para nadie. Pero, ¿qué importa! Hay
que perseverar y sobre todo tener confianza en nosotros mismos. Hay que pensar
que estamos dotados para alguna cosa y que esta cosa podemos y debemos
alcanzarla, cueste lo que cueste”-. Madame Curie
-”Cada ser, en la vida, se enfrenta con múltiples luchas,
obstáculos y pruebas que debe superar. Con una educación positiva que le haga
comprender la finalidad de esas pruebas, podrá superarlas y alcanzar su meta
personal”-. Giuseppe Isgró C.
El Espiritismo, como ciencia integral del hombre, abre un
vasto panorama en la vía del Saber Universal.
¿Por qué? Es la doctrina que permite un conocimiento
profundo de Dios; del inmortal espíritu en los cuatro reinos
naturales: humano, animal, vegetal y
mineral; de la pluralidad de existencias, de los valores universales y
leyes cósmicas: reencarnación, ley del karma o compensación, justicia,
afinidad, etcétera; de la pluralidad de mundos habitados; de las facultades
espirituales del ser humano, -y los de los integrantes de los otros tres reinos
naturales, también-, como la intuición, la inspiración, el desdoblamiento, la
clarividencia y todas las demás, con una percepción precisa de las mismas y de
la mejor manera de llevar a cabo su desarrollo y uso consciente; de la
interrelación del mundo espiritual con el de la dimensión física, así como
otros aspectos inherente al conocimiento integral del ser humano, de la vida y
del Universo.
Nos encontramos en una época en que está por nacer una nueva
generación de pensadores, es decir, pensadores integrales, capaces de efectuar
una síntesis intelectual.
En este orden de ideas, el Espiritismo constituye no sólo la
contraparte de las Ciencias físicas, sino su complemento espiritual. Con ello
se forma un todo siguiendo un camino certero en pos de un objetivo o meta,
donde: CIENCIA + FILOSOFÍA + ESPIRITISMO + AMOR + ESTUDIO + ACCIÓN, es igual a
SABIDURÍA y PODER.
Hombres y mujeres de profunda sabiduría más que de erudición
requerimos para la transformación de la faz de la humanidad. El ser humano, con
un conocimiento más avanzado de la Ciencia Psico-Espiritual, podrá
transformarse, elevarse, vencer todos los obstáculos, adquirir la sabiduría y
alcanzar la expresión máxima como individuo creador y sabio, dando a la
sociedad un mejor aporte, el de ser un ente armónico consigo mismo y con la
humanidad. Es, también, un camino de
conexión con la Divinidad, para encontrar la propia fuente de poder.
Hablar de Espiritismo como ciencia integral significa el
imperativo de estudiar las ciencias, las filosofías y las artes todas, según la
predilección –o vocación- de cada quien, y a la luz del conocimiento espirita
realizar los múltiples objetivos científicos-filosóficos que sin un aporte
psico-espiritual sería imposible hacerlo. He ahí la misión del espirita.
Es preciso emanciparse de cualquier eventual estancamiento
temporal y poner en práctica el conocimiento espirita, fusionando, como ya fue
dicho: ciencia, filosofía, Espiritismo, amor, estudio y acción, en una síntesis
dinámica, poderosa, activa, renovadora, libre de toda limitación.
Con anterioridad, se solía esperar a que los científicos de
diversas especialidades llegaran al Espiritismo; las nuevas generaciones, desde
la actual, penetrará todos los campos del saber y de la actividad humana, y con
la LUZ ESPIRITA resolverá, sintetizará e iluminará el horizonte humano,
volviéndolo más esplendoroso y armónico.
Quizá parezca extraordinario pensar de esta manera, empero,
el Espiritismo posee el conocimiento suficiente para asumir el liderazgo de la
sociedad en todas sus vertientes, fusionando en una síntesis coherente todo el
conocimiento de la doctrina universal, para encauzar la evolución humana de una
manera efectiva y dinámica.
Es preciso demostrar la efectividad de nuestra ciencia –y
filosofía- espirita en todos los ámbitos de la sociedad.
Lógicamente, en primer lugar, debemos efectuar la
transformación de nosotros mismos como modelos dignos de emulación y
seguimiento, siendo mejores: ciudadanos, profesionales, padres de familia,
hijos, hermanos, estudiantes de la vida y del Universo, etcétera. Crezcamos y
avancemos al ritmo gigantesco de las ciencias –y de los valores, o filosofía
moral-, haciéndonos verdaderamente grandes y sabios, -sin dejar de ser
humildes- y la humanidad nos seguirá.
El Espiritismo busca: la emancipación del hombre, -y de la
mujer-, su educación científico-psico-espiritual, hacerle realmente libre,
fuerte y consciente de la realidad universal.
La doctrina espirita es la doctrina universal, cuyo
conocimiento precisa todo ser humano para conocerse a sí mismo, comprender el
universo en que vive y del que forma parte.
Se avanza hacia una ciencia psico-espiritual integral del
hombre, donde el Espiritismo es la guía certera y la fuente más profunda de
conocimiento en el planeta tierra. Las mentes más brillantes de los siglos XIX
y XX, -y del actual-, han sido y son, orgullosamente, estudiantes –o
investigadores- espiritas. Proyectemos la grandeza del Espiritismo por medio
del propio desarrollo. Realicemos la Gran Síntesis, dando el ejemplo que todos
emularán.
Es preciso respetar todos los grupos e ideologías, por
cuanto cada uno ha cumplido –y cumple- con un objetivo y ha prestado su
concurso, en un momento dado, a personas que se encontraban en determinados
niveles. Es necesario evitar la crítica a todo grupo, expresando un respeto
absoluto. Abriendo la ventana, entrará la luz y la oscuridad se evacuará por sí
sola. Es exponiendo los principios de la doctrina universal con una pedagogía
moderna, dinámica, edificando e iluminando, como se esclarece el horizonte
humano. Allan Kardec es un paradigma vigente que es preciso emular en cuanto al
método pedagógico.
El Espiritismo expone sus principios de sabiduría; no ataca
a nadie; respeta a todos los seres humanos. Educa y engrandece a todo aquel que
llama a sus puertas, que pide asistencia espiritual e iluminación y que con
sinceridad se avoca al estudio asiduo. Quien sinceramente busque en la Doctrina
Espirita satisfará sus anhelos de conocimientos e inquietudes, y encontrará la
respuesta a los grandes enigmas de la humanidad de acuerdo a su propio grado
evolutivo, sin límites de ninguna naturaleza.
Con esto claro en la mente, se habrá dado un paso importante
en la conquista de una humanidad mejor.
Las nuevas generaciones considerarán como sus iguales a
todas las personas de diferentes ideológicas -y grupos étnicos-; cuando hablan
con hermanos de otras corrientes filosóficas lo harán como hombres libres
pensadores, buscando lo que de grande hay en cada ser y no las diferencias que
existen en las doctrinas que cada quien profesa, lo cual es una cuestión
netamente personal, que es preciso respetar absolutamente y al mismo tiempo
exigir el recíproco respeto, siempre.
Buscando lo que les une y no lo que les separa se
contribuirá a fortalecer el intercambio enriquecedor, por cuanto todas las
corrientes de pensamiento conforman la Doctrina Universal y constituyen una
herencia cultural de todos. Es decir, todo el conocimiento acumulado por la
humanidad –y por el universo- nos pertenece y tenemos el derecho –y la
obligación- de estudiarlo, esté donde esté; lo tenga quien lo tenga. El ejemplo
será el mejor distintivo del científico psico-espiritual, es decir, del
espirita, única manera de estrechar los lazos de la fraternidad universal.
Marchamos hacia una nueva era de seres integrales, donde lo
que importa es el saber universal labrado a través de tantos milenios de
esfuerzos y superación constante.
Hagamos, pues, honor a nuestro título de espirita y demos el
primer y el más laudable ejemplo de esta nueva generación de seres integrales,
de esta nueva ciencia integral que es el Espiritismo, recordando siempre que:
CIENCIA + FILOSOFÍA + ESPIRITISMO +AMOR + ESTUDIO +ACCIÓN, es igual a SABIDURÍA
y PODER.
Tenemos el conocimiento y el poder. Tomemos las riendas del
liderazgo de la humanidad para conducirla a su verdadero destino de acuerdo con
los Planes trazados por el Creador Universal y al Pensum de estudios que dirigen los respectivos Regidores del
planeta tierra y de los que les seguirán después en el Universo en
constante expansión. Es preciso prestar el propio concurso comenzando, primero,
mejorándose cada quien a sí mismo, es decir, empecemos por ser dirigentes de
nosotros mismos tomando las riendas de la vida en nuestras propias manos.
Es preciso,
no obstante, centrar la atención más que a la propia denominación de Espíritas,
en los temas de estudio que conforman los intereses de toda la humanidad. En
fin de cuenta, lo que interesa a todos es conocer, y proyectar, el conocimiento
de la Verdad Universal, -valores universales, ciencias, filosofías, artes y
virtudes-, sea cual fuere la denominación que se adopte. El fin de ese
conocimiento es hacer más conscientes a todas las personas de su propia misión
en el planeta de turno, y del eterno camino de regreso a la fuente universal:
la Divinidad, en la continua expansión de la Creación, ad infinitum.
Lecturas recomendadas:
1. El libro de los Espíritus, y Génesis, por Allan Kardec.
2. Hechos que prueban….(la Reencarnación), por Amalia
Domingo Soler.
3. El Problema del Ser y del Destino, por León Denis.
4. Alfaqui Vademécum –El maestro va conmigo, por Joaquín
Trincado.
5. La Incógnita del Hombre, por Alex Carrel.
6. El Fedón, por Platón.
7. Los Ensayos, por Ralph Waldo Emerson
8. Los Cuatro Libros de Confucio.
9. La Odisea, Homero.
10. Los nueve libros de Historia, por Herodoto.
11. Las Vidas Paralelas, por Plutarco.
12. Veinte casos que prueban la reencarnación, por Ian
Stevenson.
13. Las fuerzas morales, por José Ingenieros.
14) El Sendero Secreto y La Crisis Espiritual del Hombre, por
Paul Brunton
15) El Quijote y Las Novelas Ejemplares, por Cervantes.
16) Autobiografía: Benjamín Franklín.
17) Las leyes del Éxito, y Piense y hágase rico, por
Napoleón Hill.
18) El poder de la voluntad, por William W Atkinson.
19) Autosugestión, por Paul C. Jagot
20) El organon del arte de curar, por Samuel Hanhemann