sábado, 26 de enero de 2013

PROLEGOMENOS: EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS.



PROLEGOMENOS

 

El Libro de los Espíritus

Allan Kardec

Versión castellana Gic

 

Fenómenos que escapan a las leyes de la ciencia vulgar, se manifiestan por todas partes, y demuestran tener por causa la acción de una voluntad libre e inteligente.

Ahora la razón nos dice que un efecto inteligente debe tener por causa una potencia inteligente, y los hechos han probado que esta potencia puede entrar en comunicación con los seres humanos mediante signos materiales.

Esta potencia, a una pregunta sobre su naturaleza, ha declarado de pertenecer al mundo de los seres espirituales, que se han despojado de la envoltura corporal humana. De esta manera fue revelada la doctrina de los Espíritus.

Las comunicaciones entre la dimensión espiritual y la física se encuentran en la naturaleza de las cosas, y no constituyen hecho alguno sobrenatural, del cual se encuentran huellas en todos los pueblos y en todas las épocas. Hoy, ya, estas comunicaciones son generalizadas y accesibles a todos.

Los Espíritus anuncian que los tiempos señalados por la Providencia para una manifestación universal han llegado, y que, siendo ellos los ministros de Dios y los instrumentos de su voluntad, tienen la misión de instruir y de iluminar a los seres humanos, abriendo para ellos una nueva era de regeneración.

Este libro es la recopilación de sus enseñanzas, y fue escrito por orden y bajo el dictado de los Espíritus superiores, para poner los fundamentos de una filosofía racional, despojada de prejuicios del espíritu de sistema: él no contiene palabra que no sea la expresión de su pensamiento, y no haya tenido su aprobación. A quien ha tenido el mandato de publicarlo le pertenecen, exclusivamente, el orden y la distribución metódica de las materias, y la forma de algunas partes de la compilación, y las notas.

De los Espíritus que han cooperado a esta compilación muchos han vivido en diversas épocas, en la tierra, donde han predicado y practicado las virtudes y la sabiduría; otros, no fueron personajes de quienes la historia haya registrado el recuerdo, pero su elevación se manifiesta por la pureza de su doctrina y por su unión con quienes llevan nombres reconocidos.

Estas son las palabras precisas con las cuales dieron por escrito y a través de diversos médiums, el mandato de preparar este libro.

“Ocúpate con celo y perseverancia del trabajo iniciado con nuestro concurso, por cuanto nos es inherente. Nosotros hemos colocado las bases del edificio, que se va elevando, y que, un día, deberá reunir a todos los seres humanos en un mismo sentimiento de amor y de solidaridad; pero, antes de divulgarlo, lo revisaremos conjuntamente, para verificar todos los particulares”.

“Nosotros estaremos contigo todas las veces que lo solicites, y para ayudarte en todos tus otros trabajos, ya que este no es más que una parte del cometido que se te confió, y que uno de nosotros, ya, te reveló”.

“Entre las enseñanzas que recibes, las hay que debes reservar para ti hasta nueva indicación. Cuando el momento de publicarlas haya llegado, nosotros te lo diremos; mientras tanto medítalas, para estar preparado cuando te lo señalemos”.

“Pondrás en la cabecera del libro la cepa de la vid que te hemos diseñado, (*) porque es el emblema de la obra del Creador. Todos los principios materiales, que mejor puedan representar el cuerpo y el Espíritu, se encuentran juntos; el cuerpo es el leño, el Espíritu el licor, el espíritu unido al cuerpo, la semilla. El ser humano afina el Espíritu con el trabajo, por cuanto, como tú sabes, el Espíritu adquiere conocimientos por medio del trabajo del cuerpo.

“No te dejes desanimar por la crítica. Encontrarás opositores férreos, especialmente entre la gente interesada en los abusos, y los encontrarás, inclusive, entre los Espíritus, por cuanto aquellos que no se han todavía totalmente liberado de la materia, buscan, con frecuencia, de sembrar la duda por maldad o por ignorancia; pero, tú sigue siempre adelante, cree en Dios, y procede con confianza. Nosotros estaremos siempre cerca de ti para asistirte, y está cerca el tiempo en que la verdad emergerá de todas partes”.

“La verdad de algunos, que creen saberlo todo, y todo quieren explicarlo a su manera, hará nacer discrepancias; pero todos aquellos que quieran seguir las enseñanzas de Jesús, se asociarán en el mismo sentimiento de amor al bien, y se unirán con un vínculo fraterno que abarcará al mundo entero. Ellos dejarán de lado las indeseables disputas de palabras, y no se ocuparán más que de las cosas esenciales, y la doctrina será siempre, en el fondo, idéntica para quienquiera que reciba las comunicaciones de los Espíritus superiores.

“Con perseverancia alcanzarás a recoger el fruto de tus trabajos. La satisfacción que probarás, viendo la doctrina propagarse y ser comprendida por muchos, será para ti abundante recompensa, y, de esta doctrina, conocerás todo el valor, quizá más en el porvenir que en el presente. No te turbes, por lo tanto, por las tribulaciones y por las zarzas que los incrédulos o malvados esparcirán sobre tu sendero. Ten confianza. Con fe alcanzarás la meta, y merecerás, siempre, ser ayudado”.

“Recuerda que los buenos Espíritus asisten, únicamente, a quienes sirven a Dios con humildad y abnegación, y repudian a cualquiera que busca hacerse de la vía del cielo un escabel para el logro de las cosas de la tierra. Ellos abandonan al orgulloso y al ambicioso. El orgullo y la ambición serán siempre una barrera entre el ser humano y Dios, como vendas que quitan la visión de los esplendores celestes, y Dios no puede servirse del ciego para hacer comprender la luz”-.

Juan Evangelista, Agustín de Hipona, Vicente de Paúl, Luís, El Espíritu de Verdad, Sócrates, Platón, Fénelon, Franklin, Swedenborg, Etc. Etc.

 

(*) El ramo de vid que se encuentra en el cabezal de este capítulo es el facsímil del que fue diseñado por los Espíritus.

 

 

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