sábado, 20 de agosto de 2011

LA REENCARNACIÓN: Preludio de la Reencarnación. Unión del Espíritu con el Cuerpo. Facultades morales e intelectuales del Ser Humano. Influencia del Organismo. Idiotez y Locura. Infancia. Simpatías y Antipatías terrenas. Olvido del Pasado.


Capítulo XI

LA REENCARNACIÓN


Preludio de la Reencarnación. Unión del Espíritu con el Cuerpo. Facultades morales e intelectuales del Ser Humano. Influencia del Organismo. Idiotez y Locura. Infancia.  Simpatías y Antipatías terrenas. Olvido del Pasado.

PRELUDIO DE LA REENCARNACIÓN

1. Conocen los Espíritus la época en que reencarnarán?
“Lo presienten, como el invidente siente el fuego, al cual se acerca. Saben que deben retomar un cuerpo, al igual que vosotros sabéis que un día debéis desencarnar, empero sin conocer cuando eso ocurrirá”-.
Entonces, la reencarnación es una necesidad de la vida espiritual, como lo es la desencarnación de la vida en la dimensión física?
-“Así es”-.
COMENTARIO EXEGÉTICO GIC: Realmente, salvo casos particulares y hasta determinado nivel evolutivo, en línea general, el Espíritu hasta cierto momento no puede conocer en forma exacta la fecha en que le tocará efectuar su siguiente reencarnación, por cuanto, deberá coordinar, con antelación, y con las personas involucradas, los detalles inherentes, lo cual puede precisar su tiempo hacerlo.
• Empero, una vez realizada la programación de objetivos para el siguiente ciclo de vida, bajo el asesoramiento de los propios guías y protectores espirituales, y de los Regidores cósmicos, del mundo de que se trate, el Espíritu conoce con antelación la fecha en que deberá reencarnar, salvo los eventuales ajustes de última hora. Esto es debido a que, el mismo Espíritu, haciendo uso de su libre albedrío, con las limitantes del propio karma y las interrelaciones de las personas involucradas, tiene una parte activa en la elección de las pruebas y de los detalles respectivos.
• Una vez efectuado el plan, el Espíritu, al igual que todos aquellos que se les interrelacionan, conoce los detalles generales.
• Podría haber casos en que los guías y protectores sugieran determinados planes los cuales son aceptados por los Espíritus involucrados, por la confianza que les tienen.
• Aún, en otros casos, los compromisos kármicos son de tal magnitud que la autonomía queda temporalmente inhibida, sin margen de elección, salvo que por el correspondiente orden prioritario en que las deudas kármicas deben ser liberadas.
2. Se ocupan todos los Espíritus de su reencarnación?
-“Existen Algunos que no piensan en ello, mientras otros no la comprenden: depende de su propia naturaleza espiritual más o menos elevada. Para algunos esa incertidumbre del propio porvenir constituye un castigo”-.
3. Puede el Espíritu acelerar, o retardar, el momento de su reencarnación?
-“Puede acelerarlo con el deseo, y puede retardarlo retrocediendo frente a la prueba que precisa asumir, por cuanto, también entre los Espíritus los hay viles y cobardes; empero, de esta cobardía y vileza paga las consecuencias, por cuanto sufre al igual que aquel que rechaza la medicina que le puede curar”.
4. Si un Espíritu se encontrase desarrollado en determinado grado medio de progreso, en la dimensión espiritual, y dejare de experimentar la necesidad de ascender a un nivel más elevado, podría, él, prolongar aquel estado indefinidamente?
“Indefinidamente no, por cuanto tarde o temprano cada Espíritu siente la necesidad de elevarse. Todos deben progresar: este es su destino”.
5. La unión de un Espíritu con un cuerpo está predestinada, o es, en cambio, fortuita?
-“El mismo Espíritu, elegida la prueba que desea asumir, efectúa la solicitud para encarnarse”.
COMENTARIO EXEGÉTICO G.I.C.: Los Espíritus, en la época previa a la reencarnación, piden a la Ley de Afinidad, que le presente un balance de todas sus acreencias y deudas que precisan compensación, y la inminencia prioritaria de las mismas, en base al cual, organizan el plan del nuevo ciclo de vida, basado en las prioridades emergentes, en el cual se involucran todos los seres inherentes, en combinación con la obra colectiva –de estos seres- con el conjunto de la zona en la cual habrán de reencarnar- y a los planes cósmicos y a la cuota de obra colectiva del planeta y al pensum de estudio correspondiente a ese período en el planeta. Los Representantes de la Justicia Divina, en el Planeta Tierra, son los que aprueban el nuevo ciclo de vida, con los respectivos ajustes que el plan de vida presentado precise.
6. El Espíritu, tiene la facultad de elegir, también, el cuerpo en el cual reencarnará, o solamente el género de vida que deberá servirle de prueba?
-“Lo uno y lo otro, por cuanto las imperfecciones del cuerpo constituyen medios para progresar, cuando se vencen los obstáculos que se presentan”.
Podría un Espíritu, en el último momento, renunciar de reencarnar en el cuerpo ya elegido por él?
-“Sí, empero, habría de sufrir mucho más de otro que no hubiese tentado prueba alguna. La elección, empero, no depende siempre de él, si bien le esté permitido solicitarla”.
7. -Podría ocurrir que un feto en condiciones de nacer no encuentre un Espíritu que quisiese nacer en él?
“El feto, en el cual debe reencarnar, está siempre predestinado a albergar un Espíritu: nada es creado sin razón”.
COMENTARIO EXEGÉTICO G.I.C.: Es preciso tener en cuenta de que la unión del Espíritu con el cuerpo ocurre en el mismo instante en que el nuevo ser es engendrado por el hombre y concebido por la mujer. En la lucha de los millones de espermatozoides por fecundar al óvulo, el que gana la batalla es aquel al que el Espíritu une su alma, -periespíritu o hilo de plata-. Es decir, el acto de la reencarnación se efectúa en el mismo instante de la concepción del nuevo ser, por lo cual, el Espíritu ya se encuentra encarnado en el feto en formación, desde el inicio de la gestación.
8. La unión de un Espíritu con un determinado cuerpo puede ser impuesta por Dios?
-“Sí, al igual que pueden ser impuestas las diversas pruebas, especialmente cuando el Espíritu todavía no ha desarrollado la aptitud para elegir con conocimiento de causa. Por expiación, el Espíritu puede ser obligado a un ciclo de vida cuyas experiencias constituirán a la vez el castigo, la prueba y el medio de aprendizaje de la lección que precisa”.
9. Si ocurriese que para animar un mismo cuerpo que está por formarse se presentarán varios Espíritus, quién sería el que reencarnaría entre ellos?
-“Muchos podrían solicitarlo: en tal caso es Dios quien juzga al más apto para desempeñar la misión; empero, como ya hemos dicho, el Espíritu ha sido elegido antes de su unión con el cuerpo”-.
COMENTARIO EXEGÉTICO GIC: Podríamos decir que, si no hubiese un Espíritu con una existencia previamente programada, para nacer en un determinado momento, en cuyo acto de ser engendrado por el padre uniese su alma al espermatozoide que habrá de fecundar al óvulo, tal concepción por la madre dejaría de realizarse, pese a la realización del acto sexual. Esto se demuestra por la razón de que, si no hay un Espíritu que anime al cuerpo, y no lo habrá si éste no une su hilo de plata con el espermatozoide que habrá de fecundar al óvulo, ese nuevo ser dejará de ser concebido y, por ende, formado.
• Se podría complementar, diciendo: Si por la razón que fuere, un espermatozoide al cual no estuviese unido un Espíritu por medio de su alma, o hilo de plata, llegare a fecundar un óvulo, el feto en formación no alcanzaría a tener vida. Empero, cumpliéndose la premisa de que no se ha efectuado la mencionada unión del Espíritu por medio de su alma al espermatozoide, tampoco debería verificarse la concepción del nuevo ser, y si esta se verifica, es porque, aunque haya sido por breve tiempo, se realizó la unión antes citada.
• Henry Still, señala, a tales efectos: -“Un óvulo sin fecundar, al abandonar el ovario está lleno de materiales estructurales y centenares de enzimas para dirigir la construcción de un nuevo ser humano a partir de una diminuta burbuja de protoplasma. Sin embargo, las enzimas están bloqueadas hasta que el óvulo es fecundado. Entonces, y sólo entonces, empiezan ciertas cientos de reacciones y cada célula empieza a crecer y a dividirse. Antes de que suceda esto, en el escenario infinitesimal se representa un drama todavía más antiguo de agresión macho-hembra y de resistencia. El óvulo sin fertilizar está protegido por una fuerte capa de células unidas entre sí por medio de una sustancia llamada ácido hialurónico (la dama tiene su puerta cerrada). Los espermatozoos que lo cortejan ya están debilitados y cansados de haber nadado a contracorriente en el canal vaginal y en el útero, donde espera el recatado óvulo. Millones de espermatozoos han suspendido ya la lucha, pero los más fuertes llegan y la dama no aceptará a otro. Cuando un espermatozoo llega a la concha cerrada, lleva un arma secreta, la enzima hialuronidasa, específicamente diseñada para romper la barrera y permitirle la entrada. Pero ahora, la naturaleza que planeó este juego de la vida como un cuento de hada de un príncipe y una princesa, pone otro obstáculo en el camino para probar su fuerza y perseverancia: en la pared el espermatozoo descubre que no tiene suficiente enzima para atravesar solo, pero quedan otros refuerzos; nuestro príncipe espermatozoo no se encuentra solo ante la muralla del castillo, otros príncipes han sobrevivido al cortejo final de la dama; hay quizá miles ante la gruesa barricada. Entonces, el más fuerte toma enzimas de sus rivales, penetra en la pared y obtiene en matrimonio la mano de la dama. Es de suponer que viven felices después, en los millones de millones de células de un nuevo ser. No se sabe exactamente –aún- como toma las enzimas de sus rivales, pero sirve para explicar por qué la naturaleza parece desperdiciar millones de espermatozoos para lograr la fecundación de un solo óvulo. Una escasez de esta enzima quizá sea la razón de la esterilidad”.
• En la escasez de esa enzima podría residir el secreto de porqué no existe fecundación del óvulo cuando no hay un Espíritu que una su alma al espermatozoide que va a complementar el proceso del engendramiento del nuevo ser. Al no haber un espermatozoide dinamizado con la inteligencia directriz del Espíritu que oriente el proceso de la fecundación y que utilice las enzimas de los espermatozoides coadyuvantes, ninguno de ellos, sin la dirección del Espíritu por encarnar, es capaz, por sí solo, de dirigir el proceso.
10. La encarnación es acompañada por alguna turbación similar a la de la desencarnación?
-“Por una mucho mayor y de más larga duración. Con la desencarnación el Espíritu sale de las pruebas de la dimensión física; con el nacimiento, vuelve a entrar en ellas”.
11. El instante en el cual se encarna, es solemne para el Espíritu? Cumple él este acto como algo de gran importancia?
-“Al igual que un viajero que se embarca para una travesía peligrosa y desconoce los riesgos que va a afrontar”.
El viajero que se embarca, conoce a cuales peligros se expone, pero ignora si naufragará; de esta manera, el Espíritu: conoce el género de pruebas a las cuales se enfrentará, pero ignora si las superará en forma total o parcialmente, o si sucumbirá frente a ellas.
Al igual que para el Espíritu la desencarnación es una especie de renacimiento, la reencarnación es una especie de desencarnación, o más bien un exilio. El deja la dimensión espiritual por la física, al igual que el ser humano deja el mundo corpóreo por el espiritual. El Espíritu sabe que debe reencarnar, al igual que el ser humano está consciente de que debe desencarnar, en su oportunidad; empero, paralelamente, sólo en el último momento adquiere conciencia, es decir, cuando el tiempo preciso llega, En aquel instante supremo es invadido por una sensación de turbación, al igual que en el acto de la desencarnación, y esta turbación –o emoción- perdura hasta que la nueva existencia haya comenzado. El acercamiento de la reencarnación crea en el Espíritu una especie de aprensión.
COMENTARIO EXEGÉTICO GIC: Sin duda alguna, es un acto solemne, el de la reencarnación, por cuanto, ha sido elegido por el Espíritu a punto de iniciar un ciclo de vida y ha sido aprobado por los Regidores de los destinos del Planeta Tierra, los representantes de la Justicia Divina, por los guías y protectores del Espíritu que ha de tomar materia, por los de sus padres y por otros seres afines que les acompañan al igual que se hace con un ser querido o amigo o amiga que emprende un viaje, para desearle una feliz llegada y exitoso regreso. La solemnidad del acto está representada por el registro cósmico del engendramiento del nuevo ser y las respectivas pruebas, compensaciones y objetivos de aprendizaje que habrá de cumplir durante el ciclo de vida por iniciar, con carácter de obligación asumida y que constituyen un gravamen existencial, para ese ciclo de vida, que habrá de liberar, en forma total o en parte, al final del plazo concedido a tales efectos.
Es un acto importante en la vida del Espíritu y para todos los seres involucrados, al igual que cuando se emprende la compra de una casa con un crédito hipotecario, que va acompañado de la emoción de la nueva adquisición y por la aprehensión del compromiso que adquiere, el cual deberá cumplir empleándose a fondo y no descansará tranquilo hasta haber satisfecho, felizmente, la obligación asumida.
Es la emoción frente al reto y la confianza de que lo superará con éxito. Se puede experimentar, también, la incertidumbre del resultado final de la acción que emprende en los casos de Espíritus que precisan de alcanzar mayor nivel evolutivo. Sin duda alguna, ocurre igual que en la vida, cuando se deben afrontar situaciones pocos fáciles, antes de afrontarlas se ven menos fáciles de lo que realmente son, hasta que se les afronta cara a cara, instante en que emergen del interior las fuerzas suficientes para resolverlas y/o superarlas exitosamente.
12. La incertidumbre del Espíritu sobre el éxito de las pruebas que habrá de afrontar en la vida, le causa ansiedad antes de encarnarse?
-“Mucha ansiedad, por cuanto las pruebas de la nueva existencia acelerarán, o retardarán, el progreso, según las haya superado bien o no”-.
13. En su reencarnación, el Espíritu es acompañado por Espíritus amigos, que le asisten en su partida de la dimensión espiritual, al igual que van a recibirle a su regreso?
-“Esto sucede si el habita en las esferas en las cuales reina el afecto. Entonces, los Espíritus que le aman, lo acompañan hasta el último momento, le alientan, y frecuentemente le siguen, también, en la vida”-.
14. Son, quizá, estos Espíritus quienes alguna vez se nos presentan en el sueño debajo de rostros desconocidos, pero demostrándonos gran afección?
–“Frecuentemente son aquellos que vienen a encontrarnos al igual que lo hacéis vosotros en análogas circunstancias.
UNIÓN DEL ESPÍRITU CON EL CUERPO
15. Cuándo ocurre la unión del Espíritu con el cuerpo?
-“Ella comienza en el momento la concepción, pero no es perfecta sino en el momento del nacimiento. Desde el instante de la concepción, el Espíritu que habitará en aquel cuerpo es unido por un cordón fluídico, el cual se va fortaleciendo cada vez más hasta que el niño ve la luz. El grito que entonces lanza el neonato anuncia que él hace parte, ya, de los vivientes y de los servidores de Dios”-.
16. La unión del Espíritu con el cuerpo es indisoluble desde el momento de la concepción? Durante el período de la gestación podría, el Espíritu, renunciar a encarnarse en aquel cuerpo?
-“La unión es indisoluble en el sentido que ningún otro Espíritu podría sustituir al designado. Debido, pero, a que los ligámenes de esta unión son muy débiles, pueden ser fácilmente rotos, también por voluntad del mismo Espíritu, quien podría retroceder frente a la prueba que ha elegido: entonces el neonato cesa de vivir”-.
17. “Qué hace el Espíritu, si el cuerpo en que se encarnó cesa de vivir antes de nacer?
-“Elige otro”-.
Cuál es la utilidad de estas desencarnaciones prematuras?
-“Generalmente, ninguna, por cuanto son determinadas por las imperfecciones de la materia”-.
18. Qué ventaja puede proporcionar a un Espíritu una desencarnación a los pocos días de nacido?
19. –“Poca o ninguna, por cuanto, no teniendo él, todavía, conciencia de la vida, la importancia de la desencarnación es casi nula para él; mientras, como ya os hemos dicho, ésta es una prueba para los progenitores”-.
20. Conoce el Espíritu, precedentemente, que el cuerpo que elige no tiene probabilidad de vida?
-“Alguna vez sí; pero si lo elige por esta razón, quiere decir que forma parte de la prueba”-.
21. Cuando, por cualquier motivo falla al Espíritu el medio de encarnarse, él lo resuelve enseguida, eligiendo otro cuerpo en formación?
-“No enseguida, salvo que la reencarnación instantánea se haya efectuado por efecto de una previsora determinación previa”-.
22. Ocurre, alguna vez, que después de la unión indisoluble con su nuevo cuerpo, el Espíritu se lamente de la elección que ha hecho?
-“Que, como persona, se lamente de la vida que hace, y la desee diferente, sí; pero que, como Espíritu, se arrepienta de su elección, no, por cuanto él, al encarnarse, deja de tener conciencia. Puede, en cambio, encontrar muy grave el peso de su existencia: y, entonces, creyéndolo suprior a sus propias fuerzas, el desventurado recurre a la auto-desencarnación”-.
23. En el intervalo que pasa entre la concepción y el nacimiento, goza el Espíritu de todas sus facultades?
-“Más o menos, según el tiempo, por cuanto él no se encuentra todavía encarnado, sino solamente unido al cuerpo. En el acto de la concepción, el Espíritu experimenta un estado de turbación que lo enfrenta con el inicio de una nueva existencia y esta turbación va creciendo hasta el nacimiento, en cuyo intervalo el estado del Espíritu es el de un encarnado durante el sueño del cuerpo. En la medida en que se acerca el momento del nacimiento, experimenta un estado de circunscripción en las ideas, borrándose la memoria del pasado, del cual, en cuanto nazca a la vida corpórea, deja de tener conciencia, empero, la va recuperando poco a poco una vez de regreso a la dimensión espiritual”-.
24. Dado que la unión del Espíritu con el cuerpo no es realmente cumplida sino después del nacimiento del nuevo ser, el feto debe considerarse como animado, o no?
-“El Espíritu, que deberá animarlo, existe fuera del cuerpo, de modo que, en sentido estricto, el Espíritu, aún, no ha tomado el control del mismo, pero, dado que la reencarnación está por completarse en el acto del nacimiento, el feto está ya ligado a aquel Espíritu que hará de animarle”-.
COMENTARIO EXEGÉTICO GIC: El Espíritu se encuentra fuera del cuerpo, emancipado, al igual en que lo hace en desdoblamiento, durante el sueño, en que los sentidos físicos se encuentran adormecidos. Dado que el feto se encuentra en un proceso de formación y desarrollo, que estará concluido en el acto del alumbramiento, el cual no precisa una interacción del Espíritu con el medio ambiente, por residir en el seno materno, que le protege del mismo, y los sentidos físicos mantienen un estado latente, pero sensibles a las percepciones del entorno, en forma integral: físico-espiritual. el Espíritu, si bien ligado, ya al cuerpo, por la unión del alma al espermatozoide que fecundo al óvulo, y propició la concepción del nuevo ser, se encuentra en un estado de emancipación permanente del cuerpo, similar al desdoblamiento, por la elasticidad del alma. Esa unión del Espíritu con el cuerpo, a los fines de tomar pleno control del mismo, se producirá en el acto del nacimiento, y los lazos que les vinculan serán muy flexibles en los primeros cuatro cinco años de existencia, consolidándose, en forma más estrecha hacia los siete años de edad. Esta es la razón por la cual los niños tienen percepciones claras de existencias anteriores, en los primeros años de vida, por la flexibilidad de los lazos que unen al Espíritu con el cuerpo. Si los niños pudiesen hablar con claridad durante los primeros dos años de existencias, nos asombrarían recordando, con claridad, los pormenores de sus anteriores encarnaciones. Pero, la naturaleza, muy sabiamente, ha interpuesto un velo para proteger ese pasado y evitar los traumas inherentes que tal conocimiento pudiese ocasionar en las partes involucradas.
25. Cómo se explica la vida uterina?
-“Como la de la planta, que vegeta. El feto vive la vida animal. El ser humano tiene en sí la vida animal y la vida vegetativa, las cuales luego se completan, al nacimiento, con la vida espiritual”-.
26. La ciencia enseña que frecuentemente son concebidos algunos fetos que ya en el seno de la madre no son vitales: -es verdad? De ser cierto, -con cual finalidad?
-“Es verdad, y Dios lo permite como prueba tanto para los padres cuanto para el Espíritu, que tendría que encarnar”-.
27. Entre los niños nacidos sin vida, -existen algunos que no eran destinados a la encarnación de un Espíritu?
-“Sí, los hay que no estaban destinados a la encarnación del Espíritu, y en este caso la ausencia de vida es una prueba para los padres”-.
COMENTARIO EXEGÉTICO GIC: Debe partirse de la base que, para que se forme un feto, debe existir el engendramiento y la concepción del nuevo ser, en cuyo mismo instante, el Espíritu une su alma: -peri-espíritu o hilo de plata- al espermatozoide que habrá de fecundar el óvulo. Luego, por las razones que sean, de índole espirituales o kármicas, el Espíritu vuelve a desligar su alma del cuerpo, liberando al Espíritu de la unión previamente realizada, es decir, es un acto de desencarnación a nivel fetal, previo al nacimiento, razón por la cual, el feto nace sin vida, pero, la tuvo durante “x” período de tiempo de la gestación.
28. Qué significa el aborto para el Espíritu?
-“Una existencia nula, que debe ser reiniciada”-.
29. El aborto provocado es un delito en cada fase de la gestación?
-“Siempre, por cuanto viola la ley de Dios que impide que un Espíritu asuma las pruebas de las cuales el cuerpo debía ser el instrumento”-.
COMENTARIO EXEGÉTICO GIC: La vida humana es el bien jurídico por excelencia. Su protección está garantizada por la Ley Cósmica, y por la Legislación Jurídica Universal, desde el nacimiento hasta su tránsito final o desencarnación del ser humano.
El eminente jurista Francesco Carrara, denomina al aborto como Feticidio. Constituye la muerte inferida al feto, provocando la desencarnación del Espíritu, en el nuevo ser en gestación. Se habla de interrupción provocada y antijurídica del embarazo para tipificar el delito de aborto, el cual puede ser doloso, culposo o preterintencional.
Se denomina aborto el que acontece cuando el feto, desde el momento de la concepción hasta el momento del nacimiento, en el parto, se le interrumpe, por cualquier medio, su proceso vital, -o vida-, antes de haber sido separado de la madre mediante el corte del cordón umbilical y haber comenzado a respirar. Si dicha interrupción acontece después de comenzar a respirar, se habla de infanticidio.
La Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, aprobada en la Novena Conferencia Internacional Americana, en Bogotá, Colombia, el 02 de mayo de 1948, establece, en su artículo 4, párrafo 1, que, el derecho a la vida: “estará garantizado por la ley, a partir del momento de la concepción. En el artículo primero establece un concepto de “ser humano”, más amplio que el de persona, afirmando que “todo ser humano tiene derecho a la vida”. El precepto de que “la vida se protege desde la concepción”, contempla las excepciones legítimas como el aborto terapéutico, para salvar la vida de la madre.
Para que exista el delito de aborto deben concurrir cuatro requisitos previos: 1) Es preciso que exista un embarazo. 2) Interrupción del proceso del embarazo, con destrucción del feto o producto de la concepción. 3) Empleo del medio idóneo para provocar el aborto. Y, 4) Acción dolosa por parte del agente, es decir, debe existir una intención previa de lograr tal resultado.
Consecuencias morales del aborto: Son infinitamente superiores a las que, equivocadamente, el sujeto activo, es decir, la madre embarazada, se propone evitar con la práctica del aborto.
Ningún efecto, de la índole que sea, justifica el aborto, por cuanto, es un atentado a la vida del nuevo ser en gestación, el cual está dotado de vida desde el momento mismo de la concepción.
La vida de un ser humano está por encima de los designios humanos: obedece a un plan cósmico-existencial, que determina que, en un momento dado, se conjuguen las condiciones propicias para gestar el nuevo ser de acuerdo a los planes cósmicos del Creador Universal.
La vida en gestación, además del concurso físico de los progenitores, que dan su aporte material, tiene un elemento adicional, espiritual, ente inteligente que, por alguna razón cósmica, debe nacer de tales padres, a quienes él, -o los designios cósmicos han designados a tales efectos, bien sea por factores kármicos, compensatorios, afinidad, amor u otra índole, al frustrar ese intento existencial previsto con el nuevo ser en gestación, se está impidiendo que el orden universal manifieste la creación de una vida que está por encima del ser humano. Esta vida, tiene una misión implícita, que, además, por alguna razón cósmica, los nuevos padres están obligados en traer al mundo, caso contrario la misma no se habría gestado. Es importante destacar que, el nuevo ser en gestación, por la ley cósmica, trae su propia provisión en abundancia y felicidad para los nuevos padres, los cuales, se privarían de dicho beneficio al interrumpir el proceso del nuevo ser, además de las responsabilidades inherentes por las cuales tendrían que responder.
El incumplimiento con el deber de dar vida al nuevo ser, altera el funcionamiento psíquico de los padres incumplidores, quienes comienzan a experimentar una serie de sentimientos varios, desde el de culpabilidad, cuyo remordimiento de conciencia jamás volverá a dejarlos tranquilos hasta que vuelvan a darle vida a dicho ser, en un nuevo embarazo.
Cuando tal cosa acontezca, quedará, a los padres, la sensación de remordimiento que le hará pensar: -“Cómo sería, ahora, aquél ser de no haber provocado el aborto?”, y tantas otras inquietudes que se infiltrarán en la mente, una y otra vez, hasta que las personas involucradas purguen la expiación de su falta, y aún así, siempre será, de alguna manera, irreparable.
La vida humana requiere respeto, cuido y cumplimiento del propio deber.
Si la vida ha brindado la oportunidad de gestar, por la vía que sea, un nuevo ser, por medio de cada uno, es porque aquella vida debía venir, caso contrario, no habría habido concepción.
Este solo hecho debe ser motivo suficiente para dar fortaleza para superar cualquier prueba que se deba enfrentar.
Piénsese en lo que puede llegar a ser el nuevo ser, la felicidad futura que aportará a sus padres, familiares y a la humanidad. El ser que nace no pertenece a los padres, es un depósito divino que el Creador Universal consigna para su gestación, cuido, educación, etcétera. Oportunamente, dará la compensación debida, por cuanto, con la creación de la nueva vida, se está contribuyendo a perpetuar la especie humana y a pagar la deuda que se tiene, porque alguien ha gestado la propia vida, la ha cuidado y contribuido a su desarrollo. Es el pago de la propia vida, dando otras vidas como canal creador físico, ya que la vida espiritual existe por encima de cada uno.
Por ningún motivo se debería permitir el aborto, excepto el terapéutico, para salvar la vida de la madre.
Los padres que inducen a sus hijas a practicar el recurso del aborto, como medio de evadir la deshonra, adquieren otra de mayor gravedad, por cuanto, dar vida a un nuevo ser siempre es loable; mientras que, el aborto, siempre es un crimen, sobre el cual jamás se podrá construir la felicidad futura de nadie y cuyas consecuencias morales, en el supuesto de que se lograran evadir las legales, son de tal índole, que, por todos los medios posibles, se recomienda evitar.
El riesgo del aborto es múltiple:
A) En primer lugar, el legal. Sufrir una penalidad legal por el delito de aborto, es mucho más grave que la vergüenza que se pudiera pasar por la supuesta deshonra de un hijo fuera del matrimonio, entre otras cosas de escasa trascendencia.
B) El riesgo de la mujer que aborta, en cuanto a su salud, fecundidad futura o peligro de esterilidad; no vale la pena correrlo.
C) Las consecuencias morales, de múltiples y variadas manifestaciones, crean traumas psicológicos que determinan un elevado handicap para la felicidad futura, tal como fue expuesto precedentemente.
D) El Derecho Divino cuyo precepto es la conservación de la vida, nadie lo puede ni debe violar, por cuanto, la sanción divina, -o acción coactiva de la ley cósmica-, no puede ser burlada. El “ojo que todo lo ve”, registra el hecho punible, e instantáneamente aplica la sanción moral-espiritual. Quienes incurren en el delito del aborto, de alguna manera sufrirán un castigo o penalidad de índole intangible pero de consecuencias seguras, como por ejemplo: remordimiento de conciencia, arrepentimiento, angustia, trastornos psico-espirituales, inestabilidad emocional, llorar sin motivos, sentimiento de reclamo del ente espiritual objeto del aborto, cuya voz sienten muchas mujeres que lo practicaron, y tantas otras sensaciones que no se ven pero que se sienten, que bien vale la pena evitar.
E) En fin de cuenta, hay que conservar la vida en gestación, por cuanto, la única manera de ser feliz es asumiendo la responsabilidad de los propios actos. Y, abriendo la puerta a la vida, al nuevo ser, se abrirá, simultáneamente, la puerta de la felicidad para cada uno. La bendición y la provisión divina que, con cada ser, vienen aparejadas. Por el amor de Dios, protejamos a los nuevos seres……, que cada día corren el peligro del aborto. Hay que divulgar el mensaje. Las Legislaciones mundiales protegen, y deben hacerlo siempre, a los nuevos seres en gestación. Inclusive, la Legislación debe normar la prohibición de que las mujeres puedan inhabilitar algunos órganos coadyuvantes a la reproducción, como cortar las trompas, etcétera, que conlleva al incumplimiento de dar las vidas que se puedan deber, cuyas consecuencias antes descritas, las experimentarán en igual grado, las personas involucradas.
30. En el caso en el cual la vida de la madre corriese peligro durante el proceso del parto, es un delito sacrificar el niño para salvar a la madre?
-“No, es mejor sacrificar el ser “que aún no existe”, al ser que ya existe”-.
COMENTARIO EXEGÉTICO GIC: Las diversas legislaciones jurídicas en el mundo sostienen este punto de vista. Estando bien la madre, el ser que iba a nacer, podrá volver a iniciar el nuevo proceso de encarnación en un futuro cercano, como en efectos suele ocurrir, tal como se observa en la practica, al ser frustrado el nacimiento de un niño, por las causas que fueren, se observa como al poco tiempo, la madre vuelve a quedar embarazada y oportunamente nace el nuevo ser. Qué razones espirituales han determinado la frustración del nacimiento anterior, además de las eventuales de orden físico? Muchas veces, algunas alteraciones en los planes espirituales del Espíritu por nacer y de aquellos seres que de una u otra manera les son inherentes e interrelacionados, puede determinar una variación en la fecha del nacimiento, o un eventual cambio de sexo, por haberse modificado el plan espiritual, y cualesquiera otras razones válidas según el respectivo caso.
31. Es justo tener, en cada caso, para el feto, las mismas atenciones que se tienen por el cuerpo de un niño, de cuya vitalidad se está ya seguros?
-“Inclinaos siempre a los decretos de Dios, y no tratad con ligereza cosas de tanta gravedad. Por qué no respetaríais las obras de la creación, aún cuando alguna vez quedan incumplidas por voluntad del Creador? Esto está en sus designios, que nadie tienen el derecho de juzgar”-.
FACULTADES MORALES E INTELECTIVAS DEL SER HUMANO
32. Cuál es el origen de las cualidades buenas y malas del ser humano?
-“El Espíritu que anima una determinada persona. Cuanto más el Espíritu es puro, tanto más el ser humano es conducido al bien”-.
Se deriva de esto que el ser humano de bien es la encarnación de un Espíritu bueno, y el malvado la de un Espíritu de cualidad opuesta?
-“Sí; debéis entender que se trata de un Espíritu todavía imperfecto, de otra manera se podría inducir a la creencia de que existen aquellos Espíritus siempre de condición negativa que el vulgo ignorante denomina demonios”-.
33. Cuál es el carácter de las personas en las cuales se hayan encarnados Espíritus ligeros?
-“Frívolo, soberbio y alguna veces malvado”-.
34. Los Espíritus tienen, también, quizá, pasiones extrañas a la humanidad?
-“No: Si así fuera, os las habrían comunicado”-.
35. -Es un solo y mismo Espíritu el que otorga al ser humano las cualidades morales y las de la inteligencia?
-“Ciertamente, según el grado al cual ha llegado. -Quisierais, quizá, que el ser humano tuviese en sí dos Espíritus?
36. Por qué personas de elevada inteligencia, lo que evidencia en ellas un Espíritu superior, son, algunas veces, profundamente viciosos?
-“Porque el Espíritu encarnado en ellas no es suficientemente puro, y cede a las sugestiones de otros Espíritus inferiores. El Espíritu se eleva a pasos imperceptibles, pero su progreso no ocurre contemporáneamente en todos los sentidos; en algunas etapas progresa en conocimientos, en otras, moralmente”.
37. Qué debemos pensar de la opinión según la cual las diversas cualidades intelectuales y morales del ser humano derivarían del hecho de estar encarnados en él diversos en él varios Espíritus, cada uno de los cuales tiene una aptitud especial?
-“Reflexionad en ello, y reconoceréis su absurdidad. El Espíritu debe tener todas las aptitudes, y, para poder progresar, tiene necesidad de una voluntad única: ahora, si el ser humano fuese una amalgama de Espíritus diversos, esta única voluntad no existiría, y él no tendría personalidad, por cuanto a su desencarnación todos estos Espíritus se dispersarían al igual que una manada de pájaros escapadas de una jaula. Es extraño ver como el ser humano, quien, además se lamente de no comprender algunas cosas, multiplique las dificultades, mientras tiene a la vista la simplísima y la naturalísima explicación. También esto es tomar el efecto por la causa, con hacer para el ser humano lo que hacían los antiguos con Dios, creyendo en tantos dioses como fenómenos existen en el universo; aunque también entre ellos las personas verdaderamente inteligentes no viesen en estos fenómenos otra cosa que efectos de una sola causa: un único Dios”-.
El mundo físico y el mundo moral nos ofrecen también en esto muchos puntos de comparación. Hasta tanto se estuvo sujetos a la sola apariencia de los fenómenos, se creyó a la multiplicidad de la materia; empero, hoy se comprende que aquellos fenómenos tan variados no son más que tantas modificaciones de una única materia elemental. Las diversas facultades morales e intelectuales son manifestaciones de una misma causa, que es el Espíritu, al igual que los diversos sonidos del órgano son el producto de una misma especie de aire, y no ya de tantas especies de aires, equivalentes a la cantidad de sonidos. Si fuera verdad que perder, o adquirir, en el ser humano, alguna aptitud, o tendencia, se produciría por la salida de un antiguo Espíritu o por la entrada de otro, esto determinaría, en él, un ser múltiplo sin personalidad, y por ende, sin responsabilidad: error éste desmentido además que por la lógica, por miles de ejemplos de manifestaciones con las cuales los Espíritus prueban la propia identidad individual.
INFLUENCIA DEL ORGANISMO
38. El Espíritu, por cuanto se une al cuerpo, se identifica con la materia?
-“Así como el vestido es la envoltura del cuerpo, de la misma manera la materia es la envoltura del Espíritu; empero, también en la unión con el cuerpo, refleja los atributos de su naturaleza espiritual”-.
39. Las facultades de un Espíritu encarnado, -tienen, siempre, plena libertad de ejercicio?
-“El ejercicio de las facultades depende de los órganos que les sirven de instrumento; por lo cual, ellas experimentan el efecto de densidad de la materia”-.
Entonces, la envoltura material es un obstáculo a la libre manifestación de las facultades del Espíritu, como lo es un vidrio a la libre paso de la luz?
-“Sí, es un vidrio muy opaco”-.
La acción de la densidad de la materia del cuerpo sobre el Espíritu se puede, también, comparar a la de un pantano, donde la densidad de sus aguas le quita libertad de movimiento al cuerpo en ellas inmerso.
40. El libre ejercicio de las facultades del Espíritu está subordinado al desarrollo de los órganos?
-“Los órganos son los instrumentos de la manifestación de las facultades espirituales, cuya manifestación se encuentra subordinada al desarrollo y al grado de perfección de los mismos, al igual que la excelencia de un trabajo depende de la bondad de los instrumentos del arte que se ejerce”-.
41. Se puede deducir, por esto, que exista una relación entre el desarrollo de los órganos cerebrales y el de las facultades morales e intelectivas?
-“No confundáis el efecto con la causa. El Espíritu tiene siempre las facultades que les son inherentes; no son los órganos que le otorgan las facultades, sino las facultades que favorecen el desarrollo de los órganos”-.
En consecuencia, la diversidad de aptitudes en el ser humano depende sólo del estado del Espíritu?
-“No exclusivamente por esto solo. Es preciso explicarnos. Depende, antes de todo, es verdad, de las cualidades del Espíritu, que puede ser más o menos progresado; empero, es preciso, también, tener en cuenta de la influencia de la materia, que le inhibe, siempre, el ejercicio de sus facultades”-.
El Espíritu, encarnándose, trae consigo, algunas predisposiciones, y si se afirma que por cada una de ellas existe un órgano correspondiente en el cerebro, se vendría a afirmar que el desarrollo de estos órganos es un efecto y no una causa. Si las facultades del Espíritu tuviesen su principio en los órganos, el ser humano sería una maquina sin libre albedrío y sin responsabilidad en sus acciones. Sería necesario admitir que los más grandes genios de las ciencias, de las letras, de las artes, no los son sino porque la casualidad les ha dotado con órganos especiales: de lo que se derivaría que, sin estos órganos, ellos no habrían sido genios, y que, en cambio, un gran imbécil habría podido ser un Newton, un Virgilio, un Rafael, si hubiese estado dotado adecuadamente. Esta hipótesis resulta, todavía, más absurda, si se aplica a las cualidades morales, por cuanto, según ella, Vicente de Paúl, dotado por la naturaleza de órganos diversos, habría podido ser un malvado y al más grande facineroso solamente le faltaría un órgano para ser un Vicente de Paúl. Admitid, en cambio, que los órganos especiales, si existen, se desenvuelven mediante el ejercicio de las facultades, al igual que los músculos con el movimiento, con lo cual desaparece el absurdo. Para mayor claridad, se nos permita una comparación trivial. Por ciertos signos de la cara vosotros reconocéis el hombre debilitado por la ebriedad. Ahora, bien, son, quizá, aquellos signos que lo transforman en ebrio, o es la ebriedad que produce aquellos signos? Se puede decir que los órganos reciben la huella de las facultades.
IDIOTISMO Y LOCURA
42. Es fundada la opinión, según la cual los cretinos y los idiotas tendrían un Espíritu de naturaleza inferior?
-“No, por cuanto tienen un Espíritu humano, frecuentemente más inteligente de cuanto no pensáis, el cual sufre por la insuficiencia de sus medios de comunicación, al igual que el mudo lo hace por no poder hablar”-.
43. -Qué fin tiene la Providencia al crear seres desgraciados, como los idiotas y los cretinos?
-“El de imponer una expiación a los Espíritus que lo precisen. Ellos sufren por la imposibilidad en la cual se encuentran de manifestar sus afectos y sus pensamientos con órganos insuficientes o deteriorados”-.
-Entonces, los órganos tienen influencia sobre las facultades?
-“En ningún momento hemos querido decir que los órganos no tengan alguna influencia. La tienen y muy grande: pero no sobre las facultades, sino sobre sus manifestaciones. Tampoco un buen músico puede tocar bien un malo instrumento; pero, no por esto deja de ser un buen músico”-.
Es necesario distinguir el estado normal del patológico. En el estado normal, el Espíritu vence el obstáculo que le opone la materia; pero, existen casos en los cuales la materia le hace tal resistencia que las manifestaciones quedan inhibidas, o desnaturalizadas, como en el idiotismo y en la locura. Estos son casos patológicos, y, dado que, en tale estado, el Espíritu no goza de toda su libertad, la misma ley humana le exime de la responsabilidad de sus actos.
44. -Cuál mérito puede tener la existencia de seres que, al igual que los idiotas y los cretinos, siendo incapaces de ejercer el bien y el mal, no pueden progresar?
-“El de la expiación por el abuso hecho de algunas facultades: es un tiempo de bloqueo”-.
Es posible que, en el cuerpo de un idiota pueda encontrarse encarnado un Espíritu que en una existencia precedente haya sido un genio?
-“Sí; el gran ingenio se convierte en causa de expiación, si ha sido mal empleado”-.
La superioridad moral no siempre es paralela a la intelectual, y los más grandes ingenios pueden tener mucho que expiar. Es por esto que ellos son obligados a aceptar una existencia mucho más humilde de la ya transcurrida, y llena de grandes pruebas. Los obstáculos que el Espíritu encuentra en sus manifestaciones, son para él como cadenas que impiden los movimientos de un hombre vigoroso. Puede decirse que el cretino y el idiota son cojos de cerebro, al igual que otro lo es de las piernas, y el ciego de los ojos.
45. El Espíritu del idiota, en sus momentos de lúcido intervalo, tiene consciencia de su estado mental como ser humano?
–“Sí, muy frecuentemente, y comprende que los bloqueos que impiden la actividad, no son otra cosa que pruebas de expiación”-.
46. En que condiciones se encuentra el Espíritu con alteraciones mentales?
-“El Espíritu, si se encuentra desencarnado, recibe las impresiones directamente, y directamente ejerce su acción sobre la materia; pero, encarnado, se encuentra en condición totalmente diferente, precisando órganos especiales para poder sentir y actuar. Alterados que sean, en parte en el conjunto estos órganos, sus impresiones, y su acción, en lo que les concierne, quedan interrumpidas: si pierde los ojos, se convierte en ciego; si deteriorados los oídos, sordo; y así sucesivamente. Imaginad, ahora, que el órgano mediante el cual se expresan los efectos de la inteligencia y de la voluntad se encuentre parcialmente, o en su totalidad, lesionado o modificado, y os será fácil comprender como, -dado que al Espíritu no le queda sino un órgano imperfecto o gastado- debe resultar de ello una perturbación, de la cual, él, en sí mismo, tiene perfecta consciencia, pero su cesación se encuentra fuera de su alcance”-.
Entonces, también en el perturbado mental el daño se encuentra siempre en el cuerpo y no en el Espíritu?
-“Sí, pero es preciso recordar que, si el Espíritu actúa sobre la materia, ésta, a su vez, en cierto grado, lo hace sobre el Espíritu, por lo cual él puede encontrarse momentáneamente perjudicado por la alteración de los órganos por medio de los cuales se manifiestan y recibe las impresiones. Sucede, algunas veces, que a la larga, si la alteración mental dura mucho tiempo, la repetición de los mismos actos ejerce sobre el Espíritu una influencia de la cual no alcanza a librarse sino hasta después de su total separación de la materia”-.
47. Por qué, algunas veces, la alteración mental induce a la desencarnación voluntaria?
-“El Espíritu sufre por la limitación a la cual está sometido, y por la impotencia de manifestarse libremente, por lo cual busca en la desencarnación el medio de romper sus cadenas”-.
48. El Espíritu del mentecato resiente, todavía, después de la desencarnación, la confusión y el desorden de sus facultades?
-”Puede resentirlo hasta que no se haya librado del todo de la materia, como un ser que se despierta experimenta durante cierto tiempo la vaga turbación del sueño”-.
49. En qué modo puede afectar la alteración del cerebro sobre el Espíritu después de la desencarnación?
-“Dado que él no tuvo conciencia de todo lo que ocurrió durante su locura, necesita siempre un cierto tiempo para conquistar el dominio de sí mismo, para lograr lo cual cuanto más largo fue el lapso tanto más extensamente duran la pena y la angustia después de la muerte. El Espíritu, una vez separado del cuerpo, experimenta aun por algún tiempo las consecuencias de los vínculos que lo ligaban a la materia”-.
COMENTARIO EXEGÉTICO GIC: No es tanto por la alteración física del cerebro por la cual por algún tiempo el Espíritu queda afectado después de la desencarnación, sino por el estado mental en que la persona encarnada se encontraba antes del deterioro de su cerebro y las condiciones espirituales inherentes de su Espíritu las que trascienden el órgano físico en sí, cuyo estado de alteración mental, las mayoría de las veces se deben al efecto de las facultades espirituales que precisan un mayor control en sus manifestaciones y a las pruebas de corte kármico que la persona trae a esa existencia, cuyas pruebas habrán de aportarle el aprendizaje necesario para impulsar la evolución de su estado de conciencia a un nivel jerárquico de mayor envergadura. El grado de logro que el Espíritu haya alcanzado en su prueba terrestre determinará el de las condiciones espirituales que tendrá una vez efectuada la desencarnación, Si el Espíritu alcanzó el objetivo total que la prueba arrojaría o los entes espirituales que constituían la eventual causa de tal trastorno, o la pasión cuya exaltación provocó el trastorno físico-mental hayan alcanzado un grado de normalización, el Espíritu se habrá visto, después de la desencarnación, liberado de ese estado mental-espiritual, o más rápidamente o en mayor grado. Si la prueba no fue superada totalmente, o, el Espíritu no alcanzó el grado de armonía y equilibrio espirituales suficientes, en su siguientes encarnación, por efecto del philia, seguirá arrastrando las consecuencias de tal estado con manifestaciones tales como fobias, traumas, tendencias, actitudes, aptitudes, costumbres, idiosincrasias, rasgos físicos o del carácter.
DE LA INFANCIA
50. El Espíritu que anima el cuerpo de un niño, es de un desarrollo análogo al de un adulto?
-“Puede serlo más, si es más progresado; pero los órganos, por los efectos de la poca edad del niño, todavía no le permiten manifestarse tal cual es: actúa en razón del instrumento del cual está obligado a servirse”-.
51. En la edad infantil del cuerpo, el Espíritu, fuera del obstáculo que su libre manifestación de los órganos, -piensa como un niño o como un adulto?
-“Es natural que en la infancia los órganos de la inteligencia, por cuanto se encuentran, todavía, poco desarrollados, no pueden darle toda la percepción de la cual es capaz un adulto. De hecho, él expresa una inteligencia limitada, hasta tanto su razón alcance la madurez: la turbación que acompaña la encarnación, no cesa de repente con el nacimiento del cuerpo, sino que se disipa, gradualmente, en la medida en que los órganos se desarrollan”-.
Una observación corrobora tal respuesta, y es que los sueños de un niño no tienen el carácter de aquellos de los adultos; su objeto es casi siempre pueril, lo que demuestra la naturaleza de los pensamientos del Espíritu.
52. Con la desencarnación, el Espíritu de un niño vuelve a adquirir en forma inmediata su antiguo vigor?
-“No enseguida que haya dejado la envoltura carnal: vuelve a adquirir su plena lucidez en cuanto la separación se haya cumplido, es decir, cuando no existe más algún ligamen entre el Espíritu y el cuerpo”-.
53. El Espíritu encarnado, -sufre, en la infancia, por la limitación de sus órganos imperfectos?
-“No, por cuanto aquel estado es necesario, natural, y según los designios de la Providencia es un período de reposo para el Espíritu?
54. -Cuál utilidad aporta al Espíritu su paso por el estadio de la infancia?
-“Por cuanto se encarna con el objetivo de perfeccionarse, en aquella edad el Espíritu es perceptible a las impresiones que recibe y que pueden estimular su progreso, y a este progreso deben contribuir quienes están encargados de su educación”-.
55. -Por qué son de dolor los primeros gritos del niño?
-“Para excitare el interés de la madre y así obtener las atenciones que les son necesarias. Si en aquellos momentos en los cuales él no puede todavía expresarse, no tuviese más que gritos de alegría, -nos preocuparíamos nosotros de sus necesidades? Admirad en todo la sabiduría del Creador”-.
56. De qué proviene el cambio que se efectúa en el carácter del ser humano, especialmente al salir de la adolescencia. Es, quizá, el Espíritu que se modifica?
–“El Espíritu no se modifica, pero retoma su naturaleza y se muestra tal como es. Vosotros no conocéis el secreto que ocultan los niños en su inocencia: no sabéis quienes son ni conocéis ni su pasado ni su futuro: empero, los amáis tiernamente, como si fuesen una parte de vosotros, y el amor de una madre por sus hijos es considerado como el más grande amor que un ser puede expresar a otro ser. Ahora, -dónde nace la dulce afición, la tierna benevolencia que los extraños experimentan por el niño? Lo sabéis vosotros? No. Entonces, escuchad: Los niños son los seres que Dios envía para desarrollar nuevas existencias, y para que ellos no les puedan recriminar una severidad muy grande, Él los protege con la égida de un aspecto de tanta inocencia, que también en aquellos de índole negativa se disculpan las culpas con el desconocimiento de los actos. Esta infantil inocencia todavía no los rinde, en realidad, superiores al estado en el cual se encontraban antes de encarnarse; pero, es solo la imagen de cómo deberían ser: si tales no son, es suya la culpa. Empero, no solamente para sí tuvieron de Dios aquellos irresistibles atractivos, sino, también, y de manera especial, para sus padres, cuyo afecto es necesario a su debilidad, ya que, dicho afecto se desmotivaría a la vista de un carácter intratable y poco benevolente, mientras que, creyendo los propios hijos dóciles y buenos, los colman de amor y les circundan de las curas más delicadas. Cuando, por otra parte, los hijos no precisan más la protección y de la asistencia gozada hasta a los quince años o a los veinte años, su carácter verdadero y personal reaparece en toda su claridad: queda bueno, si en el fondo era bueno; pero, deja entrever, siempre, a los ojos de un atento observador, sus instintos y sus verdaderas inclinaciones. Considerad, por otra parte, que el Espíritu de vuestro niño puede venir de un mundo del cual trae costumbres bien diversas de las terrestres: y, cómo quisierais que estuviese entre vosotros aquel nuevo ser con pasiones, tendencias y gustos diferentes a los vuestros? Cómo quisierais que entrase a formar parte de vuestro grupo de manera diferente de cómo Dios lo ha establecido, es decir, pasando por la experiencia de la infancia. En esta sola se confunden y se asimilan todos los pensamientos, todos los caracteres, toda la variedad de seres que han vivido en la multitud de mundos, en los cuales crecen y se desarrollan las criaturas. Y, vosotros mismos, después de la desencarnación, os encontraréis en una situación similar a la que constituye la infancia sobre la tierra, en medio a nuevos hermanos, y, en la nueva existencia extraterrena, ignorad las rutinas, las costumbres, las relaciones de aquel nuevo mundo, y hablad con dificultad una lengua que no os es habitual, lengua mucho más viva y más rápida de cuanto sea vuestro pensamiento en la dimensión física (ve nº 319). La infancia, en fin, tiene, también, otra utilidad: por cuanto los Espíritus entran en la vida corpórea con el objetivo de perfeccionarse y mejorarse, la debilidad de la primera edad los rinde dúctiles a los consejos de la experiencia de quienes deben hacerle progresar, por cuanto es fácil, durante esta edad, reformar el carácter y reprimir las tendencias negativas. Este es el deber impuesto por Dios a los familiares, tarea sagrada, de la cual deberán rendir estrictas cuentas. Así la infancia es útil y necesaria, y es natural de las leyes que Dios ha establecido y que rigen el Universo”-.
SIMPATÍAS Y ANTIPATÍAS TERRENAS
57. Dos seres que se han conocido y amado en una existencia corpórea, -pueden reencontrarse y reconocerse en otra?
-“Reconocerse no, pero ser atraído el uno hacia el otro, sí; y esta es, frecuentemente, la única causa de los íntimos ligámenes fundado sobre un afecto sincero. Dos seres son conducidos a encontrarse por circunstancias en apariencia fortuitas, pero que, en realidad, son el resultado de las recíprocas atracciones de dos Espíritus, quienes se buscan entre la multitud de seres humanos.
No sería, para ellos, más grato reconocerse?
-“No siempre: el recordar existencias pasadas tendría inconvenientes más graves de cuanto podéis creer. Después de la reencarnación ellos se reconocerán, recordándose del tiempo pasado juntos”-. (Ve Nº 392).
58. La simpatía es producida, siempre, por conocerse previamente?
-“No, dos Espíritus encarnados o desencarnados, cuyos sentimientos se encuentran en perfecta armonía, se pueden buscar naturalmente, también sin haberse conocido, jamás, antes”-.
59. Los encuentros, que ocurren entre ciertas personas, algunas veces, -no serían, en cambio, el efecto de relaciones simpáticas?
-“Entre los seres pensantes existen vínculos que vosotros no conocéis todavía. El magnetismo es el piloto de esta ciencia, que comprenderéis, mejor, más adelante”-.
60. De qué proviene la repulsión instintiva, que nosotros frecuentemente probamos por alguien, muchas veces con tan sólo verle?
-“De la antipatía de los Espíritus, que se adivinan y se entienden, sin necesidad de hablar”-.
61. La antipatía instintiva es signo de naturaleza perversa?
-“No, porque puede nacer del contraste que existe en su modo de pensar; pero, a medida que los Espíritus se elevan, los contrastes se diluyen, y desaparece la antipatía”-.
62. La antipatía entres dos Espíritus nace antes en el menos bueno o en el mejor?
–“En los dos al mismo tiempo, pero, por causas diversas y con diferentes efectos. Un Espíritu imperfecto ve con desagrado a cualquiera que pueda juzgarle o desenmascararlo, y en ese la antipatía se transforma en odio, que le inspira el deseo de hacer el mal. El Espíritu bueno, al contrario, tiene repugnancia por el imperfecto, sabiendo de no ser por él comprendido, y conociendo cuanto sean vulgares sus sentimientos; empero, fuerte en su superioridad, no le odia: lo evita y lamenta esa circunstancia”-.
OLVIDO DEL PASADO:
63. Por qué el Espíritu, en la encarnación, pierde la memoria de su pasado?
-“El ser humano no puede, ni debe saber todo: así lo quiere Dios en su sabiduría. Sin el velo que cubre ciertas cosas, él quedaría encandilado como quien pasa inmediatamente de la oscuridad a la luz. Por el olvido del pasado se convierte en más dueño de sí”-.
64. En cuál modo puede el ser humano obligado a responder de acciones y a expiar fallas de las cuales no conserva la memoria? Se comprendería que las tribulaciones de la vida le servirían de lección cuando comprendiese la razón por la cual le fueron infligidas; pero, por cuanto sucede lo contrario, cada existencia es para él como si fuese la primera, es por lo tanto un continuo empezar de nuevo. Cómo conciliar tal cosa con la justicia de Dios?
En cada nueva existencia, el ser humano entiende más, y sabe distinguir mejor el bien y el mal. -Dónde residiría el mérito si él recordase todo el pasado? En cuanto el Espíritu vuelve a entrar en la normalidad de su vida, en la dimensión espiritual, se le desenvuelve delante todo su pasado: observa las fallas cometidas, las cuales fueron la causa de la ausencia de su felicidad, y lo que le hubiese evitado de cometerlas; y, entonces, comprende la justicia de su condición, e indaga en cuál nueva existencia podría reparar a los males de la precedente. Elegidas, a tal fin las pruebas análogas a las afrontadas en forma indebida, o las luchas que cree válidas a impulsarlo adelante en el bien, solicita a Espíritus más progresados que él, de ayudarle en aquella nueva misión, por cuanto sabe que el Espíritu que le será dado por guía en su nueva existencia, buscará de hacerle reparar los errores cometidos, aportándole una especie de *intuición, la cual consiste en la fuerza con la que, casi instintivamente, se resiste a los pensamientos negativos, a los deseos ilícitos, que frecuentemente experimenta, fuerza de resistencia que vosotros ordinariamente atribuís a la educación recibida, mientras es el efecto de la voz de la conciencia, es decir, recuerdo del pasado, que os advierte de no recaer en las antiguas fallas. Ahora, el Espíritu, entrado en la nueva existencia, si soporta las pruebas con coraje, y las supera, se eleva, y emerge en la jerarquía”-.
Si, en nuestra vida corpórea, no recordamos precisamente lo que hemos sido, y lo que hemos hecho de bien o de mal en las existencias anteriores, tenemos, en cambio, la intuición y nuestras tendencias instintivas, como reminiscencias del pasado, cuya conciencia es la proposición hecha para no volver a caer más en los mismos errores, advirtiéndonos de resistir.
65. En los mundos más avanzados que este, donde no se tienen nuestras necesidades materiales y la ausencia de salud, -comprenden los seres humanos que son más felices que nosotros? En general, la felicidad es relativa, y no se experimenta sino en virtud de la comparación con otro estado menos agradable. Quien sabe cuantos de aquellos mundos, si bien mejores que el nuestro, no se encuentran, todavía, en estado de perfección, y los seres humanos que los habitan deben tener, también ellos, sus propios motivos de disgusto. Asimismo, entre nosotros, el rico, aunque no sujeto a las privaciones de las necesidades materiales como el carente de bienes, no es libre, sin embargo, de otro tipo de tribulaciones, que les amargan la vida. Ahora, por lo tanto, los habitantes de aquellos mundos, en su condición, -se creen, quizá, infelices cuanto nosotros, y se quejan de la propia suerte, por cuanto no tienen memoria de una existencia peor con la cual comparar su estado presente?
-“Es preciso diferenciar. Entre los mundos de los cuales habláis, los hay, algunos, cuyos habitantes tienen memoria clara y precisa de sus existencias pasadas, y estos, como comprendéis, pueden y saben apreciar la felicidad que tienen como premio de Dios; empero, los hay, también, cuyos habitantes, aún cuando se encuentran en mejores condiciones que vosotros, están, todavía sometidos a las contrariedades y a las pruebas, y estos no aprecian dignamente la propia felicidad, por cuanto no conservan la memoria de un estado peor”-.
El olvido de las existencias pasadas, especialmente si dolorosas, es un inestimable beneficio de la sabiduría de Dios. Sólo en los mundos superiores, cuando el recordarlas no es más que un mal sueño, ellas se asoman a la memoria, por cuanto en los mundos superiores las actuales adversidades serían muy agravadas por el recuerdo de todas las ya vividas. Se deriva, por lo tanto, que está bien hecho todo cuanto ha realizado Dios, y que no corresponde a nosotros juzgar las obras y enseñarle como habría debido regular el Universo.
El recuerdo de lo que hemos sido en las existencias anteriores tendría inconvenientes gravísimos: en algunos casos podría humillarnos mucho, en otros, en cambio, rendirnos orgullosos, y de esta manera influenciar nuestro libre albedrío. Dios nos ha dado, para mejorarnos, los dos medios necesarios y suficientes, que son la voz de la conciencia y las tendencias instintivas; empero, nos ha quitado lo que podría dañarnos. Se agrega, además que, si conservásemos la memoria de nuestras acciones precedentes, tendríamos, también, la de las acciones ajenas, lo cual podría resultar perjudicial a las relaciones sociales. Esto concuerda perfectamente bien con la doctrina de los Espíritus sobre los mundos superiores al nuestro. En ellos, por cuanto no reina más que el bien, el recuerdo del pasado no puede representar perjudicial: esta es la razón por la cual se recuerdan las precedentes existencias, de la misma manera en que nosotros recordamos cuanto hemos efectuado el día anterior. El recuerdo de las vidas anteriores, en los mundos inferiores, no es otra cosa que un mal sueño.
66. Podemos tener alguna revelación de nuestras existencias pasadas?
-“Raramente. Todavía, algunos tienen una vaga intuición de lo que eran, y de lo que han hecho en existencias precedentes”-.
67. Algunos creen tener del propio pasada un vago recuerdo como una imagen fugitiva de un sueño. Es realidad o ilusión?
-“Alguna vez realidad, pero, frecuentemente, ilusión, de la cual es preciso cuidarse, por cuanto podría ser el efecto de la imaginación exaltada”-.
68. Por lo tanto, en las existencias de naturaleza más elevada que la nuestra, la memoria de las vidas precedentes se vuelve siempre más lúcida?
-“Sí, en la medida en que el Espíritu prevalezca sobre la materia. El recuerdo del pasado resulta distinto sólo a quienes habitan en mundos de orden superior”-.
Por cuanto las tendencias instintivas del ser humano son reliquias de su pasado, se deriva que por el estudio de las mismas él puede conocer sus antiguas culpas?
69. –“Sí, pero sólo hasta cierto punto, por cuanto es preciso recordar el mejoramiento que habrá podido alcanzar en su Espíritu, y las determinaciones tomadas en la dimensión espiritual: en la existencia actual él puede encontrarse mucho más adelante que en la anterior”-.
Puede el ser humano cometer en una existencia culpas más graves de aquellas que haya cometido en otra precedente?
-“Puede cometer nuevas culpas, que denoten su estado estacionario, pero no culpas mayores, las cuales significarían un camino retrógrado, por cuanto el Espíritu puede avanzar, o estacionarse, pero no retroceder”-.
70. Si las vicisitudes de la vida corpórea son al mismo tiempo expiación de las culpas pasadas y pruebas para el futuro, -no se deriva de ello que de estas vicisitudes se pueda deducir la índole de la existencia precedente?
-“Frecuentemente sí, por cuanto la expiación responde siempre a la falla; empero, todavía es preciso no aceptar esta regla como absoluta. Las tendencias instintivas son indicios más certeros, por cuanto las pruebas que el Espíritu experimenta, si valen para el pasado, valen, también, para el futuro”-.
Llegado el tiempo de dejar la dimensión espiritual por una encarnación, el Espíritu elige las pruebas a las cuales desea someterse para acelerar su propio avance evolutivo, es decir, el genero de existencia que juzga más apto a procurarle los medios, y aquellas pruebas responden siempre a las culpas que él debe expiar. Si las supera, se eleva; si sucumbe, deberá recomenzar.
El Espíritu tiene siempre su libre albedrío, en virtud del cual, si en la dimensión espiritual, elige las pruebas de la vida corpórea, y si encarnado, delibera entre hacer o dejar de ejecutar, y se ataca al bien o al mal. Negar al ser humano el libre albedrío sería reducirlo a ser una maquina.
Nacido que haya a la vida corpórea, el Espíritu pierde, temporalmente, la memoria de las existencias anteriores, como si un velo se las escondiese. Alguna vez, empero, conserva alguna vaga reminiscencia, y parte de las mismas pueden, también, en algunos casos, serle reveladas; pero, esto, solamente por la voluntad de los Espíritus superiores, que lo hacen espontáneamente, con un fin benéfico, jamás para satisfacer una vana curiosidad.
Las existencias futuras no se pueden preconocer en ningún caso, por cuanto dependen del modo en el cual se cumple la presente, y de la elección ulterior del Espíritu.
El olvido de las culpas pasadas no es obstáculo al mejoramiento del Espíritu, por cuanto, aunque no se conserva una precisa memoria, el conocimiento que poseía en la dimensión espiritual, y el propósito allí efectuado de repararlas, le guían por intuición, y le suscitan la idea de resistir al mal. Esta idea es la voz de la conciencia, en la cual es secundado por los Espíritus que le asisten, siempre que él escuche las buenas inspiraciones.
Si el ser humano no conoce los actos singulares de su existencia precedente, puede siempre saber cuál genero de culpas ha cometido, y cuál fue su carácter dominante; basta para esto que él se estudie a sí mismo, y juzgue lo que fue, observando las propias inclinaciones.
Las vicisitudes de la vida corpórea son, al mismo tiempo, expiación de las culpas pasadas y pruebas para el futuro: nos purifican, y nos elevan al nivel de nuestra resignación al aceptarlas y soportarlas.

La naturaleza de los casos y de las pruebas que afrontamos, nos puede dar, por otra parte, alguna luz sobre lo que hemos sido, y sobre lo que hemos hecho, al igual que sobre la tierra argumentamos los delitos de un reo por la pena que le ha sido infligida por la ley: de esta manera, el orgulloso será humillado con una existencia oscura; el malo rico y el avaro con la miseria; el despiadado con las durezas y los maltratos; el tirano con la esclavitud; el mal hijo con la ingratitud de sus descendientes; el perezoso con la exigencia de un duro trabajo, y así sucesivamente.

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