Capítulo XVIII
El Libro de los Espíritus
Allan Kardec
Versión castellana: Giuseppe Isgró C.
LEY DE TRABAJO
Necesidad del trabajo. Límite del trabajo. Descanso.
1.
La necesidad
del trabajo es una ley de la naturaleza?
-“El trabajo es una ley de la naturaleza por
constituir una necesidad y la civilización obliga al ser humano a trabajar más
para satisfacer sus crecientes necesidades y facilitarle el goce inherente a
sus frutos”-.
2.
Por trabajo se
debe entender únicamente lo relativo a las ocupaciones materiales?
-“No: el Espíritu trabaja al igual que el cuerpo.
Trabajo es cualquier ocupación útil”-.
3.
Por qué fue
impuesto al ser humano el trabajo?
-“Porque es una consecuencia de su naturaleza
corpórea: sirve para la depuración, y al mismo tiempo es un medio para
perfeccionar su inteligencia. Sin él, el ser humano quedaría en la infancia
intelectual: es necesario, por lo tanto, que él provea su nutrición, seguridad
y bienestar por su propio trabajo y actividades conexas. A quien es menos
fuerte físicamente, Dios le ha otorgado, en compensación, la fuerza del
intelecto; pero, también la actividad mental es un trabajo”-.
4.
Por qué,
entonces, los animales no trabajan, y a sus necesidades provee la naturaleza?
-“Todo trabaja en la naturaleza. Los animales trabajan
al igual que vosotros; pero su trabajo, como la inteligencia, se limita a su
propia conservación: los niveles de progreso, en cada uno, se rigen por
características propias. En el ser humano, el trabajo tiene una doble
finalidad: además de la conservación del cuerpo, se lleva a cabo el desarrollo
de su pensamiento, que constituye en sí, también, una necesidad. En los
animales, su trabajo se limita a su conservación, empero, sin ellos saberlo,
mientras proveen a sus necesidades materiales, secundan, también, los designios
del Creador, y su trabajo concurre en no menor grado que el vuestro al objetivo
final de la naturaleza, si bien, con frecuencia, el resultado precisa su tiempo
para que os sea evidente”-.
5.
Está sujeto, el ser humano, a la misma
necesidad de trabajo también en los mundos más desarrollados que el nuestro?
-“La calidad del trabajo es relativa a la de las
necesidades: en donde éstas son menos materiales, lo es, también, menos
material, el trabajo. Pero, no vayáis a creer, por esto, de que el ser humano
quede inerte y sin utilidad: el ocio sería un suplicio más que un premio”-.
6.
El ser humano
que tiene bienes de fortuna suficientes para asegurarse la subsistencia, -se
encuentra exonerado de la ley del
trabajo?
-“Podría estarlo por la del trabajo material, pero no
de la obligación de rendirse útil según sus propias fuerzas y de
perfeccionarse, dando, al mismo tiempo, su aporte al perfeccionamiento de los
demás. Esto también es trabajo. Si el ser humano al cual Dios –por la ley cósmica y como salario cósmico-
ha permitido el acceso a bienes de fortuna que les sean suficientes para
asegurarse la subsistencia, no se encuentra precisado para realizar trabajo
físico alguno, está tanto más obligado a emplearse en beneficio de sus
semejantes, por cuanto su cómoda posición le proporciona mayor posibilidad de
hacer el bien”-.
7.
Existen seres
humanos cuya ineptitud para cualquier tipo de trabajo le rinda inútil la propia
existencia?
-“Dios, en su justicia, no condena sino a quien vegeta
en voluntaria inutilidad, por cuanto vive a costo del trabajo ajeno. Pero, Él
quiere que cada ser se rinda útil en proporción de las propias fuerzas”-. (Ver
Nº 643).
8.
La ley de la naturaleza impone a los hijos la
obligación de trabajar por sus padres?
-“De la misma manera como impone a los padres la
obligación de trabajar por los hijos. Dios ha hecho que el amor filial y el
amor paterno fuesen sentimientos naturales, para que, por el afecto recíproco,
los miembros de una misma familia sintiesen el anhelo de ayudarse
recíprocamente; empero, esta ley de recíproca ayuda precisa ser atendida con
mayor atención por vuestra sociedad”-.
LÍMITES DEL TRABAJO. DESCANSO.
9.
El descanso,
que es una necesidad después del trabajo, es, también, una ley de la
naturaleza?
-“Sin duda alguna: sirve para resarcir las fuerzas del
cuerpo, y es, también, necesario a la mente para que tenga el tiempo para
instruirse, y, así, poderse elevar por encima de la materia”-.
10.
Cuáles son los
límites del trabajo?
-“Los de las propias fuerzas: del resto, Dios deja al
ser humano en libertad”-.
11.
Cómo es
juzgado quien abusa de su propia autoridad para imponer a sus dependientes un
exceso de trabajo?
-“Es una acción indebida. Quienquiera que tenga la
autoridad de dirigir, es responsable del exceso de trabajo impuesto a sus
cooperadores, por cuanto, este procedimiento transgrede la ley de Dios”-. (Ver
Nº 273).
12.
Tiene, el ser
humano, derecho al descanso, a una determinada edad?
-“Sí, por cuanto la obligación del trabajo es relativo
a las propias fuerzas”-.
A quién corresponde de asistir a la persona de edad
avanzada, que requiere trabajar para vivir, pero que no puede hacerlo?
-“El fuerte debe trabajar para el que precisa de
fuerzas; la sociedad debe constituir la familia para quien carezca de ella:
esta es la ley de la bondad”-.
No es
suficiente decir al ser humano que debe trabajar; es necesario que quien se
gana su sustento con el propio trabajo encuentre la manera de realizarlo.
Cuando el trabajo escasea, en forma generalizada, esta situación se convierte
en un flagelo para la sociedad, -propiciando la carencia de bienes y servicios,
o el poder adquisitivo para adquirirlos-. La ciencia económica va buscando la
solución para crear el equilibrio entre la producción y el consumo; pero este
equilibrio, aunque se admita como posible, tendrá siempre determinadas
intermitencias, y en los intervalos de estos ciclos económicos
–recesión-contracción-recuperación-expansión- el trabajador precisa
sustentarse. Existe un elemento que requiere ser tomado más en cuenta en el
balance, sin el cual, la ciencia económica no sería más que una simple teoría:
la educación; no solamente la educación
intelectual, sino la moral, y no tanto la educación moral teórica, sino aquella
que consiste en el arte de formar los caracteres, la que forja las costumbres
de los pueblos, por cuanto la educación es el conjunto de los hábitos
adquiridos. Cuando se piensa a la masa de individuos que, cada día, se
introducen en el torrente de la población, sin principios, sin freno, y
abandonados a sus instintos, deben sorprendernos las lamentables consecuencias
que se derivan de ello? Cuando este arte sea reconocido, comprendido y
practicado, el ser humano adoptará, en la sociedad, costumbres ordenadas y de
prudente previsión para sí y para los suyos, así como de respeto para todo lo
que es respetable, hábitos que les permitirán superar exitosamente los
inevitables días de adversidad. El orden y la previsión son dos virtudes que
únicamente la educación bien entendida puede robustecer: este es el punto de
partida, el elemento real del bienestar, la garantía de la seguridad general.